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Gonzalez Barros: emprender y la cuestión de las bombillas


Lo de las "bombillas" tiene su razón de ser... Una, porque me hizo gracia cómo Victor Küppers lo usa para explicar qué es lo que somos: bombillas con piernas que podemos dar luz -o no- según nuestra actitud. Lo escribió en un artículo publicado hace tiempo en Newsuic que algún día publicaré en este foro; y lo dice mucho en sus conferencias, para hablar de optimismo y del buen hacer que puede llegar a tener una bombilla encendida.

Pero también, lo de la "bombilla" viene porque el artículo que preparé con el profesor Armengou -ingeniero él-, para Newsuic, lo "decoramos" de bombillas para simbolizar las ideas que tienen tantos y les llevan a emprender nuevas empresas, nuevos proyectos... Seguramente será mi siguiente entrada. Por ahora, dejo para mi ocasionado lector esta entrevista que pude hacer a Antonio González Barros, conocido por muchos como el emprendedor español por excelencia.

Al final, la "bombilla" siempre es importante...

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¿Qué es ser emprendedor?
Es una manera de hacer crecer la economía y crear empleo. Se trata de la “destrucción creativa” de la que habló el economista austriaco Joseph Schumpeter, quien subrayó que las innovaciones de los emprendedores son la fuerza que hay detrás de un crecimiento sostenido de la economía a largo plazo.

¿Entonces, la emprenduría es la solución a la crisis?
Diría, a la gallega, que no emprender, no ayudaría a solucionar la crisis. La solución a la crisis está obviamente en las personas y para salir de la crisis o, al menos, para acortar el tiempo de salida, creo que es necesaria cuanta más gente mejor, con talento, pasión, sentido común, tenacidad, honestidad... empresas competitivas, innovación...

¿Qué implica? ¿Simplemente: “yo quiero montar mi empresa, y lo hago”?
Emprender significa riesgo. Emprender un proyecto suele ser una aventura, y muchas veces se fracasa. Pero hay que aprender de esos errores y fracasos, ya que ello nos acaba llevando al éxito. Hay emprendedores que creen que la idea es lo más importante, creo que es un error: lo importante es la ejecución de la idea.

Emprender pasa por identificar una oportunidad o necesidad; concebir un producto o servicio que cubra la necesidad; y, finalmente, idear un plan de acción y ponerlo en marcha.

En España, ¿hay pocas ganas de emprender? Los datos hablan de baja emprendeduría…
En los últimos años se está fomentando una mayor cultura emprendedora en nuestro país. Pero no será rápido ni fácil el cambio, existe una mayoritaria preferencia por trabajar para la administración pública o empresas consideradas “muy seguras”.

Dos motivos del bajo emprendimiento, específicos de España, son el miedo al fracaso y la aversión al riesgo. También es verdad que la sociedad no lo pone fácil. El fracaso está mal visto, y la gente que te quiere teme verte fracasar. A pesar de todo esto, siguen existiendo muchos emprendedores que intuyen que la recompensa es grande en caso de éxito, y que sienten que es su vocación, que serán más felices si se arriesgan.

¿Es posible, hoy, montar una empresa desde cero?
Sí, muchas empresas son creadas por personas con muy pocos recursos. Suelen estar ilusionados con su idea, creen firmemente en ella, y en un buen número de casos consiguen su propósito y tienen éxito. En el caso concreto de Internet y las aplicaciones móviles, el activo más importante que se necesita es el capital humano, y éste lo puede aportar un buen equipo fundador.

También es cierto que en nuestro país, la dificultad de crear una empresa desde cero no es poca. El proceso es lento puesto que tarda una media de 47 días (En EEUU o Italia solo es necesario esperar 6 días), es caro y algo traumático, ya que las administraciones no lo ponen fácil.

¿La solución, pasa por los jóvenes?
Pasa por cualquier persona con talento que tiene una idea y cree mucho en ella. Si bien es cierto que las personas jóvenes parecen tener más facilidad para imaginar y visualizar ideas innovadoras.

Además, en tiempos de crisis aparecen nuevas oportunidades, que son más fáciles de detectar cuando se tienen pocos paradigmas (ideas preconcebidas), cuando se es joven. Si bien es importante que en los equipos se cuente con personas con experiencia, que contrapesen y complementen.

Por ser el sector en el que me muevo, no puedo dejar de comentar que Internet y los smartphones están revolucionando la manera como nos comunicamos y vivimos. Y en esta revolución, los jóvenes, que han crecido con la omnipresencia de los dispositivos digitales, tienen mucho que decir en el proceso actual de innovación relacionado con las nuevas tecnologías, y las empresas actuales harán bien en contar con ellos.

La emprendeduría, ¿pasa sólo por Internet?
No, por supuesto. Existen infinidad de sectores donde queda mucho por innovar y hacer. Pero cuando buscamos nuevas oportunidades e ideas, es más fácil encontrarlas en un mercado en crecimiento y que se está reinventando cada día, como es Internet. Por ejemplo, en el mundo de la publicidad, si comparamos el gasto publicitario en el 2008 antes de la crisis con el gasto en el 2010, el único soporte con un aumento del gasto ha sido Internet. Además, Internet está reinventando la manera de hacer negocio en muchos sectores tradicionales, como por ejemplo la venta de ropa. Es un sector que ofrece más oportunidades a los nuevos emprendedores

Podríamos pensar que está todo inventado, en Internet. Lo cierto es que dentro de 10 años creo que existirán varios proyectos de gran envergadura, de los que a día de hoy no tenemos ni idea de ellos. Todavía nos queda demasiado por hacer y por ver. Las posibilidades cada vez más van en aumento y ello nos permite hacer cosas inimaginables hace años.

Los ejemplos que pone en su discurso: nacen en un momento en que también estaba naciendo Internet… Quizá, por tanto, no sea tan objetivo, el planteamiento de “lo seguro está en Internet; hay que ser emprendedor ahí”.
El sector de internet se ha profesionalizado mucho. Hace diez años un joven de 20, desde su casa podía programar una web y tener éxito. Ahora se necesita un buen equipo, con un buen programador, un buen experto en usabilidad, un buen comercial, y unos buenos contenidos. La competencia ha aumentado, pero todavía sigue siendo más fácil emprender en Internet que en sectores más maduros, donde normalmente hace falta más escala, más experiencia y más inversión.

Usted afirma, también, que para emprender hacer falta más antropología que tecnología… ¿por qué? ¿No es un poco exagerado?
Ambas son muy importantes en Internet. La tecnología es una herramienta, un instrumento, y por supuesto es muy útil. Pero no suele ser lo que verdaderamente marca la diferencia entre un buen proyecto y otro que no lo es tanto. Personalmente, creo que lo más importante es investigar y conocer el comportamiento, hábitos y necesidades de las personas. De esta manera podemos ofrecer los la información y los servicios o productos que cada uno está buscando en el momento preciso.

Un ejemplo es la publicidad. Cada vez es más inteligente. Que me aparezca un anuncio de hoteles en el pueblo donde suelo veranear no es ninguna casualidad, sino que el sistema sabe que estamos interesados o solemos viajar a ese pueblo gracias a las búsquedas o información que he consultado en días anteriores.

Es muy optimista, pero la realidad parece muy distinta, ¿no? Son pocos, los emprendedores y, los que lo son, son pocos los que consiguen tener éxito; ¿o no?
Obviamente si fuera tan fácil y sencillo todo el mundo emprendería. Lo que está demostrado es que la pasión, tenacidad y sentido común son claves para tener éxito.

Mucha gente fracasa durante el camino, pero gracias a ese fracaso consiguen éxitos posteriores. Si emprendes y te caes, no hay que preocuparse, es lo normal. Lo que distingue a un emprendedor con éxito del resto es que uno se levanta después del fracaso y los demás no lo intentan de nuevo.

Todo ello ayuda a forjar un buen emprendedor. Como dijo Thomas Edison, respondiendo a un periodista que le recordó que contaba con mil intentos fallidos antes de dar con el filamento de tungsteno: “No fracasé, descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”.


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