tag:blogger.com,1999:blog-30488834832054397862024-03-05T10:22:21.955+01:00RescritoDe artículos, entrevistas y otras "rescrituras"jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-31383950201155400022012-01-26T11:41:00.001+01:002012-02-16T10:46:09.667+01:00Entrevista a Núria de Gispert<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFhdJhcjv_afxgFD539B3nHOyDRHV1HKDerLqfVBon82fETPFoftxcSglsqUUzr3zQatwE9maqn27wXa9JhGkJ8lAcz8S12-z90iJ88NO44Cp0fZAHX03PFPt6BhHsDaNlalkVC2DUu7SA/s400/entrevista2.jpg" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Durante la entrevista en el despacho presidencial</td></tr>
</tbody></table>
Cuando entrevisté a <b>Núria de Gispert</b>, actual presidenta del Parlament de Catalunya, me dio la sensación de estar hablando con una persona dedicada a la política. Sí, ya sé que es política, pero lo digo en el sentido de <i>vocacional</i>. La política -lo que los clásicos han entendido como "política"- está para servir al pueblo (a aquel que teóricamente tiene el poder). Y, no sé por qué, me dio la sensación de que De Gispert así lo entendía y así lo vive. A veces parece que los políticos están en otro planeta. De ella, no me dio esta sensación. Es verdad: es política y seguro que se supo vender. Sí. Quizá me equivoque -el tiempo lo dirá-, pero esta fue mi impresión. Y salí contento del palacio parlamentario, la verdad.<br />
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Os dejo la entrevista original (por cuestión de espacio tuvo que ser recortada al publicarse en <i>Mundo Cristiano</i>), y una versión más breve, de <i><a href="http://www.uic.es/newsuic" target="_blank">Newsuic</a></i>.<br />
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<span class="summarypost"><a href="http://rescrito.blogspot.com/2012/01/enrevista-nuria-de-gispert.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
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<span class="fullpost"><br />
<b>Núria de Gispert (Barcelona, 1949) es mujer y es política. Pienso que vale la pena remarcar los dos puntos porque –me parece– son, para ella, como la explicación de toda su vida. Femenina –que no feminista– y defensora –¿o luchadora?– del papel de la mujer en la vida social: “de joven siempre protestaba y buscaba la igualdad entre sexos: yo quería estudiar una carrera universitaria, defender mis derechos… ¡en todos los ámbitos!”. Pero, quizá por una educación muy “a la antigua usanza”, le costó sudores. “Se trataba de otros momentos, otra época. Yo era la pequeña de nueve hermanos –cinco chicas y cuatro chicos–, y era lógico que mis padres lo vieran así; no lo critico y siempre lo he respetado”.</b><br />
<br />
<b>Casada y con cuatro hijos, finalmente estudió la carrera jurídica para dedicarse a lo que realmente era su “vocación”: trabajar en la administración pública. “Estuve un tiempo en la Diputación de Barcelona, hasta que el presidente de la Generalitat de entonces, Josep Tarradellas, pidió la colaboración de 300 funcionarios para crear la nueva administración del gobierno catalán. Me gustó mucho la idea ya que suponía todo un reto, para mí”.</b><br />
<br />
<b>Pasados seis años –cosas de la vida–, De Gispert acabó por afiliarse en Unió Democràtica de Catalunya: “nunca había pensado dedicarme a la política, pero me metí porque sentía como una obligación de devolver la confianza que se me había otorgado, y veía que lo podía hacer sirviendo desde el que había sido siempre mi ámbito, el del derecho”. Así, la vida le ha ido llevando por muchos caminos, hasta llegar, hoy, a ser la primera mujer en presidir el Parlament: “me emocioné, el día de mi investidura, porque veía alcanzada una meta –el de la mujer– que costó mucho tiempo y esfuerzo”. Pero la vida le ha llevado, también, por senderos muy duros, como una enfermedad de la que podría haber muerto…</b><br />
<br />
Tenía, entonces 46 años. Fue un golpe muy fuerte: para mí y toda mi familia. Cuando te dicen que tienes un cáncer, en el fondo no te lo acabas de creer. Has ido conociendo a mucha gente que ha sufrido algún tipo de enfermedad así, pero lo ves como algo completamente ajeno a ti. En cambio, cuando te lo dicen… <b><span style="color: #990000;">Se hace muy difícil, aún sabiendo que estaba en las manos de Dios, y de unos buenos médicos. Yo intentaba no pensar en ello y seguir haciendo lo de todos los días.</span></b><br />
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<b>¿Siguió trabajando?</b><br />
Recuerdo que a los quince días estaba de nuevo en la consejería, pero me cansaba mucho porque el tratamiento al que me sometían era muy duro. No podía realizar grandes esfuerzos: te encontrabas mal… Por eso, pedí que me lo hicieran los fines de semana y, de este modo, poder seguir con mi labor diaria durante el resto. No obstante, fueron meses difíciles.<br />
<br />
<b>¿Cómo lo vivió su familia?</b><br />
Mi hijo más pequeño tenía entonces 16 años, y la mayor 22. Sabían qué estaba pasando, pero como veían que en pocos días estaba de nuevo haciendo vida más o menos normal, tenían un poco la sensación aquella de: “mamá lo superará, no hay problema…”. Pero los viernes por la tarde, cuando volvía del hospital, estaba muerta. Lo pasaba fatal y eso les debía de dejar tocados. <br />
<br />
<b>¿Temió, alguna vez, por su vida?</b><br />
Quizá nunca llegué a pensar que…;<b><span style="color: #990000;"> la esperanza es algo que nunca pierdes, y lo ves en amigos que están en fases terminales y confían en vivir</span></b>. A la distancia, hoy posiblemente lo entienda un poco más, pero en ese momento tenía la sensación de que no me podía pasar nada; “si luchas, lograrás salirte”, pensaba… Pero, fríamente me daba cuenta de que sí: como a aquél o aquél otro… ¿Por qué a él sí y a mí no? El caso es que ahora estoy aquí, y a veces digo que me siento más cansada, que me encuentro peor… y busco la excusa del cáncer. El médico me dice, medio en broma, medio en serio: “sí, mujer, un poco sí…; y la edad: ¡que veinte años también se notan!”.<br />
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<b>Por lo que me cuenta, usted ha sido siempre una mujer muy trabajadora, ¿le ha sido fácil compatibilizarlo con la familia?</b><br />
No, nada fácil; pero es que ni las jóvenes de hoy lo tienen fácil. También mal ayudadas por el contexto crítico en el que vivimos. Pero es que <span style="color: #990000; font-size: large;"><b>aquí, a pesar de tener un clima muy bueno, a veces seguimos trabajando a las ocho de la noche, y esto es incompatible con estar con la familia</b></span>. Es verdad que en los últimos veinte años hemos mejorado mucho en la igualdad de sexos y, poco a poco, también los hombres son más conscientes de la responsabilidad que tienen para con su familia; pero me parece que sigue siendo más difícil para las mujeres que para los hombres.<br />
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<b>Al final es una historia de dos…</b><br />
Sí, claro. Este creo que es el gran problema: darse cuenta de que los dos tienen que ser capaces, quizá, de sacrificar algún momento de su vida para dedicarlo a los suyos. <span style="color: #990000;"><b>Conciliación es esto: una asignatura pendiente que no tiene que venir de fuera, sino desde dentro de la familia</b></span>. En cuestiones legales de igualdad estamos al día; pero es lo que ya he dicho en otras ocasiones: el techo de cristal aún está por romperse.<br />
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<b>¿Es cuestión de “paridad”?</b><br />
No: <b><span style="color: #990000;">la paridad es como una cierta imposición que, aunque ha tenido sus contrapartidas positivas –algunas mujeres muy competentes han logrado tener puestos de responsabilidad porque se han visto como “obligadas” a ello, y de otro modo no habrían alcanzado–, no me parece la solución</span></b>. La mujer siempre se ha planteado si sería buena o no, si podría compatibilizar la vida laboral, política y familiar; y el hombre empieza a planteárselo: hace veinte años no pasaba. Esta mentalidad es la que hay que cambiar.<br />
<br />
<b>Todo esto es un discurso muy feminista; también el día de su investidura, dedicó gran parte de lo que dijo a la mujer. ¿Es, usted, feminista?</b><br />
Desde que tengo uso de razón he sido una gran defensora de la igualdad. De pequeña viví mucho la diferencia entre chico y chica: en educación, en las obligaciones en casa… y siempre protestaba: quería defender mis derechos, en todos los ámbitos. Ahora bien: nunca me planteé ser de una organización feminista. Tuve posibilidades de entrar en alguna, pero me daba la impresión de que acotaba demasiado, que era un poco cerrado: ciertos planteamientos feministas no iban conmigo. <span style="color: #990000; font-size: large;"><b>Defiendo la igualdad, pero en el sentido de que los dos sexos suman, no son contradictorios. Somos diferentes, y la diferencia nos enriquece. Nos complementamos</b></span>. Por eso quise dedicar una parte de mi discurso a las mujeres que habían luchado por nuestros derechos y habían conseguido lo que hoy tenemos, que es muy importante.<br />
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<b>¿Se lo pensó mucho, al preparar su discurso?</b><br />
Era la ocasión que tenía, aprovechando esa atalaya. Pedí consejo a mis colaboradores. “¿De qué querrías que se hablara al día siguiente?”, me dijo uno. “De que la nueva presidenta del Parlament ha defendido el derecho de las mujeres porque muchas lo están esperando”. Y así fue y creo que no me equivoqué. Dudé porque no quería que se me viera demasiado feminista o “de género”, porque no soy así; pero al final, lo hice. Sólo el año que no tengamos que celebrar el día de la mujer trabajadora habremos conseguido normalizar este aspecto. Hasta ese momento, está claro que tendré que participar en algún acto o escribir algún artículo sobre la mujer… pero siempre teniendo presente este aspecto.<br />
<br />
<b>En su discurso, hizo referencia a dos autores cristianos, Maritain y Cardó: no es normal, por los tiempos que corren: ¿hemos olvidado nuestras raíces?</b><br />
Yo me crié en una familia cristiana: nunca me he escondido de serlo. Pero es que, además, Unió ha bebido mucho del pensamiento de estos dos autores. Sea como sea, <span style="color: #990000;"><b>¿cómo es posible que se discuta si Europa tiene o no raíces cristianas? ¿Es que vamos a negar nuestra historia?</b></span><br />
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<b>A veces parece que sea un tema tabú</b><br />
Sí. Mira, en una misma legislatura sucedieron dos hechos muy significativos. Cuando murió <b>Juan Pablo II</b>, se pidió un minuto de silencio y en la junta de portavoces se dijo que sí. En el momento de hacerlo, ostensiblemente, un grupo y medio de la cámara se levantó y se fue. Pero, ¡hombre! Aunque sea en señal de respeto: ¡que representa millones de personas, muchas de las cuales te han votado! En cambio, cuando vino el <b>Dalai Lama</b>, todos se daban de bofetadas para saludarle… Esto no tiene ningún sentido.<br />
<br />
<b>¿Cuál cree que tiene que ser el papel de los cristianos en política?</b><br />
De entrada, pienso que es muy importante separar claramente política e Iglesia. Esto no significa que tengas que sustraerte de todo aquello que es tuyo, lo que has vivido o lo que crees. Como presidenta de un parlamento, mi papel tiene que ser muy neutro –en el sentido positivo–, teniendo en cuenta que soy presidenta de todos y represento, por tanto, a 135 diputados. Ahora bien, mis discursos, la elección de dónde voy o dejo de ir, etc., está muy ligado a mi modo de ser y, como soy cristiana –hay muchos cristianos en política– siempre estará presente lo que pienso de la persona, de la comunidad… Es un poco la manera de defender lo que crees y lo que eres, ¿no?<br />
<br />
<b>Quizá sea la falta de coherencia de los políticos lo que haya llevado a unos altos niveles de desafección para con ellos, ¿no le parece?</b><br />
Bueno…; por un lado, pienso que es lo que ocurre con todas las democracias: cuando se ve como algo natural, empieza el desinterés ciudadano. Recuerdo, en los años 70, viajar a Alemania y quedar como hipnotizada viendo los mítines que ahí se hacían, la publicidad… Era algo que estábamos esperando, pero nos sorprendía el alto abstencionismo que había. “Esto no nos pasará”, nos decíamos. “En cuanto tengamos la oportunidad, seguro que no seremos así”… Pero, ya ves: nos hemos acomodado.<br />
<br />
<b>¿Estamos ante una crisis de valores?</b><br />
Yo creo que sí. Valores que siempre habíamos tenido como necesarios para nuestro desarrollo, sencillamente los eliminamos y, cuando uno se da cuenta, ya es tarde:<span style="color: #990000;"> <b>¿hay que llegar al final del túnel para ver que necesitamos la cultura del esfuerzo, el valor de la autoestima, el de la iniciativa, el compromiso personal y colectivo…?</b></span> En todo esto, la familia –que durante muchos años ha quedado abandonada– tiene un papel absolutamente necesario. Es la principal educadora, sin formar compartimentos estancos con la escuela: no sólo en aspectos materiales, sino completamente, como personas; educación integral desde el humanismo, con la inspiración que se quiera, pero total. Entonces, cuando pasas cinco, ocho, diez años, obviando todo esto, pasa lo que está pasando con los informes Pisa o con los que quieras.<br />
<br />
<b>¿Cree que es una situación tan grave como se plantea?</b><br />
Sí; y pienso que lo de los valores es la raíz de esta situación. Hemos vivido en un estado de bienestar más allá de nuestras posibilidades reales y, con el tiempo, ha hecho mella. El problema es que a veces da la sensación de que los que han estado más arriba, o bien no se han dado cuenta o han preferido mirar hacia otro lado; y, cuando en 2007 la crisis era una realidad, y otros países europeos como Alemania, Francia o Italia empezaron a reaccionar, en España perdimos dos años. Yo diría que es la peor crisis que hemos tenido en los últimos cincuenta años. Es más: estamos ante una situación sin soluciones directas, sino que tienes que ser capaz de entender todo el mundo que nos rodea y procurar tomar decisiones que aquí hemos tomado tarde y mal.<br />
<br />
<b>¿Qué querría que se recordara más, de la primera mujer presidenta del parlamento catalán?</b><br />
Que he intentado ser una presidenta abierta a todos y que la vida parlamentaria fuera lo más cómoda posible, sabiendo que cada uno tiene su modo de pensar y ser, su política. Además, me gustaría que se notara la huella de una mujer y que, aún siendo diferentes de los hombres, esta diferencia en positivo se muestre en la toma de decisiones o en la forma de tomarlas...; o en aquello que siempre digo de que las mujeres nos preocupamos tanto del día a día que siempre vamos a tiro hecho y procuramos ir más rápido y si una reunión puede durar veinte minutos, que no dure cuarenta, porque hay que trabajar mucho y bien.<br />
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*****<br />
<b>RECUADRO</b><br />
<b><br />
</b> <b>Núria de Gispert i Català</b>, hoy es muy honorable. Mujer madre. Presidenta del Parlament de Catalunya desde hace ya casi un año: en diciembre pasado se constituía el noveno parlamento catalán de la democracia en España; y ella, la primera mujer en presidir ese hemiciclo. Por ello, se emocionó: oyó su nombre, se levantó y miró hacia donde estaban sus familiares: una docena, entre marido e hijos. Mujer fuerte. No dudó en usar parte de su discurso de investidura para hablar de la situación histórica de la mujer en la sociedad: “Sin contar momentos puntuales, hasta ahora no hemos escrito la historia, pero queremos escribirla en el futuro”. “En el siglo XXI tenemos una imagen más fuerte en cuanto a derechos y participación en la esfera pública, pero hay que seguir luchando asumiendo la diferencia como fuente de igualdad, rompiendo, así, el techo de cristal que no se ve, pero impide alcanzar la igualdad real”. Una diferencia que nos complementa, no nos separa. “Aportamos una visión de la vida distinta, ni mejor ni peor; formas distintas de tomar decisiones”. Mujer fuerte, pero conciliadora. De esas personas que hacen agradable la política, porque la han entendido como servicio: “la política es huir del maniqueísmo de los buenos y los malos; es hacer del diálogo premisa básica de nuestro cuaderno de bitácora; es eliminar de nuestro manual de conducta el insulto; es entender la política como un servicio”. “Sólo si avanzamos juntos fortalecemos y damos cohesión a nuestro país”. Mujer y señora de Barcelona. Un periódico la vistió de hada madrina. Y ella, que querría poder tocar con la varita y acabar con esta crisis. ¿Lo conseguirá? Su simpatía, por lo menos, la hace más llevadera. Veremos.<br />
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Y aquí la versión breve de <i>Newsuic</i>.</div>
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<a href="http://es.scribd.com/doc/79442992/Entrevista-a-Nuria-de-Gispert" style="-x-system-font: none; display: block; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-size-adjust: none; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto; text-decoration: underline;" target="blank" title="View Entrevista a Núria de Gispert on Scribd">Entrevista a Núria de Gispert</a><iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.828146143437077" data-auto-height="false" frameborder="0" height="543" id="doc_52778" scrolling="no" src="http://www.scribd.com/embeds/79442992/content?start_page=1&view_mode=list&access_key=key-7hs92ke8eb6wsnsbas9" width="400"></iframe><br />
</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-34079080087538891712010-07-13T13:26:00.009+02:002010-12-13T17:45:21.153+01:00El Papa, il portavoce y la ambigüedad...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><img border="0" height="160" rw="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh65EqP4voJeVlg-yfHyhZ7M4qZ5l6kMjhNqF9UHHKoTRFxheFuXGn1gHWVi9O1DNotx0KnzAV0zz8kddmB4gkm7RgqRTm6vJqTJMnSoxkHE4EZsOq8nuiOHC3Veeqh795sWMElCgnP2pN5/s400/NV-JFV_blog.jpg" width="400" /></div><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/05/la-voz-del-papa-de-los-jovenes.html">Dije</a> que había hecho una entrevista a <b>Joaquín Navarro-Valls</b>; dije que saldría publicada en dos medios (<i>Newsuic </i>y <i>MC</i>). Lo dije... y así ha sido. Lo que no fue es que la corta -la del periódico de la UIC- saliera en junio. Finalmente vieron la luz casi a la vez. Alguna de las cosas que salen en ésta no salen en la otra. Y -lógicamente, porque es más larga- viceversa.<br />
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Salieron a relucir muchas anécdotas del día a día de Navarro-Valls con el Papa. Sobre todo con <b>Juan Pablo II</b>. Y también cosas del trabajo como <i>portavoce</i> vaticano. Sobre la claridad del Santo Padre en una época de ambigüedad, su <i>feeling</i> con los jóvenes, su humor, su seriedad, su laboriosidad...<br />
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Joaquín Navarro-Valls ha sido un hombre cuyo paso por la historia -"vivía la historia cuando la historia estaba dándose"- le ha hecho una persona madura y reflexiva. Cuando tuvo que anunciar que el Papa estaba muriendo, me sorpendió gratamente cómo todos los medios hablaron de él: de su profesionalidad, de su elegancia, de su siempre estar dispuesto a lo que quisieran preguntarle...<br />
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Pues bien, a ese hombre tuve ocasión de entrevistar y os dejo la versión completa de <i>Mundo Cristiano</i> y la de <i>Newsuic</i>, en pdf, al final. Ya me diréis qué os parece.<br />
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<span class="summarypost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/07/el-papa-il-portavoce-y-la-ambiguedad.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
<span class="fullpost"><br />
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<b>Fue la sombra del Papa durante más de veinte años. Médico por vocación, allá por el año 70, se trasladó a Roma para tener un año sabático; y –como le ocurre a quien no puede estarse cruzado de brazos– ejerció de periodista –su segunda carrera–, como corresponsal de ABC. Lo que nunca imaginó es que acabaría siendo su profesión… Fue la sombra y la voz… En esos años postconciliares, la Iglesia estaba convulsa. “El Papa era –y es– portador de un universo de valores que había que saber transmitir” y no se hacía; o no como los tiempos pedían. Cuando le propusieron ser director de la Sala Stampa dudó aceptarlo. Era entonces presidente de la Asociación de Prensa Extranjera en Roma y el futuro le cambiaba por completo. Cuando preguntó si podía decir que “no”, le respondieron: “a un Papa no se le dice que ‘no’”.</b><br />
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<i>Joaquín Navarro-Valls (Cartagena, 1936), nombrado Doctor Honoris Causa por la Universitat Internacional de Catalunya, el pasado 6 de mayo, es un hombre con un corazón de metal. Como el bronce; se funde cuando se le acerca el calor. Señor, elegante. Serio y divertido a la vez. Duro y difícil de descubrir su interioridad pero frágil: es lo que tiene ese estar quasi in oculto detrás de un santo cargado de personalidad. Por eso, cuando le preguntaron sobre su estado de ánimo ante la inminente muerte de Juan Pablo II, le faltó esa voz que fue del Papa. Reservado para mostrar sus sentimientos, y siempre dispuesto a luchar de sol a sol para ser un buen profesional, en ese momento tenía que decir que su amigo Karol Wojtyła estaba falleciendo. Y la pregunta de su colega… sencillamente le pudo: “Nunca había visto al Papa igual”. Fue su respuesta.</i><br />
<br />
¿Que si éramos amigos?… ¿Qué es la amistad? ¿La mutua confianza? ¿Tener cosas en común? Desde este punto de vista, creo que no hay duda… Con toda la distancia y con todo el respeto que le tenía, estuvimos mucho tiempo juntos. En la salud y en la enfermedad; en el trabajo y en los viajes; en los momentos difíciles y en otros de más tranquilidad… Pero sobretodo por la propia generosidad de Juan Pablo II, que abría las puertas de su amistad y de sus reflexiones personales más íntimas. Si a eso se le quiere llamar amistad, pues sí: éramos muy amigos.<br />
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<b>¿Le mostraba su afecto?</b><br />
Sí, ¡claro! Por mencionar un ejemplo: mi padre enfermó gravemente y tuve la suerte de poder venir de Roma porque no había nada urgente en el trabajo, y estuve con él los dos últimos días. Cuando falleció, volvía yo de de la clínica, con mi madre y, al entrar en casa, sonó el teléfono. Lo descuelgo: “Come sta la mamma?” ¡Era el mismísimo Papa! “Bien, Santo Padre; triste, pero con fuerza. –Bueno; vamos a rezar juntos por ella…”<br />
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<b>La sorpresa de su madre no debió ser pequeña…</b><br />
No, claro…: “¿El Papa!”… Lo que más me impresionó fue cómo, con las veintiocho mil cosas que tendría el Papa en la cabeza, supiera que mi padre acababa de fallecer y consiguiera el teléfono y llamara en ese preciso instante.<br />
<br />
<b>¿Conocemos poco a Juan Pablo II?</b><br />
Era una personalidad tan rica que no es fácil conocerla toda… Se ha escrito, pero queda mucho por decir. Por ejemplo, ¿era un hombre que decidía rápidamente, o digería las cosas durante años? Era más bien reflexivo… Lo que acabó llamándose la “jornada del perdón”, en el jubileo del año 2000, era un tema que estaba en su cabeza desde hacía seis años. Lo pensó, estudió los pros y los contras, lo rezó…<br />
<br />
<b>Algunos pensarían que la prensa lo podría aprovechar para atacar a la Iglesia, ¿no?</b><br />
Sí, algunos pensaban así. Otros, le decían que sí, se podría hacer, pero después de un estudio exhaustivo de aquello por lo que se pedía perdón; otros no estaban nada convencidos… El Papa lo fue madurando y al final, lo hizo.<br />
<br />
<b>¿Cuál fue la respuesta?</b><br />
No sólo se valoró y apreció mucho –tanto desde dentro el cristianismo, como desde fuera–, sino que con el tiempo hubo una reacción en cadena: países, instituciones de todo tipo…, que pedían perdón; a menudo no a Dios, porque no eran creyentes, sino a sus antepasados a los que supuestamente habían ofendido. <b>Aquél acto tuvo mucho valor porque fue un Papa quien inició algo así</b>.<br />
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<b>¿Qué fue lo que más le impresionó de Juan Pablo II?</b><br />
Era un hombre de extraordinario buen humor. No lo abandonó nunca, hasta el momento de su muerte. La mayor parte de fotografías, filmaciones… que conservamos de él proceden de actos públicos, misas…; no son la mejor ocasión para mostrar toda su capacidad de buen humor. Había que verlo estando con él horas y horas, un día y otro, y en muchísimas otras circunstancias.<br />
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<b>¿Era, esto, parte de su santidad?</b><br />
Así, a simple vista, podría parecer que estar de buen humor forma parte de la peculiaridad de la persona… Pero a mí me parece que es una constante en la vida de los santos. A los 16 años es casi obligatorio tener buen humor: es como parte de la biología; a los 40, cuando hay algún problema profesional, un roce con la mujer, el hijo que me sale un poco rana…; entonces, es más difícil. Pero a los 80, mantener el mismo buen humor que cuando se es joven, teniendo el peso que tenía el Papa entonces, con todos los males que padecía… eso no podía proceder más que de alguien que se sabía creado por Dios –que no es fruto del ocaso, por tanto–, y esa convicción le daba un sentido muy optimista de la vida, algo que, por otro lado, es muy propio del cristiano y concretamente de las personas santas.<br />
<br />
<b>A veces se decía que, en sus últimos años de vida, el Papa exhibía demasiado sus achaques…</b><br />
No creo que el Papa exhibiera nada, lo que pasa es que <b>no estaba dispuesto a que sus límites le impidieran realizar lo que tenía que hacer</b>. En una ocasión, alguien le dijo: “Santo Padre, estoy muy preocupado por la salud del Papa –Yo también estoy muy preocupado por la salud del Papa”, le respondió… Es decir, era plenamente consciente de los límites físicos que se le iban imponiendo, pero no reaccionaba con momentos de rebeldía interior, sino que los incorporaba a su misión pontifical. Y ya está.<br />
<br />
<b>Recuerdo una vez, en una de sus últimas apariciones desde la ventana de su habitación, que hizo un gesto con la mano, como quejándose…</b><br />
Por decirlo todo: antes de salir por la ventana –yo estaba también con él–, podía decir alguna palabra. Así, claro: fiado que podría hablar algo, de repente se encuentra con que no podía. Se quedó bloqueado… De ahí ese gesto de contrariedad: “¡pero si hace cinco minutos pude decir algo!”.<br />
<br />
<b>¿<i>Santo súbito</i>?</b><br />
No puedo decir que me haya sorprendido la rapidez con la que está yendo todo su proceso. Como tampoco me sorprendió que antes de que se comenzara se recibieran miles de mensajes que pedían una manifestación pública de la santidad de Juan Pablo II; también de personas que no eran ni católicas ni siquiera cristianas. Hubo la percepción virtualmente unánime de que había cumplido con su proyecto, por decirlo de algún modo. Al menos yo lo interpreto así: la santidad no es un capricho; no es una “santificación”, sino la certificación de que la persona en cuestión ha realizado en su vida el proyecto por el que había sido creado.<br />
<br />
<b>Un proyecto que le llevaría a quedar exhausto…</b><br />
Sí. Había algunos días que acababa humanamente que ya no podía más. Y descansaba mucho menos de lo que habría sido necesario y conveniente para su salud… Algunas veces, cogíamos un coche don Estanislao, el Papa y yo, salíamos por una puerta lateral y…<br />
<br />
<b>¿Se escapaban?</b><br />
Bueno, si quiere llamarlo así… Queríamos que descansara. Nos íbamos a un pequeño lugar no lejos de Roma, dormíamos ahí, y al día siguiente esquiábamos dos o tres horas… No se enteraba nadie más que las tres o cuatro personas que tenían que saberlo, y nos volvíamos a casa. Eso sí: yo me ponía de los nervios por medio del caos circulatorio de Roma, en un coche con el Papa, parando en todos los semáforos: “¡Dios mío! Con el Papa aquí, ¡verdaderamente esto es una página de la historia…!”.<br />
<br />
<b>¿No pasó nunca nada?</b><br />
No, nunca, gracias a Dios. En excursiones por la montaña, a veces le reconocían, y le paraban: un niño en la cola del telesilla, una pareja que, en perfecto alemán entabló una conversación de unos minutos con él, en la frontera con Austria… Todo con perfecta naturalidad.<br />
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<b>Ya se ve que, el suyo, era un trabajo muy variado…</b><br />
Sí, la verdad; y ha sido un trabajo apasionante. Muy intenso, pero apasionante y extraordinario. Profesional y personalmente. <b>Estaba conociendo la historia, mientras la vivía y eso es algo impagable</b>.<br />
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<b>¿Por qué cree que Juan Pablo II se fijó en un hombre que, al fin y al cabo, no dejaba de ser un periodista más?</b><br />
No lo sé. Ni lo sé, ni nunca se lo pregunté. Cuando me llamaron al despacho para decirme que el Papa quería comer conmigo, yo no me lo creía: pedí a mi secretaria que comprobara si era cierto. Y cuando el Santo Padre me lo propuso, dudé aceptarlo; y una vez que lo hice me di cuenta de que tenía que cambiar mis preferencias, mis prioridades… Entonces pensaba que era un trabajo fundamentalmente dirigido a la prensa y a los periodistas, pero enseguida me di cuenta de que no era así: era un trabajo para la opinión pública mundial. Tenía que dedicar mucho tiempo, pensando que cuando me levantaba, en Oriente hacía rato que se habían levantado y, cuando nos acostábamos, más allá del Atlántico tenían varias horas de trabajo por delante. Además, no se trataba de cambiar un sistema comunicativo, sino que en el fondo había que modificar una mentalidad ¡de siglos!<br />
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<b>¿Y el Papa le entendió?</b><br />
“Santo Padre –le dije–, ¿usted quiere, de verdad, que se mejore la comunicación del universo de valores humanos y cristianos de los que hoy el Papa y la Iglesia son portadores? –Sí, exactamente. –Pues entonces hay que cambiar bastantes cabezas… no las personas, sino los modos”. Lo comprendía perfectamente. No podíamos ir pensando que lo mejor es que nos dejaran en paz y que, al menos, pudiéramos hacer. Este es un ideal que, por lo menos yo, no comparto. Había que ser muy transparente.<br />
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<b>¿No le vino nunca el pensamiento de “ya no puedo más”?</b><br />
¡Muchas veces! A veces llegaba a un cansancio, no sólo físico, sino psíquico, por decirlo de algún modo… No sé si el Papa también –a una escala distinta– se lo habría planteado alguna vez… Cuando esto se le presenta a una persona, lo que necesita es un descanso, de al menos 24 horas: caminar, leer… lo que sea. En alguna ocasión le planteé que había que ir pensando en mi relevo, y él me respondía con el mismo tono de humor de siempre: “mmm…; interesante que el doctor Navarro me diga que hay que pensarlo…: recuérdemelo dentro de cinco años”. Y así, ¡hasta tres veces!<br />
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<b>¿Por qué cree que ha sido un Papa tan apreciado? ¿Mediático?</b><br />
El truco de la buena comunicación está en tener algo que decir, y saberlo decir como hay que hacerlo. <b>Juan Pablo II ha hablado muy claro en una época de ambigüedad, y eso era lo que atraía. No fue el Papa de la imagen, sino la persona que decía una cosa muy seria, en un momento preciso que era necesario que lo dijera; y además, lo decía muy bien</b>.<br />
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<b>“Muy bien”, porque sabía transmitirlo…</b><br />
Porque sabía transmitirlo y se ponía, en cada preciso momento, en la mente de quien le escuchaba. El tono de su magisterio era este: muy distinto cuando estaba con los jóvenes que cuando hablaba en la ONU o en Jerusalén, o en la mezquita de Damasco. Juan Pablo II no es que animara a los jóvenes, sino que les decía: “vosotros podéis ser mejores de lo que los demás os dicen que podéis ser. Vosotros sois muy superiores a todas las hipótesis sobre vosotros mismos y que la cultura os está mostrando”. “Sois muy superiores”: aquél lenguaje daba de lleno en la gente que lo escuchaba. Y, evidentemente, no todos eran católicos o cristianos en esas grandes concentraciones mundiales.<br />
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<b>¿Se daba cuenta, el Papa, de la figura histórica en la que se convertía?</b><br />
No lo sé; aunque lo cierto es que no se fijaba en eso. Su mente estaba tan focalizada en que tenía que hacer lo que creía que Dios le pedía, que los hechos históricos, la figura histórica, lo que de eso iba a quedar… eran consideraciones que no interferían. <b>Pero, efectivamente, este Papa ha tenido un papel muy importante en la historia del siglo XX; hoy día, no hay historiador del mundo que no acepte y vea, valore y estudie con atención lo que ha significado su figura</b>.<br />
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<b>También ha trabajado casi dos años con Benedicto XVI: ¿hay mucha diferencia?</b><br />
Las comparaciones son muy arriesgadas… Intelectualmente, hasta cierto punto, e<b>l Papa actual es una persona irrepetible</b>. Cada uno es como es, con unas diferencias inmensas; pero, a la vez, no podemos olvidar que Benedicto XVI, siendo cardenal, fue el primer colaborador que Karol Wojtyła llamó a Roma; que varias veces, cuando Ratzinger cumplió 75 años, pidió al Papa dejarlo marchar a Múnich, donde quería dedicar lo que él decía los últimos años de su vida, a leer y estudiar, y no lo dejaba irse. Además, Benedicto XVI es el Papa de toda la historia de la Iglesia que con más biografía a sus espaldas llegó a la sede de Pedro; de campos extraordinarios que van desde la teología ética a la cultura general… Y todo eso no significa que uno no sea polaco y el otro alemán, eso está claro…<br />
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<b>Ha sido, usted, un hombre privilegiado</b><br />
Bueno, Dios ha querido que así fueran las cosas… Ahora yo he vuelto a mi primer amor profesional. Tenía las baterías ya un poco descargadas y ahora las estoy cargando y he vuelto a la medicina, aunque en realidad no lo había abandonado del todo en estos años… Ahora, miro atrás y veo todo lo que he vivido y me parece increíble. Y no me cabe otra opción que agradecer esta posibilidad que ha habido en mi vida.<br />
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<div style="text-align: left; width: 600px;"><span class="fullpost"><a href="http://issuu.com/jaumefv/docs/navarro-valls?mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true" target="_blank">Open publication</a> - Free <a href="http://issuu.com/" target="_blank">publishing</a> - <a href="http://issuu.com/search?q=santo%20padre" target="_blank">More santo padre</a></span></div></div><span class="fullpost"><br />
<a href="http://www.scribd.com/doc/45211409/Entrevista-a-Joaquin-Navarro-Valls" style="-x-system-font: none; display: block; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-size-adjust: none; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto; text-decoration: underline;" title="View Entrevista a Joaquin Navarro-Valls on Scribd">Entrevista a Joaquin Navarro-Valls</a> <object data="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf" height="600" id="doc_256034451015040" name="doc_256034451015040" style="outline: none;" type="application/x-shockwave-flash" width="100%"> <param name="movie" value="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf"> <param name="wmode" value="opaque"> <param name="bgcolor" value="#ffffff"> <param name="allowFullScreen" value="true"> <param name="allowScriptAccess" value="always"> <param name="FlashVars" value="document_id=45211409&access_key=key-2nz0wtetbjoec9djua52&page=1&viewMode=list"> <embed id="doc_256034451015040" name="doc_256034451015040" src="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf?document_id=45211409&access_key=key-2nz0wtetbjoec9djua52&page=1&viewMode=list" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="600" width="100%" wmode="opaque" bgcolor="#ffffff"></embed> </object></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-24753571817560260072009-12-18T11:11:00.026+01:002010-01-05T12:05:05.882+01:00Cuando el dolor se convierte en un bien<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcLqeVMsny6JgXJTwOWRu0qeY66Uf3sb8ZnmzVAvRj9XATifiKuvS1rwAh1ZlcbpSOdPpjGwEPp_g3lpMlz9dU3TVAoFxXzvnxye8-PxF7CAxdy-5hVrWdOZ2EGeukXscZNvcCKIPGmTGd/s1600-h/vida.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 149px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcLqeVMsny6JgXJTwOWRu0qeY66Uf3sb8ZnmzVAvRj9XATifiKuvS1rwAh1ZlcbpSOdPpjGwEPp_g3lpMlz9dU3TVAoFxXzvnxye8-PxF7CAxdy-5hVrWdOZ2EGeukXscZNvcCKIPGmTGd/s400/vida.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416523018615631730" border="0" /></a>El dolor, objetivamente, es un mal. El hombre está hecho para vivir y poder compartir esta vida con su creador. Pero el dolor, existe: es humano.<br /><br />Hace poco tuve varias conversaciones con Joaquín Romero, enfermo de esclerósis múltiple. Romero tiene 41 años, y lleva casi veinte años pegado en una silla de ruedas. Debido a esta enfermedad, va muriendo cada día un poco... hasta que llegue el día en que no pueda respirar. Y ya está. No obstante, Joaquín Romero es el hombre más feliz del mundo. Es lo que me contaba y lo que pude comprobar. Con él, dan ganas de segir viviendo y de pensar: ¿por qué me estoy quejando cuando tengo todas mis facultades intactas?<br /><br />De esas conversaciones surgió una entrevista publicada en <span style="font-style: italic;">Mundo Cristiano</span>. Os la dejo a continuación. Cuando lo tenga, lo subiré, también, en pdf (abajo).<br /><br /><span class="summarypost"><br /><a href="http://rescrito.blogspot.com/2009/12/cuando-el-dolor-se-convierte-en-un-bien.html">Seguir Leyendo... </a></span><br /><br /><span class="fullpost"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VdPiHhtVoUJspG9YXiHv3U0C5PgQbjat2BXG74Iz2LzDNnO7SBbv_rdfdWfTfwRsUHD_hPlmCvSJh4BEr4l72GfawQ2p9Wbi-0U29zLy6QjhgGWWcu3PJLsuyVK5rj7CtWGXWSb8OMoy/s1600-h/BJ_joaquin.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VdPiHhtVoUJspG9YXiHv3U0C5PgQbjat2BXG74Iz2LzDNnO7SBbv_rdfdWfTfwRsUHD_hPlmCvSJh4BEr4l72GfawQ2p9Wbi-0U29zLy6QjhgGWWcu3PJLsuyVK5rj7CtWGXWSb8OMoy/s320/BJ_joaquin.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416525305262632514" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">Él quería conocer la verdad, sin tapujos. Por eso, cuando le diagnosticaron, hace casi veinte años, esclerosis múltiple –una enfermedad incurable, progresiva y degenerativa– pidió que le explicaran exactamente a qué debía atenerse en adelante: “Te puedes quedar tetrapléjico, ciego, mudo y en cama; pero lo peor es que no consigas superarlo y lo que sólo es una enfermedad psicosomática, acabe siendo algo psíquico”.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hoy, Joaquín Romero tiene 41 años, y hace unos dieciocho que va en silla de ruedas. No puede andar, el brazo izquierdo lo tiene casi perdido, apenas ve, le cuesta respirar y la cabeza le está fallando. Cuando se dio cuenta de que no podría valerse por sí mismo decidió adaptar su casa y montar, con su hermano Borja una empresa que ayudara a personas discapacitadas como él. Un arquitecto técnico y un ingeniero. B&J Adaptaciones es hoy la única empresa española en su campo y, gracias a ella, Joaquín ha podido hablar y ayudar a muchas personas… “de silla a silla”, como él dice. Y es que, a pesar de ser plenamente consciente de su situación, el pesimismo no le pierde y no duda en definir su situación como de “un milagro; un caricia de Dios”…</span><br /><br />Tendría yo 22 ó 23 años. Lo tenía todo perfectamente calculado: había hecho el servicio militar; estudié lo que quise, arquitectura técnica… Ya pensaba en subirme a andamios y dirigir obras. Me gustaba el fútbol. Un día, jugando con mis amigos, fui a chutar el balón, le di con el empeine y entonces empecé a notar como miles de hormigas por todo el cuerpo; luego vino la doble visión y fui al médico.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué te dijo?</span><br /><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 177px; height: 155px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9J9S65LING_k0dASQ7rTyI9Spvte1jW8Z0UI2c_2LD13TF2qUunlPlzvi6ZsVUMNEt_9sYJzhegZ_yKVK-jpB2rxba1okEj-XZEXJ162GbngwwUP1rqRqPWANVySOUDq40JQBFJAdb8j/s400/DECLAS_carreravelocidad.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548253634091794" border="0" />En ese memento, lo que me sonaba más extraño era el psiquiatra, pero me llevaron al neurólogo. ¿Qué era eso? No lo había oído nunca. Mis esquemas se me fueron rompiendo poco a poco. Yo quería que me recetara las medicinas y ya está, todo solucionado. “No, no, Joaquín” me dijo. “La esclerosis es incurable”. “Vale, pues conviviré con ella” le dije –no tenía ni idea de a qué me enfrentaba. “Es una enfermedad progresiva y degenerativa: no es una carrera de velocidad, sino una maratón. Tendrás que ir bien preparado, dosificar tus energías; no a grandes zancadas sino paso a paso”.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Y ¿qué hiciste? ¿Qué pensaste?</span><br />No lo sé. Aún era un poco inconsciente de lo que me ocurría. Me pasaban cosas totalmente inauditas para mí. Mi condición de “cerebrotónico” hacía que quisiera tenerlo todo amarrado, pero era imposible. Gracias a Dios llevaba unos años en el Opus Dei y ahí siempre he tenido a alguien con quien confiar y contar mis problemas. Yo tenía la sensación de que cualquier cosa nueva que me ocurría era algo muy grave. Y lo contaba, y me escuchaban, y nos íbamos a tomar unas copas cerca del mar –soy un apasionado del mar–…; con esa excusa, me conocí todos los chiringuitos de la costa barcelonesa…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWQcSaevRjODJETwas9GpClS7vguFglx5xnZvlcQGyIrxM_lfagAEktdnMczo8DtILJtOctL6Ff3DQmN99qz_seehQ-dHZuNL1tSYeb-pT7Bqc6H9o5nXpqCJjzacK2dfLx9_HfxjTxj7K/s1600-h/DECLAS_valorenfermedad.gif"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 175px; height: 188px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWQcSaevRjODJETwas9GpClS7vguFglx5xnZvlcQGyIrxM_lfagAEktdnMczo8DtILJtOctL6Ff3DQmN99qz_seehQ-dHZuNL1tSYeb-pT7Bqc6H9o5nXpqCJjzacK2dfLx9_HfxjTxj7K/s400/DECLAS_valorenfermedad.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548447335013922" border="0" /></a><span class="fullpost"><span style="font-weight: bold;">¿Así se solucionan las cosas?</span><br />No se solucionan, pero sí consigues objetivarlas un poco más. Muchas veces, el gran problema de personas afectadas con esta enfermedad es que se quedan trabadas por tonterías que en minutos s</span><span class="fullpost">e aclaran. El médico me lo dijo muy claro ya que yo quería conocer exactamente a qué atenerme. Soy enfermo, pero no tonto. Podría quedarme tetrapléjico, ciego, mudo y en cama. </span><span class="fullpost">Pero que lo peor era que lo físico afectara a lo psíquico y entrara en depresión.<br /><span style="font-weight: bold;">Por eso no te detuviste</span><br />Claro. Y por eso, cuando vi que si no hacía algo ya no podría valerme por mí mismo, mi hermano Borja y yo adaptamos mi casa de forma que pudiera controlarlo todo desde la silla, o desde la cama, o desde el ordenador. Así fue como lo que comenzó en esos poco más de 30 metros cuadrados, hoy es ya una empresa –única en España– que construye, adapta y soluciona la vida de miles de discapacitados con problemas similares, peores o iguales al mío. Y lo mejor es que yo puedo hablar a mis clientes de silla a silla…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Habrás visto mucho dolor</span><br />Una vez me llamó una señora pidiéndome una solución para su marido enfermo. Le dije que lo miraría. Pasado poco tiempo, la llamé, pero no estaba. Había ido al funeral de su marido…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">…</span><br />Desde entonces me prometí no desperdiciar ni un segundo de mi vida para ayudar a quien se me acercara. A veces viene un cliente y te pregunta por unas máquinas y al final: “Y tú, ¿qué?”. “¿Qué de qué?”, les digo. “No, ¿que cómo lo llevas?”<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué les dices? ¿Se puede amar el dolor?</span><br />No. Por sí mismo no. El dolor no tiene ningún sentido: el sentido lo tienes que buscar tú. Yo les digo la verdad. Lo que siento y lo que veo. Les digo que estoy atravesando uno de los mejores momentos de mi vida porque sólo ahora he comenzado a intuir un poco el valor tan grande que se esconde detrás de esta enfermedad. Es un misterio el dolor, sí; no nacemos con un manual debajo del brazo en el que se explica: número uno, cómo se lleva; número dos, qué hacer cuando dura más de dos semanas… ¡Qué fácil sería si ya lo supiéramos! Quizá, como Dios nos ha hecho libres, nos deja a nosotros la oportunidad de descubrirlo… “¡Qué Padre más injusto!”, podrías pensar. Pero eso es lo fácil. ¿Por qué no echarte la culpa a ti mismo? En cuanto a inteligencia e intuición, no creo que le falte, a Dios. Quizá te falte a ti; entonces, pregúntate por qué no lo entiendes y te animo a que te acerques a Él a través de los Sacramentos…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOnHnbOG4fyyZVVrg3r1dS-p-oVDq0kTu2TNK_ujRdpxBz-xy2FDrLNx6_TPYezy-N6F7uoP3zshQ2ltq5BfpgxfTvBLIqxye0nLHWaciFXXX-e5kQE9p5d8xFd9-v20Ol09_4gVxNrAAw/s1600-h/DECLAS_familiaeutan.gif"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 189px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOnHnbOG4fyyZVVrg3r1dS-p-oVDq0kTu2TNK_ujRdpxBz-xy2FDrLNx6_TPYezy-N6F7uoP3zshQ2ltq5BfpgxfTvBLIqxye0nLHWaciFXXX-e5kQE9p5d8xFd9-v20Ol09_4gVxNrAAw/s400/DECLAS_familiaeutan.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548938754134226" border="0" /></a><br /><span style="font-weight: bold;">Pero esto es una solución para los que creen…</span><br />¿Qué esperabas que te contara? ¿Que fueras a un grupo de mutua ayuda, donde unirse y quejarse en alto de lo duro que es la sociedad, de lo difícil de nuestra situación…? No. Sólo te puedo decir una cosa: no he estudiado ni por asomo teología, pero que yo sepa no se ha explicado teológicamente por qué se puede vivir con alegría dentro del dolor…; yo, en cambio, lo he conseguido. Y no es broma. En términos de salud, lo he perdido todo. Pero hay una cosa no he perdido jamás: lo que tengo dentro que me da una gran paz; una seguridad de saber que lo que he elegido –por lo que apostado– eso, funciona. Si repaso los años que tengo, no recuerdo nunca haber estado tan bien como ahora. Lo he probado cuando estaba sano y jugaba a fútbol. Cuando estaba con los amigos. Cuando estudiaba y estudiaba mucho… y me funcionaba. Lo sigo usando ahora que estoy enfermo… y justo hoy que me he caído en la calle y me he dado un golpe en la cabeza. Me podría haber hecho daño… pero yo sigo contento. Para mí, lo que estoy viviendo es como un milagro, una caricia de Dios. Puede sonar a risa, a ironía, a locura… no. Esto no lo hace un hombre. Un hombre no es capaz de tener una imaginación tal como para inventar algo tan complejo como todo lo que te estoy contado. No: eso sólo lo sabe y puede hacer Dios.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿No te ha entrado ningún momento de desesperación, una tentación de decir “basta”? ¡También somos de carne y hueso!</span><br />Sí, claro. Muchos. Momentos en que pensaba que Dios se estaba ensañando conmigo y que yo ya había tocado fondo… Recuerdo un cliente que, después de las preguntas “comerciales” pertinentes, me dijo que quería suicidarse. Yo le dije que también lo había pensado alguna vez y comencé a explicarle mi “plan”. Un “plan de suicidio” perfectamente trazado: voy al metro adaptado que tengo cerca de casa, pago, me acerco al andén, me preparo para accionar el joystick de la silla y… ¡Es muy fácil! Pero entonces, cuando ya lo tengo totalmente encantado, le doy la vuelta y reconduzco la conversación: ¿no te parece más bello luchar por la vida?<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hay gente que dice que la eutanasia es una solución</span><br />¿Quién lo dice? ¿Los enfermos, o los que tienen que aguantar a los enfermos? En cuanto a éstos, si realmente aman al enfermo, no pueden encerrarse sencillamente con su “solución”. Eso es injusto egoísmo. Tienen la obligación de formarse y ver que hay muchas opciones. No se puede zanjar un tema tan importante diciendo simplemente: “buena muerte”. Si has oído, aunque sea de lejos, que alguien da una solución, tienes que descubrir cuál es. Si quieres realmente al enfermo –si lo amas de veras–, tienes que buscar todo lo que puedas…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Y si es el mismo enfermo quien lo pide?</span><br />En ese caso me pongo más en su lugar. Hay que hablarle de tú a tú. Le diría: “No pienses que eres un trasto inútil, una sanguijuela… no. Todo lo contrario, tío… tienes la oportunidad de poder hacer ver el valor tan grande que esconde el dolor. Es una misión”. Como las COES. Es importante que la gente entienda que una persona con discapacidad no es una persona inservible.<br /><span style="font-weight: bold;">Todo esto, ¿lo descubriste de la noche a la mañana?</span><br />¡No, no! Esto sería con el manual del que te hablaba… A los quince años ni siquiera se me pasarían por la cabeza estas respuestas. Son cosas que he ido madurando, y ahora veo más claras… pero desde entonces, ¡han pasado más de veinte años! El Joaquín Romero de ahora, no tiene nada que ver con el de ese momento. Si quieres es más radical… pero con un corazón que no le cabe dentro.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué le dirías a Dios cuando llegues al Cielo?</span><br />Le daría un “gracias” y un besazo. Gracias y un beso muy grande por la vida que me ha dado. Porque además, no hubiera deseado otra vida. Deseo lo que Él ha querido. Diría “chapeau”. Si tuviera un sombrero, me lo quitaría. Me pondría de rodillas –porque entonces sí podría– y le diría: “increíble. Lo has bordado”.<br /><p align="center"><br /><embed src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" menu="false" quality="high" scale="noscale" salign="l" flashvars="mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=100105110019-fc00abecab7342f299a37bb752403fc8&docName=romero_esclerosis&username=jaumefv&loadingInfoText=Un%20discapacitado%20no%20es%20un%20ser%20inservible&et=1262689358128&er=6" style="width:420px;height:280px" name="flashticker" align="middle"></embed></p><br /><br />Info: <a href="http://www.bj-adaptaciones.com/" target="blank">B&J Adaptaciones</a><br /></span></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com1