tag:blogger.com,1999:blog-30488834832054397862024-03-05T10:22:21.955+01:00RescritoDe artículos, entrevistas y otras "rescrituras"jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-17858673096474062832012-01-03T11:47:00.001+01:002012-02-16T10:46:31.866+01:00«Bicicleta, cuchara, manzana...»: la vida en tres palabras<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7Ah56wpUxz7IZZKjGOjRktE9P0d1aBmIACV_D2PI1MSWhBl6sQlYSTwrGHvLQohKU5jJuI_A4pMo3EkQaI4GpE0HlQC4Rgcpu55s9gRYwQYrRWwBqBuqwt8WK0UqdjMKj7whUUi2hjjtl/s400/GELLA+ALEJANDRO_ALZHEIMER_newuic_30_ent.jpg" width="400" /></div>
Yo también viví el Alzheimer bastante de cerca: tuve un abuelo que falleció por esta enfermedad. Y lo viví. Tenía, entonces, pocos años, pero me daba perfecta cuenta de la gravedad de este problema cerebral. El año 2011 que acabamos de dejar ha sido el año del Alzheimer: algo aún muy misterioso y difícil de entender y algunos personajes conocidos han impulsado fuertemente la investigación en ella: el ex-president de la Generalitat de Catalunya, <b>Pasqual Maragall</b> u otro presidente, de fuerza mayor: <b>Ronald Reagan</b>.<br />
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Por ello, para conmemorar este año especial, quise entrevistar a uno de los investigadores sobre esta enfermedad de la UIC. <b>Alejandro Gella</b>, muy cortésmente, me recibió en su laboratorio; y ahí, hablamos un buen rato. También del documental <i>Bicicleta, cuchara, manzana </i>(2010), sobre esta enfermedad en Maragall.<br />
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<span class="summarypost"><a href="http://rescrito.blogspot.com/2012/01/bicicleta-cuchara-manzana-la-vida-en.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
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“Bicicleta, cuchara, manzana”…: tres palabras. Tan sólo tres palabras que pueden marcar una vida. Son muy sencillas, pero no todo el mundo las puede recordar. Hoy, son muy famosas gracias al documental sobre Pascual Maragall, que así empieza: “¿me las puedes repetir?” “No; no me acuerdo”… Son los síntomas del Alzheimer. Una enfermedad sobre la que tuve la oportunidad de hablar con el Dr. Alejandro Gella, investigador de la Facultad de Medicina y Ciencias de Salud de la UIC </b><br />
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El paciente empieza a no recordar cosas que le acaban de suceder, mientras tiene buena memoria para las cosas más antiguas. Lo de las tres palabras es una prueba muy usada; cualquiera: libro, manzana, casa…<br />
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<b>Pero, ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué dejan de recordar?</b><br />
Es difícil de explicar en pocas palabras. Hay una proteína en el cerebro que se procesa mal y se va acumulando con el paso del tiempo y al ser tóxica va matando las neuronas. Uno ve una manzana y, entonces, nuestro cerebro conecta unas neuronas con otras hasta llegar al concepto de “manzana”. Es como un entramado de redes de informática: las neuronas van donde la “memoria RAM” ha dejado la “manzana”. Y esa proteína –<i>β-amiloide</i>, se llama–, elimina progresivamente esas “redes”; y es muy rápida: en 5 ó 10 años, desde que se diagnostica, puede provocar la muerte<br />
<b><br /></b>
<b>¿Por los efectos secundarios, o propiamente por el Alzheimer?</b><br />
Esta proteína va atrofiando el cerebro, lo va contrayendo; hasta el punto que una persona que ha tenido esta enfermedad tiene un volumen cerebral mucho más pequeño que el de una persona sana. Esta atrofia se produce especialmente en dos zonas del cerebro que conocemos como hipocampo y corteza, implicadas en procesos cognitivos y en la memoria.<br />
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<b>¿Podemos compararlo con el SIDA, en cuanto a número de personas afectadas?</b><br />
La enfermedad de Alzheimer es peor: es la número 1. Actualmente, en Europa hay 10 millones de afectados y, si seguimos así, se calculan unos 18 dentro de cuarenta años. La cifra a nivel mundial se va doblando cada diez años… En España hay unos 600 mil pacientes diagnosticados con Alzheimer.<br />
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<b>Y no podemos hacer nada</b><br />
No, de momento: hoy no hay nada para curar a un enfermo de Alzheimer. Hasta ahora, los fármacos sólo son capaces de retrasar un poco el deterioro cognitivo, y nada más…<br />
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<b>De todas formas, ¿se podría llegar a detener o a retrasar?</b><br />
Yo creo que sí seremos capaces de curarla en el futuro: detectándola a tiempo y sabiendo dónde actuar, qué agentes atacar o reparar. Al menos pienso que podremos llegar a detenerlo hasta el punto de que la vejez sea tal que no tenga el impacto socioeconómico actual. El problema es que seguimos sin encontrar indicadores que nos digan que esa persona va a desarrollarla con el tiempo. Cuando se descubre ya es demasiado tarde. Pero en eso estamos.<br />
<b><br /></b>
<b>En algunos medios hablan de algunas “vacunas”, y que para el 2018…</b><br />
¡Ojalá sea cierto! Por ahora, creo que son “disparos al aire”. Las investigaciones llevan mucho tiempo: más de 10 años puede durar un proceso desde que se descubre algo, se sintetiza, se hacen pruebas in vitro, después en animales… Si alguien descubriera un fármaco hoy, hasta el 2025 no podría emplearse en humanos.<br />
<b><br /></b>
<b>Pero supongo que cada vez serán más los que la investigan, ¿no?</b><br />
Sí. Poco a poco somos más conscientes de la gravedad y se va inyectando más dinero, tanto público como privado. Pero aún sigue siendo la patología que más costes origina, y en la que menos se invierte. <br />
<b><br /></b>
<b>Y cuanto mayor es la esperanza de vida…</b><br />
Efectivamente, mayor es la probabilidad de padecerlo. No es lo mismo que la demencia senil pero, en el fondo, a la larga todos tenemos muchas posibilidades de padecer Alzheimer…; aunque puedes morir mayor sin tenerlo, lógicamente. En una persona con Alzheimer, digamos que el proceso degenerativo natural de la vejez, se acelera.<br />
<b><br /></b>
<b>¿Cuál es tu experiencia personal, en este mundo?</b><br />
A mis abuelos les conocí con esta enfermedad… Fue muy duro convivir con ella. Perder los recuerdos, vivencias, olvidarte de tus hijos, nietos…; pero procuro separar las emociones, lo personal, con la investigación, que es muy fría, muy impersonal… De todos modos, uno tiene ganas de encontrar algo que cure; algo que les ayude. Sería una gran satisfacción poder ir y decirle: “mira, este fármaco va a curarte…”<br />
<b><br /></b>
<b>Al final, sólo nos queda ese trato más íntimo</b><br />
Sí. Lowenthal y Haven desarrollaron la llamada “teoría del confidente” que me gusta mucho. El confidente alivia al anciano del temor de enfrentarse a lo desconocido y le da su mano. Es una mano firme, dulce… El ser positivo, el estar bien acompañado y tener una calidad de vida, la familia, la dieta mediterránea…: son factores “ambientales” que influyen mucho en retrasar la aparición de la enfermedad. Hay una frase mítica de Maragall que es muy significativa en este sentido: “en ningún sitio está escrito –decía el <i>president</i>– que esta enfermedad sea invencible”. Por eso creó la fundación en la que está metido ahora; y por eso, también, yo soy muy positivo ante lo que podemos llegar a hacer.
<b><br /></b>
<a href="http://es.scribd.com/doc/77010469/Entrevista-a-Alejandro-Gella-sobre-Alzheimer" style="-x-system-font: none; display: block; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-size-adjust: none; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto; text-decoration: underline;" target="blank" title="Entrevista a Alejandro Gella, sobre Alzheimer on Scribd">Entrevista a Alejandro Gella, sobre Alzheimer</a><iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.828146143437077" data-auto-height="true" frameborder="0" height="600" id="doc_83118" scrolling="no" src="http://www.scribd.com/embeds/77010469/content?start_page=1&view_mode=list&access_key=key-xuezyifxel19ktb2wd2" width="100%"></iframe><script type="text/javascript">
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</span></div>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-24753571817560260072009-12-18T11:11:00.026+01:002010-01-05T12:05:05.882+01:00Cuando el dolor se convierte en un bien<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcLqeVMsny6JgXJTwOWRu0qeY66Uf3sb8ZnmzVAvRj9XATifiKuvS1rwAh1ZlcbpSOdPpjGwEPp_g3lpMlz9dU3TVAoFxXzvnxye8-PxF7CAxdy-5hVrWdOZ2EGeukXscZNvcCKIPGmTGd/s1600-h/vida.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 149px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcLqeVMsny6JgXJTwOWRu0qeY66Uf3sb8ZnmzVAvRj9XATifiKuvS1rwAh1ZlcbpSOdPpjGwEPp_g3lpMlz9dU3TVAoFxXzvnxye8-PxF7CAxdy-5hVrWdOZ2EGeukXscZNvcCKIPGmTGd/s400/vida.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416523018615631730" border="0" /></a>El dolor, objetivamente, es un mal. El hombre está hecho para vivir y poder compartir esta vida con su creador. Pero el dolor, existe: es humano.<br /><br />Hace poco tuve varias conversaciones con Joaquín Romero, enfermo de esclerósis múltiple. Romero tiene 41 años, y lleva casi veinte años pegado en una silla de ruedas. Debido a esta enfermedad, va muriendo cada día un poco... hasta que llegue el día en que no pueda respirar. Y ya está. No obstante, Joaquín Romero es el hombre más feliz del mundo. Es lo que me contaba y lo que pude comprobar. Con él, dan ganas de segir viviendo y de pensar: ¿por qué me estoy quejando cuando tengo todas mis facultades intactas?<br /><br />De esas conversaciones surgió una entrevista publicada en <span style="font-style: italic;">Mundo Cristiano</span>. Os la dejo a continuación. Cuando lo tenga, lo subiré, también, en pdf (abajo).<br /><br /><span class="summarypost"><br /><a href="http://rescrito.blogspot.com/2009/12/cuando-el-dolor-se-convierte-en-un-bien.html">Seguir Leyendo... </a></span><br /><br /><span class="fullpost"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VdPiHhtVoUJspG9YXiHv3U0C5PgQbjat2BXG74Iz2LzDNnO7SBbv_rdfdWfTfwRsUHD_hPlmCvSJh4BEr4l72GfawQ2p9Wbi-0U29zLy6QjhgGWWcu3PJLsuyVK5rj7CtWGXWSb8OMoy/s1600-h/BJ_joaquin.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VdPiHhtVoUJspG9YXiHv3U0C5PgQbjat2BXG74Iz2LzDNnO7SBbv_rdfdWfTfwRsUHD_hPlmCvSJh4BEr4l72GfawQ2p9Wbi-0U29zLy6QjhgGWWcu3PJLsuyVK5rj7CtWGXWSb8OMoy/s320/BJ_joaquin.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416525305262632514" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">Él quería conocer la verdad, sin tapujos. Por eso, cuando le diagnosticaron, hace casi veinte años, esclerosis múltiple –una enfermedad incurable, progresiva y degenerativa– pidió que le explicaran exactamente a qué debía atenerse en adelante: “Te puedes quedar tetrapléjico, ciego, mudo y en cama; pero lo peor es que no consigas superarlo y lo que sólo es una enfermedad psicosomática, acabe siendo algo psíquico”.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hoy, Joaquín Romero tiene 41 años, y hace unos dieciocho que va en silla de ruedas. No puede andar, el brazo izquierdo lo tiene casi perdido, apenas ve, le cuesta respirar y la cabeza le está fallando. Cuando se dio cuenta de que no podría valerse por sí mismo decidió adaptar su casa y montar, con su hermano Borja una empresa que ayudara a personas discapacitadas como él. Un arquitecto técnico y un ingeniero. B&J Adaptaciones es hoy la única empresa española en su campo y, gracias a ella, Joaquín ha podido hablar y ayudar a muchas personas… “de silla a silla”, como él dice. Y es que, a pesar de ser plenamente consciente de su situación, el pesimismo no le pierde y no duda en definir su situación como de “un milagro; un caricia de Dios”…</span><br /><br />Tendría yo 22 ó 23 años. Lo tenía todo perfectamente calculado: había hecho el servicio militar; estudié lo que quise, arquitectura técnica… Ya pensaba en subirme a andamios y dirigir obras. Me gustaba el fútbol. Un día, jugando con mis amigos, fui a chutar el balón, le di con el empeine y entonces empecé a notar como miles de hormigas por todo el cuerpo; luego vino la doble visión y fui al médico.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué te dijo?</span><br /><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 177px; height: 155px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9J9S65LING_k0dASQ7rTyI9Spvte1jW8Z0UI2c_2LD13TF2qUunlPlzvi6ZsVUMNEt_9sYJzhegZ_yKVK-jpB2rxba1okEj-XZEXJ162GbngwwUP1rqRqPWANVySOUDq40JQBFJAdb8j/s400/DECLAS_carreravelocidad.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548253634091794" border="0" />En ese memento, lo que me sonaba más extraño era el psiquiatra, pero me llevaron al neurólogo. ¿Qué era eso? No lo había oído nunca. Mis esquemas se me fueron rompiendo poco a poco. Yo quería que me recetara las medicinas y ya está, todo solucionado. “No, no, Joaquín” me dijo. “La esclerosis es incurable”. “Vale, pues conviviré con ella” le dije –no tenía ni idea de a qué me enfrentaba. “Es una enfermedad progresiva y degenerativa: no es una carrera de velocidad, sino una maratón. Tendrás que ir bien preparado, dosificar tus energías; no a grandes zancadas sino paso a paso”.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Y ¿qué hiciste? ¿Qué pensaste?</span><br />No lo sé. Aún era un poco inconsciente de lo que me ocurría. Me pasaban cosas totalmente inauditas para mí. Mi condición de “cerebrotónico” hacía que quisiera tenerlo todo amarrado, pero era imposible. Gracias a Dios llevaba unos años en el Opus Dei y ahí siempre he tenido a alguien con quien confiar y contar mis problemas. Yo tenía la sensación de que cualquier cosa nueva que me ocurría era algo muy grave. Y lo contaba, y me escuchaban, y nos íbamos a tomar unas copas cerca del mar –soy un apasionado del mar–…; con esa excusa, me conocí todos los chiringuitos de la costa barcelonesa…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWQcSaevRjODJETwas9GpClS7vguFglx5xnZvlcQGyIrxM_lfagAEktdnMczo8DtILJtOctL6Ff3DQmN99qz_seehQ-dHZuNL1tSYeb-pT7Bqc6H9o5nXpqCJjzacK2dfLx9_HfxjTxj7K/s1600-h/DECLAS_valorenfermedad.gif"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 175px; height: 188px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWQcSaevRjODJETwas9GpClS7vguFglx5xnZvlcQGyIrxM_lfagAEktdnMczo8DtILJtOctL6Ff3DQmN99qz_seehQ-dHZuNL1tSYeb-pT7Bqc6H9o5nXpqCJjzacK2dfLx9_HfxjTxj7K/s400/DECLAS_valorenfermedad.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548447335013922" border="0" /></a><span class="fullpost"><span style="font-weight: bold;">¿Así se solucionan las cosas?</span><br />No se solucionan, pero sí consigues objetivarlas un poco más. Muchas veces, el gran problema de personas afectadas con esta enfermedad es que se quedan trabadas por tonterías que en minutos s</span><span class="fullpost">e aclaran. El médico me lo dijo muy claro ya que yo quería conocer exactamente a qué atenerme. Soy enfermo, pero no tonto. Podría quedarme tetrapléjico, ciego, mudo y en cama. </span><span class="fullpost">Pero que lo peor era que lo físico afectara a lo psíquico y entrara en depresión.<br /><span style="font-weight: bold;">Por eso no te detuviste</span><br />Claro. Y por eso, cuando vi que si no hacía algo ya no podría valerme por mí mismo, mi hermano Borja y yo adaptamos mi casa de forma que pudiera controlarlo todo desde la silla, o desde la cama, o desde el ordenador. Así fue como lo que comenzó en esos poco más de 30 metros cuadrados, hoy es ya una empresa –única en España– que construye, adapta y soluciona la vida de miles de discapacitados con problemas similares, peores o iguales al mío. Y lo mejor es que yo puedo hablar a mis clientes de silla a silla…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Habrás visto mucho dolor</span><br />Una vez me llamó una señora pidiéndome una solución para su marido enfermo. Le dije que lo miraría. Pasado poco tiempo, la llamé, pero no estaba. Había ido al funeral de su marido…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">…</span><br />Desde entonces me prometí no desperdiciar ni un segundo de mi vida para ayudar a quien se me acercara. A veces viene un cliente y te pregunta por unas máquinas y al final: “Y tú, ¿qué?”. “¿Qué de qué?”, les digo. “No, ¿que cómo lo llevas?”<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué les dices? ¿Se puede amar el dolor?</span><br />No. Por sí mismo no. El dolor no tiene ningún sentido: el sentido lo tienes que buscar tú. Yo les digo la verdad. Lo que siento y lo que veo. Les digo que estoy atravesando uno de los mejores momentos de mi vida porque sólo ahora he comenzado a intuir un poco el valor tan grande que se esconde detrás de esta enfermedad. Es un misterio el dolor, sí; no nacemos con un manual debajo del brazo en el que se explica: número uno, cómo se lleva; número dos, qué hacer cuando dura más de dos semanas… ¡Qué fácil sería si ya lo supiéramos! Quizá, como Dios nos ha hecho libres, nos deja a nosotros la oportunidad de descubrirlo… “¡Qué Padre más injusto!”, podrías pensar. Pero eso es lo fácil. ¿Por qué no echarte la culpa a ti mismo? En cuanto a inteligencia e intuición, no creo que le falte, a Dios. Quizá te falte a ti; entonces, pregúntate por qué no lo entiendes y te animo a que te acerques a Él a través de los Sacramentos…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOnHnbOG4fyyZVVrg3r1dS-p-oVDq0kTu2TNK_ujRdpxBz-xy2FDrLNx6_TPYezy-N6F7uoP3zshQ2ltq5BfpgxfTvBLIqxye0nLHWaciFXXX-e5kQE9p5d8xFd9-v20Ol09_4gVxNrAAw/s1600-h/DECLAS_familiaeutan.gif"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 189px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOnHnbOG4fyyZVVrg3r1dS-p-oVDq0kTu2TNK_ujRdpxBz-xy2FDrLNx6_TPYezy-N6F7uoP3zshQ2ltq5BfpgxfTvBLIqxye0nLHWaciFXXX-e5kQE9p5d8xFd9-v20Ol09_4gVxNrAAw/s400/DECLAS_familiaeutan.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548938754134226" border="0" /></a><br /><span style="font-weight: bold;">Pero esto es una solución para los que creen…</span><br />¿Qué esperabas que te contara? ¿Que fueras a un grupo de mutua ayuda, donde unirse y quejarse en alto de lo duro que es la sociedad, de lo difícil de nuestra situación…? No. Sólo te puedo decir una cosa: no he estudiado ni por asomo teología, pero que yo sepa no se ha explicado teológicamente por qué se puede vivir con alegría dentro del dolor…; yo, en cambio, lo he conseguido. Y no es broma. En términos de salud, lo he perdido todo. Pero hay una cosa no he perdido jamás: lo que tengo dentro que me da una gran paz; una seguridad de saber que lo que he elegido –por lo que apostado– eso, funciona. Si repaso los años que tengo, no recuerdo nunca haber estado tan bien como ahora. Lo he probado cuando estaba sano y jugaba a fútbol. Cuando estaba con los amigos. Cuando estudiaba y estudiaba mucho… y me funcionaba. Lo sigo usando ahora que estoy enfermo… y justo hoy que me he caído en la calle y me he dado un golpe en la cabeza. Me podría haber hecho daño… pero yo sigo contento. Para mí, lo que estoy viviendo es como un milagro, una caricia de Dios. Puede sonar a risa, a ironía, a locura… no. Esto no lo hace un hombre. Un hombre no es capaz de tener una imaginación tal como para inventar algo tan complejo como todo lo que te estoy contado. No: eso sólo lo sabe y puede hacer Dios.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿No te ha entrado ningún momento de desesperación, una tentación de decir “basta”? ¡También somos de carne y hueso!</span><br />Sí, claro. Muchos. Momentos en que pensaba que Dios se estaba ensañando conmigo y que yo ya había tocado fondo… Recuerdo un cliente que, después de las preguntas “comerciales” pertinentes, me dijo que quería suicidarse. Yo le dije que también lo había pensado alguna vez y comencé a explicarle mi “plan”. Un “plan de suicidio” perfectamente trazado: voy al metro adaptado que tengo cerca de casa, pago, me acerco al andén, me preparo para accionar el joystick de la silla y… ¡Es muy fácil! Pero entonces, cuando ya lo tengo totalmente encantado, le doy la vuelta y reconduzco la conversación: ¿no te parece más bello luchar por la vida?<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hay gente que dice que la eutanasia es una solución</span><br />¿Quién lo dice? ¿Los enfermos, o los que tienen que aguantar a los enfermos? En cuanto a éstos, si realmente aman al enfermo, no pueden encerrarse sencillamente con su “solución”. Eso es injusto egoísmo. Tienen la obligación de formarse y ver que hay muchas opciones. No se puede zanjar un tema tan importante diciendo simplemente: “buena muerte”. Si has oído, aunque sea de lejos, que alguien da una solución, tienes que descubrir cuál es. Si quieres realmente al enfermo –si lo amas de veras–, tienes que buscar todo lo que puedas…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Y si es el mismo enfermo quien lo pide?</span><br />En ese caso me pongo más en su lugar. Hay que hablarle de tú a tú. Le diría: “No pienses que eres un trasto inútil, una sanguijuela… no. Todo lo contrario, tío… tienes la oportunidad de poder hacer ver el valor tan grande que esconde el dolor. Es una misión”. Como las COES. Es importante que la gente entienda que una persona con discapacidad no es una persona inservible.<br /><span style="font-weight: bold;">Todo esto, ¿lo descubriste de la noche a la mañana?</span><br />¡No, no! Esto sería con el manual del que te hablaba… A los quince años ni siquiera se me pasarían por la cabeza estas respuestas. Son cosas que he ido madurando, y ahora veo más claras… pero desde entonces, ¡han pasado más de veinte años! El Joaquín Romero de ahora, no tiene nada que ver con el de ese momento. Si quieres es más radical… pero con un corazón que no le cabe dentro.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué le dirías a Dios cuando llegues al Cielo?</span><br />Le daría un “gracias” y un besazo. Gracias y un beso muy grande por la vida que me ha dado. Porque además, no hubiera deseado otra vida. Deseo lo que Él ha querido. Diría “chapeau”. Si tuviera un sombrero, me lo quitaría. Me pondría de rodillas –porque entonces sí podría– y le diría: “increíble. Lo has bordado”.<br /><p align="center"><br /><embed src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" menu="false" quality="high" scale="noscale" salign="l" flashvars="mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=100105110019-fc00abecab7342f299a37bb752403fc8&docName=romero_esclerosis&username=jaumefv&loadingInfoText=Un%20discapacitado%20no%20es%20un%20ser%20inservible&et=1262689358128&er=6" style="width:420px;height:280px" name="flashticker" align="middle"></embed></p><br /><br />Info: <a href="http://www.bj-adaptaciones.com/" target="blank">B&J Adaptaciones</a><br /></span></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com1