Related Posts with Thumbnails

Barça y belleza...


Hace un tiempo, cuando el Barça ganó la Champions en Roma y Guardiola se mostraba como el mejor entrenador que ha tenido el equipo en mucho tiempo (aún le faltaban unas cuantas copas más para ganar esa temporada), nadie negaba el arte que salía del juego del F.C. Barcelona. Entonces, publicamos un artículo en el Newsuic del profesor de la UIC Ignasi de Bofarull. No obstante yo, como redactor jefe, tuve que recortarlo porque no entraba entero. Hoy, pocos días después de ese fantástico 5 a 0 contra el Madrid, en el Nou Camp, he pensado que era un buen momento para publicarlo entero. Pienso que explica muy bien cómo es el juego del Barça: deporte y belleza...

Seguir Leyendo...

Para empezar debo decir que estoy fascinado por el Barça. He perdido la distancia y mis consideraciones pueden ser más las de un seducido hooligan ante el televisor  que las de un analista  distante y prudente. También es verdad que como el cronista andan muchos más por ahí sedientos de fútbol celestial  para expresarme con las palabras del ensayista y novelista Luis Racionero.

Y es se ha hablado del fútbol como espectáculo, como fenómeno de masas, como símbolo de enfrentamientos tribales, sin embargo poco habíamos oído hablar del fútbol como una obra de arte hecha de inteligencia, armonía y proporción.  Tras la final de Roma y después de conseguir tres copas en una misma temporada vale la pena seguir de cerca este cambio. Al Barcelona se le ha identificado con el auténtico fútbol, aquel deporte lleno de audacia que ataca y ataca  de un modo creativo frente a otro fútbol más de contención y confiado al músculo. El Barcelona destaca frente a  un fútbol basado en  la fuerza y, en una palabra, más llamado a la destrucción. Una destrucción que sabrá encontrar un resquicio en un contragolpe para, rácano, conseguir un gol decisivo con poco riesgo. El Barcelona ha ido por otros derroteros, ha proporcionado felicidad a sus aficionados y a los que no lo eran y  ha inclinado a los seguidores de otros equipos y a periodistas de otras latitudes a descubrir en el Barcelona belleza y arte.  Tras la final de Roma y repasando la prensa de la capital de España y también la británica, nada sospechosas ambas de mirar al Barça con percepciones de supporter, se encuentra ese juicio unánime: El Daily Mirror señala que el “United jugó como hipnotizado por la belleza creativa del Barça…”. The Times observa  que el “Barça elevó este deporte al arte más sublime”. El Marca dice simplemente “este equipo es una obra de arte” y el otro diario deportivo madrileño, el As, es aún más contundente: “Pues sí, la perfección existe”, refiriéndose al Barça de la final de Roma.

LigaImage by tpower1978 via FlickrLa pregunta es si todos estos calificativos son exagerados. No lo sé: quizá.  Periodistas deportivos de más rincones del mundo apuntan en la misma dirección. Parece cómo si con este Barça se hubiera descubierto una nueva apuesta futbolística. El cronista que esto escribe afirma sentirse aturdido y además falto de paladar para apreciar este nuevo fútbol. Y es que hay quien afirma que emerge un nuevo estilo de juego en el Barça que va a lograr que el fútbol vaya a más, imitado por otros clubes y selecciones nacionales.

Dicen que este modo de jugar va a hacer ganar al fútbol en general frente al no-fútbol de patadón y tente tieso, físico y  de cerrojo. César Luis Menotti señala, desde Argentina,  “que ganando el Barça ganamos todos los que amamos al futbol”.  También otros comentaristas señalan que este Barcelona va a hacer escuela, va a marcar un modelo de gestión, una forma de trabajar la cantera. Y ahí nos encontramos con los  siguientes peldaños: el papel de la Masía, la apuesta holandesa de las últimas dos décadas y la personalidad del entrenador Pep Guardiola.

La Masía ya no puede pasar desapercibida como escuela de fútbol y también de humanidad. Los expertos señalan que los jóvenes que pasan por la Masía aprenden a ser técnicos futbolistas del tiki-taka pero también personas. Si nos acercamos a Iniesta, Xavi, Messi parece que no estamos ante petulantes futbolistas que nadan en el lujo, la prepotencia y la frivolidad. Ni desde luego son jugadores de choque: ¿son quizá artistas?  Parece claro que desde el lejano Milla hasta los Xavi y Iniesta de hoy hablamos de “peloteros”, tal como se señala en el argot futbolístico, que siguen la línea iniciada por Cruyff, seguida por Van Gaal, Rijkaard y confirmada por otro alumno de la Masía y de la línea holandesa: Pep Guardiola. Llegar a Guardiola supone empezar a constatar que esta belleza no se improvisa, que no es una inspiración de jugadores tocados por las musas. Que no es azar. No; tras este Barça está Guardiola, un maestro exigente que habla de esfuerzo, humildad y fe en la victoria. Un maestro en sentido clásico, un maestro que educa y lleva a la excelencia a sus alumnos. Que sabe sacar lo mejor de ellos, de cada uno, conociéndoles y haciéndeles mejorar:   no hay más que ver los manteos de que fue objeto por parte de sus “alumnos”. Este Barça cree en sí mismo, y, de la mano de su entrenador, verdadero coach en sentido psicológico, crece en solidaridad y espíritu de equipo. “Si el Barça piensa, el público sonríe” afirma Guardiola. Si el Barça crea, me gustaría añadir, el público es feliz con la obra de arte, con la belleza, que nace  en el terreno de juego.  Pero no me hagan caso: estoy enajenado de tanta felicidad.


Share/Save/Bookmark