tag:blogger.com,1999:blog-30488834832054397862024-03-05T10:22:21.955+01:00RescritoDe artículos, entrevistas y otras "rescrituras"jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-85634384033979867042012-05-09T17:47:00.002+02:002012-05-15T13:13:22.923+02:00Historia del hombre que sabía escuchar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="185" src="http://1.bp.blogspot.com/-J77zn-5VRvk/T6qN4BICpUI/AAAAAAAABBk/TBbhcSEp4ns/s400/DSC_2352.jpg" width="400" /></div>
<br />
No conocía a<b> Miguel Aranguren</b>. Había oído hablar de él. Tampoco había leído nada suyo; pero sí conocía unos cuantos libros escritos por él. Y se lo dije claramente, cuando le entrevisté. Digamos que le hice una entrevista queriendo saber si sería capaz de convencerme para que me "metiera" en alguna de sus novelas: eso no se lo dije, y creo que lo consiguió: alguna de sus obras ya me están esperando en <i>pole position </i>de libros que tendré que leer en cuanto tenga un poco de tiempo.<i> </i>Entre otras cosas, me convenció lo bien que me recibió. Sobre todo después: cuando descubrí que el algo más de una hora de grabación era tan solo un completo silencio ensordecedor. ¡Ay, la tecnología sumada al despiste! No supe si reír o llorar. Pero Aranguren me comprendió: él sí se rió -por lo que entendí que yo también tenía que hacerlo; se rió, y me atendió una, dos... hasta tres veces. Y pienso que si lo volviera a "molestar", estaría otra vez al otro lado de la línea.<br />
<br />
Bueno: pues de lo que recordé en esa conversación, y de las otras "lineales", salió esta entrevista, publicada en el último número de <i>Newsuic</i>.<br />
<br />
<span class="summarypost"><a href="http://rescrito.blogspot.com.es/2012/05/historia-del-hombre-que-sabia-escuchar.html">Seguir Leyendo... </a> </span> <br />
<br />
<span class="fullpost"> <b> Miguel Aranguren (42) –escritor– es un hombre de habla pausada. Como si de cada palabra dependiera mucho. Quizá consciente de que ésas son las letras que después darán forma a su imaginación, creadora de sus personajes, aventuras e historias. Con él, no hay prisa: y no importa, tampoco. Me lo imagino en su estudio, inventando mundos que le dan el “privilegio de colarse en vidas ajenas y susurrarles” esos relatos de espías rusos, adolescentes, científicos, animales parlantes, exploradores… Cuentos y novelas. Y también esculturas, dibujos, ensayos… y algo de periodista. Un hombre polifacético que se define como un romántico que no dudó en vivir unos días en el zoo para preparar su última novela, <i>El arca de la isla</i>.</b><br />
<br />
<span style="color: #990000;"><b> Soy un romántico al que le gusta ponerse retos día a día</b></span>. No quiero encasillarme, ni ser un escritor de género; sino lanzarme hacia nuevas metas que, a su vez, sorprendan y me den el regalo de nuevos lectores. Porque, para mí, <b><span style="color: #990000; font-size: large;">es un privilegio colarme en vidas ajenas y susurrarles mis historias</span></b>: con el tiempo te das cuenta del efecto multiplicador que tiene la letra impresa y de cómo lo que habías escrito en la soledad de un estudio, de pronto cobra vida en cada lector. Es apasionante. <br />
<br />
<b>¿Qué es lo que más te gusta plasmar en palabras?</b><br />
No creo que tenga preferencias. En ocasiones es más complejo trazar un paisaje midiendo los recursos estilísticos y en otras parece casi imposible resolver la conversación entre dos personajes. Sea como sea, <b><span style="color: #990000;"><span style="font-size: large;">me gusta escribir historias humanas</span>: dejarme sorprender por la creación e intentar que el lector se identifique con lo que escribo</span></b> y que sea él quien construya su escenario y sus personajes; a su modo: es la maravillosa libertad creativa del lector.<br />
<br />
<b> Se identifique y huya un poco…</b><br />
Sí, pero que con esta “huida” –si quieres llamarla así– que se atreva, sobretodo, a aprender; de las historias que se cuentan. Experimentamos otras vidas, nos hacemos el personaje: sufrimos y amamos con él. <b><span style="color: #990000;">Hay gente que no lee ni los periódicos, cuando es muy importante hacerlo; <span style="font-size: large;">leer, escuchar, es fundamental para aprender de la experiencia de los demás</span></span></b>: no podemos empezar de cero cada vez que queremos hacer algo. No hay otro modo de crecer todos los días un poco.<br />
<br />
<b>Y con tus libros, ¿la gente, crece?</b><br />
No lo sé. Es lo que intento… Una vez, andando por la calle, se me acercó una señora y me preguntó si era el escritor de tal libro. “Sí, señora”, le dije. “Pues quiero agradecérselo mucho porque me ayudó a cambiar”. Entonces, yo me derrito… Intentas separarte de todo esto, para no dormirte en los laureles, pero eso te empuja a seguir haciendo lo que haces. <b><span style="color: #990000;">A mí me gustaría recuperar a ese artista que a pesar de sus personales miserias lograba que el público mirara hacia arriba y se extasiara ante un equilibrio con el que podía vivir mejor</span></b>; no a ese otro que se autodenomina “artista” y cree que puede sacarse toneladas de arte de la manga que, en realidad, casi nadie entiende y deja una dosis de malestar.<br />
<br />
<b>¿Es el malestar que puedes dejar cuando hablas de la muerte, en tu novela<i> Desde un tren africano</i>? No es un tema fácil…</b><br />
¿Por qué no hablar de ella? <b><span style="color: #990000;">De alguna manera, unos y otros nos tenemos que enseñar a vivir y a morir.</span><span style="color: #990000; font-size: large;"> La muerte es como el otro lado del espejo de la vida</span></b>. Es verdad que en el caso de esa mi primera novela, la muerte se encuentra desde la primera a la última página, y pienso que sea esa, precisamente, la razón de que se siga leyendo –y vendiendo– después de veinte años. ¿Nos interesa? La miramos como algo ajeno a nosotros, y esta postura anuncia que llevamos dentro una semilla de inmortalidad; pero eso no implica que no tengamos que enfrentarnos a ella antes o después.<br />
<br />
<b>De <i>El arca de la isla</i> se desprende que también te interesan los animales y las plantas</b><br />
Es el hombre, lo que me interesa siempre:<b><span style="color: #990000;"> si la vida es el regalo más importante que cada uno de nosotros hemos recibido, ¿qué no decir de la naturaleza en la que nos desenvolvemos?</span></b> El hombre está en la cúspide de las cosas creadas, de tal forma que existe una ligazón de dependencia respecto al paisaje y sus habitantes: plantas y animales. La naturaleza, vista de este modo, se convierte en el mejor de los escenarios en los que desarrollar una novela.<br />
<br />
<b> Hablas de la vida y, a veces, contrapuesta a la ciencia… ¿dónde están los límites?</b><br />
Son límites delgadísimos: es lo que ocurre con todo lo que es importante. Por ello, <b><span style="color: #990000;">se necesita cierto cúmulo de virtudes para entender que toda vida –y, por supuesto, la vida más débil– es digna en sí misma y tiene derecho a la mayor protección</span></b>. Así es como lo veo y es lo que quiero reflejar en mi novela y en lo que escribo. Por eso me apasiona tanto la vida humana.<br />
<br />
<b>¿Qué es lo que hace que la vida sea merecedora de vivirla?</b><br />
El día de hoy, al que a lo mejor me he asomado con poco ánimo. Y el día de mañana, que no sabemos cómo será. Ser dueños de nosotros mismos, actuar, transformar las realidades en el trabajo, forjar lazos de amor a través de la familia...,<span style="color: #990000; font-size: large;"><b> son cosas demasiado apetecibles como para no querer vivirlas</b></span>.<br />
<br />
<b>¿No has pensado, nunca, perder algo de tu libertad creadora, para venderte al mejor postor?</b><br />
Siempre es tentador…; pero al final llega la frustración de haber regalado tu voz a quien no la merece. Yo soy libre cuando escribo porque no me tengo que disfrazar de nada. Quien me lee me conoce. Quien me lee mucho, me conoce muy bien. Y no lo cambio por nada.<br />
<br />
<b>Pero alguna vez te has dejado llevar por el “oportunismo”, con <i>La sangre del pelícano</i>, que venía a rebufo de <i>El código da Vinci</i> ¿no?</b><br />
Ojo, el oportunismo yo no lo acepto.<span style="color: #990000;"><b> ¿Quién puede realmente confeccionar una novela de misterio espiritual?... Yo lo tengo claro: aquel escritor que, además de conocer lo externo de ese mundo espiritual, respete esa dimensión en el hombre e, incluso, la viva</b></span>. Hemos dejado pasar muchos títulos sin sentido en el que autores completamente analfabetos de la Historia de la Salvación, se lanzan a darnos lecciones sobre la Iglesia, el Papa y hasta el mismísimo Jesucristo. Y, al final, quien tiene más autoridad, es quien está más cerca de Cristo: el prohombre.<br />
<br />
<b> ¿Pero, podemos contar algo que no esté ya contado?</b><br />
Está todo contado desde hace siglos. Pero desde distintos puntos de vista. Este es, para mí, el oficio más bonito del mundo. Si hay rectitud en tus intenciones, el escritor logra prestar un gran servicio a los demás. Y esto, a lo largo de los siglos. Por eso me gusta.<br />
<br />
<object data="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf" height="500" id="doc_180549215593824" name="doc_180549215593824" style="outline: none;" type="application/x-shockwave-flash" width="100%"> <param name="movie" value="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf">
<param name="wmode" value="opaque">
<param name="bgcolor" value="#ffffff">
<param name="allowFullScreen" value="true">
<param name="allowScriptAccess" value="always">
<param name="FlashVars" value="document_id=93007025&access_key=key-yhnf9crzd42iann9z0q&page=1&viewMode=list">
<embed id="doc_180549215593824" name="doc_180549215593824" src="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf?document_id=93007025&access_key=key-yhnf9crzd42iann9z0q&page=1&viewMode=list" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="500" width="100%" wmode="opaque" bgcolor="#ffffff"></embed></object><br />
</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-62703988219518225572010-06-23T17:51:00.017+02:002012-01-25T16:01:11.211+01:00¿Quién es el hombre? Mis conversaciones con un viejo profesor<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpjLNupawVgMQt5IYw1E3nzBnkORoCNfaW22SbCqOexUfOdErD5uNrrDek2TOoTNeyI1Z1d7gSHx_FOHWL3B2AyE71SdWEyfigG8TJBJf2sOyww3HSxZcNFO88rknSnF6YcYK8WGYvtv9G/s640/mafalda-veo-veo.jpg" width="640" /></div>
Esta es una entrevista que hice hace ya unos años. Salió publicada en el número doble de agosto-septiembre de 2008, en <i>Mundo Cristiano</i>. Esa fue la versión larga. Otra versión -más corta- salió en <i>Newsuic</i>. Y es que el entrevistado, <b>Francesco d'Agostino</b> -presidente del Comité Nacional Italiano de Bioética-, estuvo en la UIC para el congreso internacional sobre familia y sociedad. Estuve con él un poco más de una hora y, contrariamente a lo que uno se podría imaginar, fue un rato muy entretenido y, sobre todo, muy interesante. Pero bueno, no me enrollo, y os la dejo aquí, según una de las primeras versiones y cómo salió publicada.<br />
<br />
<span class="summarypost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/06/quien-es-el-hombre-mis-conversaciones.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="fullpost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/06/quien-es-el-hombre-mis-conversaciones.html" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtw66AH5nOVTKBAMmPeS980g5GiauNcJswSz_v6JpWg98ynXrzjfYRcatBTiJnB0gRzGaUp3eHHSoklVZNZ-tX62-WlIOytJsTAxyGmC0CB2jBodmaSoUOxEN_NVwym0hMDX10h6uNsg-D/s320/AGOSTINO.jpg" width="320" /></a></span></div>
<span class="fullpost"><b>Francesco d’Agostino (62) es uno de esos profesores que cualquiera hubiera deseado tener en la universidad. Alguien que, con su discurso, te hace pensar, pero que a la vez es consciente de que puede aburrir y es capaz de reírse de sí mismo. El pasado 15 de mayo estuvo en Barcelona, en la Universitat Internacional de Catalunya, para dar la conferencia inaugural del Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad, organizado para celebrar los diez años <span id="goog_1841854034"></span><span id="goog_1841854035"></span>de la institución. “Elementos para una filosofía de la familia”: es de lo que habló. Del hombre y su ser naturalmente familiar, y del papel que tiene el Estado: “no puede calificar como familia algo que no lo es; su obligación es reconocer los roles familiares, y defenderlos”. Profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Roma “Tor Vergata”; profesor visitante en París, Madrid, Buenos Aires, Pamplona…; presidente de la Union Internationale del Juristas Catholiques; miembro de la Pontificia Academia pro Vita y consultor del Pontificiu Consilium pro Familia; miembro, desde su creación en 1990, del Comité Nacional Italiano para la Bioética, del que asumió la presidencia un par de veces y hoy es Presidente Honorario… Autor de varios libros entorno a la bioética, familia y derecho, traducidos a idiomas del mundo entero. Con todo, está lejos de una altanería que podría ser propia de su largo currículo. Habla con claridad y sencillez.</b> <br />
<br />
<b>¿Qué cree usted que está pasando hoy, con la familia?</b><br />
En este momento histórico estamos asistiendo a un conflicto que va a marcar época: <b>la batalla entre una visión individualista del hombre y una visión relacional</b>. Yo estoy convencido de que la auténtica es la relacional, pero la otra es muy funcional, por decirlo de algún modo… y ampliamente extendida en el mundo anglosajón. Precisamente esta visión es la que está atacando la familia, por su clara naturaleza relacional. Es algo muy sutil: no un simple negarla, no. Sobre todo se confunde con formas de relación que lejos están de ser algo familiar.<br />
<br />
<b>¿Por qué este ataque?</b><br />
La familia crea unos vínculos indisolubles que no puede crear cualquier tipo de relación. Tan fuertes que ni siquiera <b>el divorcio puede eliminarlos: sí puede liberar del futuro, pero nunca del pasado</b>. Y eso, para el individualista, es inadmisible. Por eso, no es difícil darse cuenta de que el gran triunfo del individualismo sería la destrucción de la familia.<br />
<br />
<b>¿Por qué dice “sería”…?</b><br />
A lo largo de la historia, la familia ha sufrido deformaciones y violencia de muy diversa índole, y esto es parte del gran misterio del pecado que atraviesa la vida de la humanidad. <b>El mal siempre está ahí, pero nunca podrá falsificar qué es realmente la familia</b>. Es un tema muy importante no sólo por sí mismo: en mi opinión, salvar la relacionalidad (y en este caso, la familiar) es salvar la identidad del hombre y de la mujer de hoy y de siempre. Somos animales familiares; es algo que está en nuestra naturaleza. El hombre es persona porque habla; habla porque alguien le ha enseñado… ¡no puede haber un lenguaje individual!...; son relaciones gratuitas y el prototipo de la gratuidad es precisamente la familia. Por eso, <b>si eliminamos la relacionalidad, perdemos la identidad y una serie de experiencias humanas fundamentales ligadas a esta gratuidad: la experiencia del amor, la belleza, la aceptación de la vida temporal (inicio y fin)</b>…<br />
<br />
<b>Así, también la muerte adquiere su sentido</b><br />
Efectivamente. En cierto modo, toda la familia humana es llamada a la eternidad. Los padres aceptan más la mortalidad porque tienen cerca a los hijos y nietos y se entiende que esta vida se da y sigue adelante precisamente por esta donación. Para el individualista, la muerte lo es todo; lo destruye todo. Es un final. Por eso, <b>luchar por la familia, no significa luchar por un modelo anticuado, tradicional, pasado de moda o “católico”. Significa llevar adelante la batalla de la identidad relacional del hombre</b>, como verdadera y auténtica identidad humana. Por decirlo de otro modo: la lucha por la familia es la lucha por la felicidad; un empeño por garantizar la única y auténtica felicidad que el hombre puede conseguir. Cada uno de nosotros es feliz si puede compartir con los demás su propia felicidad… Y si es eterna, mejor. Basta ver un partido de fútbol, para ver lo que es la felicidad compartida.<br />
<br />
<b>Si esto es tan claro, ¿por qué hemos llegado al punto de negar a menudo estos valores?</b><br />
Por un lado, la cultura moderna occidental está muy influida por la anglosajona, con una fuerte carga individualista. Además, en la economía política de hoy, el mero protagonista es el individuo, no es la comunidad. Existen economías alternativas que niegan el primado del individualismo, pero, desgraciadamente, son minoritarias… aún habiendo dado buenos resultados.<br />
<br />
<b>¿Y la secularización?</b><br />
Sí, yo creo que es una de las causas principales de esta situación: la negación de la religiosidad. Y tiene su lógica: la fe es totalmente relacional. Para el cristiano, la oración más importante está muy lejos de ser individualista: “Padre nuestro”… Podría haber sido “mío”; pero no. Cristo dijo “nuestro”. Significa que yo debo rezar con mis hermanos, en comunidad. De hecho, también el Islam reza así. En la lógica de la fe, la fraternidad es un presupuesto porque hay un Padre común. La secularización es individualista porque niega la existencia de Dios y, negándola, cree simplemente en sí misma –en cada individuo–.<br />
<br />
<b>Ideología de género</b><br />
<br />
<b>¿Cree que hoy existen distintos modelos de familia?</b><br />
Este es el gran tema de la ideología de género: el hombre o la mujer no nacen, “se hacen”… Pero volvemos siempre a lo mismo: <b>es una ideología que tiene su origen en la pretensión individualista que dice: “yo elijo mi identidad”. Esto, biológicamente es absurdo e irreal</b>. <b>Nuestra identidad sexual está presente en todas nuestras células, no sólo en las sexuales</b>. Es cierto que puede haber alguien con alguna anomalía sexual, pero siempre tendrá los cromosomas dominantes. Por eso, desde un punto de vista lógico no puede existir el andrógeno del mito griego, el hermafrodita. Psicológicamente es un signo de narcisismo infantil: el narciso se enamora de su misma imagen reflejada en el agua cristalina del río, y al quererse abrazar, se ahoga. Era la explicación que daba Freud y, en esto, tenía razón. Por eso, los que sostienen esta ideología, sostienen también que, si uno puede elegir su sexo, también puede elegir con quien “emparejarse”, sea o no del mismo sexo.<br />
<br />
<b>Pero, si como usted dice, estamos hablando de algo tan irreal, ¿por qué se promueve desde las altas esferas?</b><br />
Porque es plenamente coherente con el individualismo. Si pudiéramos elegir nuestra sexualidad, seríamos señores de nuestra identidad… No es cierto, pero así lo piensan. <b>El cambio de sexo, por ejemplo, es uno de los fraudes más graves de la mente: un individuo que no se reconoce, que se opera para cambiar de sexo… es un engaño</b>: sigue siendo el que era antes, pero con una operación plástica que no le permite actuar como un hombre o una mujer real. Es un desastre. En este sentido, Zapatero ha tomado una medida inteligente: es algo mental, no es un hecho anatómico; pues basta con darle la “satisfacción anagráfica”, sin operaciones quirúrgicas; es decir, un simple cambio en el documento de identidad. ¡Y ya está!<br />
<br />
<b>Con esto, no se soluciona nada</b><br />
Claro que no. Es una salida al ridículo. La realidad es otra distinta: así como para los animales la sexualidad es un hecho biológico, en el hombre tiene una base biológica, pero tiene, también, la necesidad de una elaboración antropológica. En esto, Freud dio una explicación muy buena, en mi opinión. Él decía que la sexualidad del niño cuando nace se manifiesta indiferenciada y genérica. A medida que va creciendo, se relaciona con el padre, la madre, los hermanos, etc., y va asumiendo su papel de hombre o mujer…<br />
<br />
<b>… y cuando los dos padres son del mismo sexo…</b><br />
<b>Se está experimentando en la piel del niño, y nadie sabe qué le puede suceder</b>. Solo se ve que es algo muy peligroso. <b>Hoy por hoy no existen pruebas definitivas de que la homosexualidad tenga una causa cerebral</b>. Yo creo que la teoría freudiana que explica este hecho es una de las mejores: el niño acaba homosexual por una alteración en las relaciones del triángulo generacional; cuando hay, o en el padre o en la madre una alteración neurótica tal, que entra en un estado de confusión, de miedo sexual que lo lleva a tener miedo del sexo opuesto, y a identificarse con el suyo propio: el otro es peligroso, por misterioso. Eso no significa que sea materialmente necesaria la presencia del padre y de la madre. Es el caso de los huérfanos: una mujer viuda, habla del padre, y tiene que tener un profundo respeto por el sexo contrario de su hijo, para que pueda crecer en un estado de equilibrio.<br />
<br />
<b>De todos modos, se ha quitado la homosexualidad de la lista de patologías</b><br />
Sí, y eso es un problema que se fundamenta sobre una hipocresía. Incluso Freud lo consideraba como una patología desde el punto de vista médico. Pero esto no significa discriminarlo, sino todo lo contrario. Como patología, la homosexualidad tendría unos derechos de atención propios de cualquier otra enfermedad del estilo. Pero esta banalización de lo que realmente es, le quita estos derechos. Y si negamos que sea una patología, ¿por qué no lo negamos, también, para la pedofilia, el sadismo, la necrofilia…? ¿Cuál es la finalidad? ¿El “todo va bien y no hay ninguna patología”? Afirmar esto es muy atrevido.<br />
<br />
<b>Bioética</b><br />
<br />
<b>En el campo de la bioética, ¿cuál será el tema más candente en los próximos años?</b><br />
Lo estamos viendo últimamente en Inglaterra: la posibilidad de hacer lícitos los embriones híbridos, de humanos y animales. La cuestión está en que se quieren conseguir más embriones porque los sobrantes de fecundaciones artificiales no son suficientes. Por eso, comenzaron por fabricarlos. Ofrecían 250 liras esterlinas a mujeres extranjeras que “donaban” óvulos, con los que hacían embriones en probeta. Además, les pagaban todos los gastos de viaje y estancia. ¿No es un poco hipócrita llamar “donación” a algo que pagas? Bueno, el caso es que tampoco era suficiente: pocas mujeres, y muy caro. ¿Qué decidieron? Probar con óvulos de vaca y fecundarlos con esperma humano… Así se consiguen embriones a un coste bajísimo: ¡a qué lógica hemos llegado!<br />
<br />
<b>¿Y qué sale de ahí? </b><br />
Aún no podemos decir qué vendrá: están en los inicios. Algunos dicen que son experimentos condenados al fracaso, porque no viven. Pero el problema está en que aunque fuese un animal con alguna característica humana, la violencia infringida a la humanidad es incalificable. <b>Nos encontramos ante una manipulación radical de la identidad humana</b>. Y aquí no hay una vía intermedia: o la respetamos, o le hacemos violencia; no podemos hacerlo en parte. Este es el gran problema que la humanidad tendrá que afrontar en los próximos años.<br />
<br />
<b>Y todo ello, “porque es más barato”…</b><br />
Los científicos implicados dicen que es un avance para la investigación, pero lo mismo decían los nazis. <b>Hay muchos experimentos que hicieron con los judíos que han dado resultados excepcionales. Lo más atroz es que “gracias” a como encerraban a judíos en cámaras frigoríficas</b> y les bajaban la temperatura lentamente hasta que morían, sabemos todo sobre la muerte por congelación. ¡Asesinando centenares de judíos! Se justificaban diciendo que los judíos no eran humanos mientras que estos científicos ingleses, también parten de la idea que la vida prenatal no es una vida humana auténtica.<br />
<br />
<b>¿No estamos entrando en un terreno en el que discriminamos a seres porque no son como queremos?</b><br />
No sólo eso, sino que las consecuencias de este planteamiento atacan de pleno la esencia de la democracia de que todos somos iguales en dignidad, aunque distintos en funciones. Este, pienso que es el peor futuro que se pueda imaginar para la humanidad, porque la democracia se mantiene haciendo un equilibrio fragilísimo; es una especie de ficción.<br />
<br />
<b>¿Se puede hablar de todos estos temas –bioética, familia, sexualidad…– desde una visión no cristiana? </b><br />
Sí, soy católico, pero esto último lo decía Habermas, que no era precisamente cristiano. Y he hablado también de Freud. Hasta ahora he usado sólo unos parámetros antropológicos, no cristianos. Mejor, digámoslo de otro modo: el individualismo que subyace en todos estos problemas es una herejía cristiana: viene del protestantismo, que busca una relación individual con Dios. Es más, en la tradición oriental confuciana no existe el individualismo. Si bien es cierto que hoy la única fuerza cultural que habla de la antropología es el cristianismo, también lo es que es algo accidental en la historia. Del mismo modo como que durante el Renacimiento, el arte fue protegido por los papas: si no, el Renacimiento hubiera muerto. En este sentido, se puede decir que la antropología ha sido salvada por la Iglesia; pero es una salvación ocasional, no es un nexo necesario, pero históricamente ha sido así.<br />
<br />
<b>¿Cómo ve el futuro?</b><br />
Aquí sí que sólo cabe una respuesta cristiana, porque sólo el cristianismo habla de la esperanza como virtud y más, como virtud teologal. Más allá del cristianismo o de las herejías cristianas, el futuro no existe. También el marxismo es una herejía cristiana: la liberación del proletariado es una forma secularizada del Reino de Dios. Y el Islam, y el judaísmo… Como cristianos tenemos el deber de la esperanza y del pensar que todo lo que sucede, sucede para el bien. <b>Yo creo que, como todas las cosas antropológicamente falsas, caerá por su propio peso</b>. Aunque a veces cae después de mucho sufrimiento, muchas vidas, mucho sacrificio… El ejemplo clásico es el nazismo: es falso objetivamente. Nadie demuestra que un negro, o un judío sea menos que cualquier otra persona… La esperanza nos dice que tarde o temprano todo esto, acabará.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
</span><br />
<div>
<span class="fullpost"><embed align="middle" allowfullscreen="true" flashvars="mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=100623155045-f5e2d3ec2bd44b7dbf664d45bbb1e32a&docName=francesco_agostino&username=jaumefv&loadingInfoText=Entrevista%20al%20profesor%20Francesco%20d'Agostino&et=1277309394962&er=20" menu="false" name="flashticker" quality="high" salign="l" scale="noscale" src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" style="height: 281px; width: 420px;" type="application/x-shockwave-flash"></embed></span><br />
<div style="text-align: left; width: 420px;">
<span class="fullpost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://issuu.com/jaumefv/docs/francesco_agostino?mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true" target="_blank">Open publication</a> - Free <a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://issuu.com/" target="_blank">publishing</a> - <a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://issuu.com/search?q=agostino" target="_blank">More agostino</a></span></div>
</div>
<span class="fullpost"><br />
</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0