tag:blogger.com,1999:blog-30488834832054397862024-03-05T10:22:21.955+01:00RescritoDe artículos, entrevistas y otras "rescrituras"jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.comBlogger4125tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-85634384033979867042012-05-09T17:47:00.002+02:002012-05-15T13:13:22.923+02:00Historia del hombre que sabía escuchar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="185" src="http://1.bp.blogspot.com/-J77zn-5VRvk/T6qN4BICpUI/AAAAAAAABBk/TBbhcSEp4ns/s400/DSC_2352.jpg" width="400" /></div>
<br />
No conocía a<b> Miguel Aranguren</b>. Había oído hablar de él. Tampoco había leído nada suyo; pero sí conocía unos cuantos libros escritos por él. Y se lo dije claramente, cuando le entrevisté. Digamos que le hice una entrevista queriendo saber si sería capaz de convencerme para que me "metiera" en alguna de sus novelas: eso no se lo dije, y creo que lo consiguió: alguna de sus obras ya me están esperando en <i>pole position </i>de libros que tendré que leer en cuanto tenga un poco de tiempo.<i> </i>Entre otras cosas, me convenció lo bien que me recibió. Sobre todo después: cuando descubrí que el algo más de una hora de grabación era tan solo un completo silencio ensordecedor. ¡Ay, la tecnología sumada al despiste! No supe si reír o llorar. Pero Aranguren me comprendió: él sí se rió -por lo que entendí que yo también tenía que hacerlo; se rió, y me atendió una, dos... hasta tres veces. Y pienso que si lo volviera a "molestar", estaría otra vez al otro lado de la línea.<br />
<br />
Bueno: pues de lo que recordé en esa conversación, y de las otras "lineales", salió esta entrevista, publicada en el último número de <i>Newsuic</i>.<br />
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<span class="summarypost"><a href="http://rescrito.blogspot.com.es/2012/05/historia-del-hombre-que-sabia-escuchar.html">Seguir Leyendo... </a> </span> <br />
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<span class="fullpost"> <b> Miguel Aranguren (42) –escritor– es un hombre de habla pausada. Como si de cada palabra dependiera mucho. Quizá consciente de que ésas son las letras que después darán forma a su imaginación, creadora de sus personajes, aventuras e historias. Con él, no hay prisa: y no importa, tampoco. Me lo imagino en su estudio, inventando mundos que le dan el “privilegio de colarse en vidas ajenas y susurrarles” esos relatos de espías rusos, adolescentes, científicos, animales parlantes, exploradores… Cuentos y novelas. Y también esculturas, dibujos, ensayos… y algo de periodista. Un hombre polifacético que se define como un romántico que no dudó en vivir unos días en el zoo para preparar su última novela, <i>El arca de la isla</i>.</b><br />
<br />
<span style="color: #990000;"><b> Soy un romántico al que le gusta ponerse retos día a día</b></span>. No quiero encasillarme, ni ser un escritor de género; sino lanzarme hacia nuevas metas que, a su vez, sorprendan y me den el regalo de nuevos lectores. Porque, para mí, <b><span style="color: #990000; font-size: large;">es un privilegio colarme en vidas ajenas y susurrarles mis historias</span></b>: con el tiempo te das cuenta del efecto multiplicador que tiene la letra impresa y de cómo lo que habías escrito en la soledad de un estudio, de pronto cobra vida en cada lector. Es apasionante. <br />
<br />
<b>¿Qué es lo que más te gusta plasmar en palabras?</b><br />
No creo que tenga preferencias. En ocasiones es más complejo trazar un paisaje midiendo los recursos estilísticos y en otras parece casi imposible resolver la conversación entre dos personajes. Sea como sea, <b><span style="color: #990000;"><span style="font-size: large;">me gusta escribir historias humanas</span>: dejarme sorprender por la creación e intentar que el lector se identifique con lo que escribo</span></b> y que sea él quien construya su escenario y sus personajes; a su modo: es la maravillosa libertad creativa del lector.<br />
<br />
<b> Se identifique y huya un poco…</b><br />
Sí, pero que con esta “huida” –si quieres llamarla así– que se atreva, sobretodo, a aprender; de las historias que se cuentan. Experimentamos otras vidas, nos hacemos el personaje: sufrimos y amamos con él. <b><span style="color: #990000;">Hay gente que no lee ni los periódicos, cuando es muy importante hacerlo; <span style="font-size: large;">leer, escuchar, es fundamental para aprender de la experiencia de los demás</span></span></b>: no podemos empezar de cero cada vez que queremos hacer algo. No hay otro modo de crecer todos los días un poco.<br />
<br />
<b>Y con tus libros, ¿la gente, crece?</b><br />
No lo sé. Es lo que intento… Una vez, andando por la calle, se me acercó una señora y me preguntó si era el escritor de tal libro. “Sí, señora”, le dije. “Pues quiero agradecérselo mucho porque me ayudó a cambiar”. Entonces, yo me derrito… Intentas separarte de todo esto, para no dormirte en los laureles, pero eso te empuja a seguir haciendo lo que haces. <b><span style="color: #990000;">A mí me gustaría recuperar a ese artista que a pesar de sus personales miserias lograba que el público mirara hacia arriba y se extasiara ante un equilibrio con el que podía vivir mejor</span></b>; no a ese otro que se autodenomina “artista” y cree que puede sacarse toneladas de arte de la manga que, en realidad, casi nadie entiende y deja una dosis de malestar.<br />
<br />
<b>¿Es el malestar que puedes dejar cuando hablas de la muerte, en tu novela<i> Desde un tren africano</i>? No es un tema fácil…</b><br />
¿Por qué no hablar de ella? <b><span style="color: #990000;">De alguna manera, unos y otros nos tenemos que enseñar a vivir y a morir.</span><span style="color: #990000; font-size: large;"> La muerte es como el otro lado del espejo de la vida</span></b>. Es verdad que en el caso de esa mi primera novela, la muerte se encuentra desde la primera a la última página, y pienso que sea esa, precisamente, la razón de que se siga leyendo –y vendiendo– después de veinte años. ¿Nos interesa? La miramos como algo ajeno a nosotros, y esta postura anuncia que llevamos dentro una semilla de inmortalidad; pero eso no implica que no tengamos que enfrentarnos a ella antes o después.<br />
<br />
<b>De <i>El arca de la isla</i> se desprende que también te interesan los animales y las plantas</b><br />
Es el hombre, lo que me interesa siempre:<b><span style="color: #990000;"> si la vida es el regalo más importante que cada uno de nosotros hemos recibido, ¿qué no decir de la naturaleza en la que nos desenvolvemos?</span></b> El hombre está en la cúspide de las cosas creadas, de tal forma que existe una ligazón de dependencia respecto al paisaje y sus habitantes: plantas y animales. La naturaleza, vista de este modo, se convierte en el mejor de los escenarios en los que desarrollar una novela.<br />
<br />
<b> Hablas de la vida y, a veces, contrapuesta a la ciencia… ¿dónde están los límites?</b><br />
Son límites delgadísimos: es lo que ocurre con todo lo que es importante. Por ello, <b><span style="color: #990000;">se necesita cierto cúmulo de virtudes para entender que toda vida –y, por supuesto, la vida más débil– es digna en sí misma y tiene derecho a la mayor protección</span></b>. Así es como lo veo y es lo que quiero reflejar en mi novela y en lo que escribo. Por eso me apasiona tanto la vida humana.<br />
<br />
<b>¿Qué es lo que hace que la vida sea merecedora de vivirla?</b><br />
El día de hoy, al que a lo mejor me he asomado con poco ánimo. Y el día de mañana, que no sabemos cómo será. Ser dueños de nosotros mismos, actuar, transformar las realidades en el trabajo, forjar lazos de amor a través de la familia...,<span style="color: #990000; font-size: large;"><b> son cosas demasiado apetecibles como para no querer vivirlas</b></span>.<br />
<br />
<b>¿No has pensado, nunca, perder algo de tu libertad creadora, para venderte al mejor postor?</b><br />
Siempre es tentador…; pero al final llega la frustración de haber regalado tu voz a quien no la merece. Yo soy libre cuando escribo porque no me tengo que disfrazar de nada. Quien me lee me conoce. Quien me lee mucho, me conoce muy bien. Y no lo cambio por nada.<br />
<br />
<b>Pero alguna vez te has dejado llevar por el “oportunismo”, con <i>La sangre del pelícano</i>, que venía a rebufo de <i>El código da Vinci</i> ¿no?</b><br />
Ojo, el oportunismo yo no lo acepto.<span style="color: #990000;"><b> ¿Quién puede realmente confeccionar una novela de misterio espiritual?... Yo lo tengo claro: aquel escritor que, además de conocer lo externo de ese mundo espiritual, respete esa dimensión en el hombre e, incluso, la viva</b></span>. Hemos dejado pasar muchos títulos sin sentido en el que autores completamente analfabetos de la Historia de la Salvación, se lanzan a darnos lecciones sobre la Iglesia, el Papa y hasta el mismísimo Jesucristo. Y, al final, quien tiene más autoridad, es quien está más cerca de Cristo: el prohombre.<br />
<br />
<b> ¿Pero, podemos contar algo que no esté ya contado?</b><br />
Está todo contado desde hace siglos. Pero desde distintos puntos de vista. Este es, para mí, el oficio más bonito del mundo. Si hay rectitud en tus intenciones, el escritor logra prestar un gran servicio a los demás. Y esto, a lo largo de los siglos. Por eso me gusta.<br />
<br />
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</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-25181477230654116362010-01-15T14:22:00.026+01:002012-10-09T16:25:14.136+02:00Más de 30 años detrás del Muro de Berlín<div style="text-align: center;">
<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5427329101758243938" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLe8qwgYls3y0Whkry8QtZv6nvOuemAnstIhyFoBhyphenhyphen3IogIFmEsF_GCFF8PqjZKOS3bxlJz2v1mMSvWA8cEAB0fIFc4W1HQRAz4Qmrdz5SS6eith1Mf4tJZyruLA59A45hjlh-CTRkel39/s400/muro-berlin.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 154px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></div>
<div>
<b>Dieter Wendland</b> no es uno de esos hombres cuyo nombre produzca millones de búsquedas en google... pero es un hombre que vivió una época que le hace distinto... por lo menos, con una carga de experiencia que no tiene cualquiera. Y como él, hay muchos otros: <b>alemanes que un día, al despertarse, quedaron encerrados por unas paredes</b> -un inmenso muro- custodiadas por perros, soldados armados, alambrada... Era el Muro de Berlín y Wendland tenía entonces unos 12 años. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div>
Hoy diseñador de prestigio y fotógrafo, el pasado mes de noviembre, contó su experiencia en la <a href="http://www.uic.es/" target="blank">UIC</a>. Estuvo más de una hora, con su mujer (que también vivió en Berlín del Este todos esos años), y no se hizo nada largo. Todo lo contrario... De hecho, después yo seguí hablando con él. De ahí surgió, esta entrevista. Por suerte, tenía al profesor Banús que me iba traduciendo perfectamente del alemán: ¡cuánto me gustaría poder entenderlo y hablarlo!</div>
<span class="summarypost"><br />
<a href="http://rescrito.blogspot.com/2010/01/mas-de-30-anos-detras-del-muro-de.html">Seguir Leyendo... </a><br />
</span><br />
<span class="fullpost"><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5427330710671010738" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga49bgEga80m4eIQh0Luxk_tgdri9rH2j7dVX9LmdhpbSRnZaZfITA_iU6e_ZjlHqgLvQKFogB1kTPlSXtoZ26dlCsvMTv48m47vXP80f6-r4XTpSzL9Yy8a0MmxOuZQs9az-lnxBULx0z/s400/BERLIN_11_blog.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: left; height: 400px; margin: 0 10px 10px 0; width: 183px;" /></span></span><br />
<div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">“Imagina que, de repente –de la noche al día–, aparecen las Ramblas partidas en dos. De un lado, la gente mira sorprendida, pero hace vida normal; del otro, el mundo</span></span></div>
<div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">está encerrado. Separados por un gran muro con alambres, perros de caza, hombres armados y… quien intente cruzarlo, es automáticamente fusilado”. Así describe Dieter Wendland lo que vivió la noche del 13 de agosto de 1961. Tendría entonces 12 ó 13 años y su familia quedaba dividida por una barrera infranqueable. Él, con sus padres y dos hermanos, en el este; y al otro lado, un hermano. Fueron casi 40 años vividos sin ningún tipo de libertad. Wendland estuvo en la UIC con su mujer en un acto conmemorativo de los 20 años de la caída del muro. Ahí contó su experiencia.</span></span></div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><br />
</span></span><br />
<div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span">Vivir en Berlín Oriental era una situación asfixiante. Si no fuera por el apoyo de los amigos y familia, hubiera sido imposible aguantarlo. Mi hermano fue condenado a prisión dos años y medio por –según decían– “calumnias al estado”. Era un asunto completamente ficticio. Siempre nos quedábamos en casa porque sabías que fuera había enemigos; alguien que te espiaba. Incluso entre los más allegados podía haber gente que informara.</span></span></div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><br />
<div>
<b>¿Qué tipo de información pasaban?</b></div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">De todo. Desde conversaciones que teníamos por teléfono o por la calle, a cosas tan surrealistas como lo que leímos en los documentos que tenían los servicios secretos sobre mi mujer: “ha colgado ropa a secar en el balcón”. ¡Absurdo!…; pero era así.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Eran plenamente conscientes de esta situación?</b></div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sabíamos que nos espiaban, pero no teníamos ni idea de las dimensiones a las que llegaba ese espionaje. Cuando lo supimos, nos asustamos mucho y, en parte, nos entristeció. En mi documentación, en lo que existe de mí, se ve que había diecisiete personas informando sobre mi vida. Y mientras yo lo leía, a mi lado había una persona leyendo su información y llorando. En los textos se proponían medidas que había que tomar contra las personas. Cosas como “entrar en la vida íntima de las personas y disolverlas”. ¡Qué significaba eso de “disolver”? Incluso el lenguaje que se utilizaba nos asustó mucho.</span></div>
<br />
<div>
<b>No es para menos…</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Entre los años 53 y 61 hubo tres millones de personas que consiguieron pasar de la parte oriental de Berlín a la occidental para, luego, huir o emigrar –como se lo quiera llamar– a la RFA. Muchos más lo intentaron sin éxito: en coche, con escaleras, vehículos voladores de todo tipo… Unos, fusilados; a otros se les implantaba unos castigos draconianos; “violadores de las fronteras”, se les llamaba. La pésima situación económica llevó a las negociaciones con la Alemania Occidental: petróleo, carbón… Además, desde esa Alemania se intentaba sacar a los encarcelados injustamente, pagando por ellos entre 20 y 120 mil marcos alemanes [un marco alemán de entonces costaba unas 80 pesetas]. Ni siquiera el gran crédito de mil millones, otorgado por occidente en 1981, sirvió para recuperar la situación económica.</span></div>
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<div>
<b>¿Y por qué no hacían nada?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Piensa que eso no era como Barcelona, donde puedes levantarte cada mañana e ir a tomar un café con tus amigos y pasear por donde quieras… Viviendas vacías, faltaban médicos: la vida social se iba deteriorando poco a poco. No se podía organizar nada con sentido y los que realmente eran capaces de asumir riesgos, intentaban irse o tenían dinero para pagar la salida al gobierno… </span></div>
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<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5427337123209522786" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXyxwUR1ZMlGn21a-jBTDn63iqYC2emvjYA7OGFaosf7NCheaonqmbRZE_VBW905vXAZGrKHzpNVI1WFBnwNTA8oZIb_DZnTaCNGoXRTV3BYdZBY6eua0coXChv7CNcArJXgBqix8Y36pH/s400/BERLIN_7_blog.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 141px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /><div>
<b>La situación era cada vez más insostenible, ¿no?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">A finales de los 70, principios de los 80 muchos buscaron espacios de diálogo dentro de comunidades protestantes, en las iglesias. Se animaban y buscábamos motivos por los que luchar y vivir.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Qué hacía el gobierno?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Honecker, el jefe de estado de la RDA, estaba convencidísimo de que íbamos por el buen camino hacia el socialismo y que, por lo tanto, todo pasaba por ahí. Pero, el país estaba cada vez peor y el pueblo quería vivir en paz. Todos los años, el 8 de enero había manifestaciones oficiales en recuerdo de Rosa Luxemburg. En 1988, aparecieron unos manifestantes que, al margen de la oficialidad, llevaban una pancarta citando a Luxemburg: "la libertad solo existe si realmente es libertad para el que piensa de otra manera".</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Eso fue la gota que colmó el vaso?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><divz><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sí. Ese año fue la revuelta de Tiananmen, y aquí el gobierno hablaba de la “solución china” como lo correcto. Teníamos mucho miedo. Después Hungría abría las puertas hacia Austria, con lo que un éxodo de alemanes salía hacia la RFA por ahí. Cuando Honecker cerró las fronteras, cerca de cinco mil personas se refugiaron en la embajada de la Alemania Occidental, en Praga. Por si fuera poco, en esos momentos se celebraban los 40 años de la constitución del país y todo el mundo retransmitía en directo lo que pasaba: miles de personas comenzaron a manifestarse en torno al lugar donde se estaba conmemorando el aniversario. Hubo más de mil detenciones, muchas de ellas, personas que no tenían nada que ver, pero que estaban ahí. Fueron maltratadas: se vio cómo pegaban –con toda la intención–, al estómago de una mujer embarazada; trataron a las personas como animales…</span></divz><br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800;"><br />
</span></div>
<div>
<b>Y entonces…</b></div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Entonces sucede lo que todo el mundo conoce del 9 de noviembre de 1989. Por un malentendido sobre quién era el responsable de autorizar que alguien viajara, en un momento determinado, a occidente, se comenzó a reunir mucha gente frente a los pasos fronterizos. Miles de personas que exigían pasar porque –decían– “el gobierno de este país ha declarado que podemos viajar donde queramos”.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Así? ¿Sin más?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Hay que imaginarse la situación: puestos fronterizos cerrados; el muro; el alambre de espino; la vigilancia… Y varios centenares de personas que se acercan. Los guardias no sabían nada de lo que les decían, y al teléfono, nadie respondía. Ningún responsable. Miles de personas: cada vez más. ¿Qué hacer? O disparar y provocar una sangría, o abrir.</span></div>
<br />
<div>
<b>No hubo sangría</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Cruzamos la frontera, en medio de una masa de gente absolutamente eufórica que veía que nadie impedía la salida. Una auténtica locura. La única pregunta que nos hacíamos era: “¿por qué ha durado 40 años? ¿Por qué no habíamos venido antes a decir que nos dejaran pasar?”.</span></div>
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><a href="http://www.scribd.com/document_downloads/25303593?extension=pdf" title="descargar entrevista en pdf">Entrevista a Dieter Wendland</a></span><br />
<div align="center">
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<br />
</span></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-24753571817560260072009-12-18T11:11:00.026+01:002010-01-05T12:05:05.882+01:00Cuando el dolor se convierte en un bien<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcLqeVMsny6JgXJTwOWRu0qeY66Uf3sb8ZnmzVAvRj9XATifiKuvS1rwAh1ZlcbpSOdPpjGwEPp_g3lpMlz9dU3TVAoFxXzvnxye8-PxF7CAxdy-5hVrWdOZ2EGeukXscZNvcCKIPGmTGd/s1600-h/vida.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 149px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcLqeVMsny6JgXJTwOWRu0qeY66Uf3sb8ZnmzVAvRj9XATifiKuvS1rwAh1ZlcbpSOdPpjGwEPp_g3lpMlz9dU3TVAoFxXzvnxye8-PxF7CAxdy-5hVrWdOZ2EGeukXscZNvcCKIPGmTGd/s400/vida.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416523018615631730" border="0" /></a>El dolor, objetivamente, es un mal. El hombre está hecho para vivir y poder compartir esta vida con su creador. Pero el dolor, existe: es humano.<br /><br />Hace poco tuve varias conversaciones con Joaquín Romero, enfermo de esclerósis múltiple. Romero tiene 41 años, y lleva casi veinte años pegado en una silla de ruedas. Debido a esta enfermedad, va muriendo cada día un poco... hasta que llegue el día en que no pueda respirar. Y ya está. No obstante, Joaquín Romero es el hombre más feliz del mundo. Es lo que me contaba y lo que pude comprobar. Con él, dan ganas de segir viviendo y de pensar: ¿por qué me estoy quejando cuando tengo todas mis facultades intactas?<br /><br />De esas conversaciones surgió una entrevista publicada en <span style="font-style: italic;">Mundo Cristiano</span>. Os la dejo a continuación. Cuando lo tenga, lo subiré, también, en pdf (abajo).<br /><br /><span class="summarypost"><br /><a href="http://rescrito.blogspot.com/2009/12/cuando-el-dolor-se-convierte-en-un-bien.html">Seguir Leyendo... </a></span><br /><br /><span class="fullpost"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VdPiHhtVoUJspG9YXiHv3U0C5PgQbjat2BXG74Iz2LzDNnO7SBbv_rdfdWfTfwRsUHD_hPlmCvSJh4BEr4l72GfawQ2p9Wbi-0U29zLy6QjhgGWWcu3PJLsuyVK5rj7CtWGXWSb8OMoy/s1600-h/BJ_joaquin.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VdPiHhtVoUJspG9YXiHv3U0C5PgQbjat2BXG74Iz2LzDNnO7SBbv_rdfdWfTfwRsUHD_hPlmCvSJh4BEr4l72GfawQ2p9Wbi-0U29zLy6QjhgGWWcu3PJLsuyVK5rj7CtWGXWSb8OMoy/s320/BJ_joaquin.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416525305262632514" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;">Él quería conocer la verdad, sin tapujos. Por eso, cuando le diagnosticaron, hace casi veinte años, esclerosis múltiple –una enfermedad incurable, progresiva y degenerativa– pidió que le explicaran exactamente a qué debía atenerse en adelante: “Te puedes quedar tetrapléjico, ciego, mudo y en cama; pero lo peor es que no consigas superarlo y lo que sólo es una enfermedad psicosomática, acabe siendo algo psíquico”.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hoy, Joaquín Romero tiene 41 años, y hace unos dieciocho que va en silla de ruedas. No puede andar, el brazo izquierdo lo tiene casi perdido, apenas ve, le cuesta respirar y la cabeza le está fallando. Cuando se dio cuenta de que no podría valerse por sí mismo decidió adaptar su casa y montar, con su hermano Borja una empresa que ayudara a personas discapacitadas como él. Un arquitecto técnico y un ingeniero. B&J Adaptaciones es hoy la única empresa española en su campo y, gracias a ella, Joaquín ha podido hablar y ayudar a muchas personas… “de silla a silla”, como él dice. Y es que, a pesar de ser plenamente consciente de su situación, el pesimismo no le pierde y no duda en definir su situación como de “un milagro; un caricia de Dios”…</span><br /><br />Tendría yo 22 ó 23 años. Lo tenía todo perfectamente calculado: había hecho el servicio militar; estudié lo que quise, arquitectura técnica… Ya pensaba en subirme a andamios y dirigir obras. Me gustaba el fútbol. Un día, jugando con mis amigos, fui a chutar el balón, le di con el empeine y entonces empecé a notar como miles de hormigas por todo el cuerpo; luego vino la doble visión y fui al médico.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué te dijo?</span><br /><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 177px; height: 155px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl9J9S65LING_k0dASQ7rTyI9Spvte1jW8Z0UI2c_2LD13TF2qUunlPlzvi6ZsVUMNEt_9sYJzhegZ_yKVK-jpB2rxba1okEj-XZEXJ162GbngwwUP1rqRqPWANVySOUDq40JQBFJAdb8j/s400/DECLAS_carreravelocidad.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548253634091794" border="0" />En ese memento, lo que me sonaba más extraño era el psiquiatra, pero me llevaron al neurólogo. ¿Qué era eso? No lo había oído nunca. Mis esquemas se me fueron rompiendo poco a poco. Yo quería que me recetara las medicinas y ya está, todo solucionado. “No, no, Joaquín” me dijo. “La esclerosis es incurable”. “Vale, pues conviviré con ella” le dije –no tenía ni idea de a qué me enfrentaba. “Es una enfermedad progresiva y degenerativa: no es una carrera de velocidad, sino una maratón. Tendrás que ir bien preparado, dosificar tus energías; no a grandes zancadas sino paso a paso”.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Y ¿qué hiciste? ¿Qué pensaste?</span><br />No lo sé. Aún era un poco inconsciente de lo que me ocurría. Me pasaban cosas totalmente inauditas para mí. Mi condición de “cerebrotónico” hacía que quisiera tenerlo todo amarrado, pero era imposible. Gracias a Dios llevaba unos años en el Opus Dei y ahí siempre he tenido a alguien con quien confiar y contar mis problemas. Yo tenía la sensación de que cualquier cosa nueva que me ocurría era algo muy grave. Y lo contaba, y me escuchaban, y nos íbamos a tomar unas copas cerca del mar –soy un apasionado del mar–…; con esa excusa, me conocí todos los chiringuitos de la costa barcelonesa…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWQcSaevRjODJETwas9GpClS7vguFglx5xnZvlcQGyIrxM_lfagAEktdnMczo8DtILJtOctL6Ff3DQmN99qz_seehQ-dHZuNL1tSYeb-pT7Bqc6H9o5nXpqCJjzacK2dfLx9_HfxjTxj7K/s1600-h/DECLAS_valorenfermedad.gif"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 175px; height: 188px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWQcSaevRjODJETwas9GpClS7vguFglx5xnZvlcQGyIrxM_lfagAEktdnMczo8DtILJtOctL6Ff3DQmN99qz_seehQ-dHZuNL1tSYeb-pT7Bqc6H9o5nXpqCJjzacK2dfLx9_HfxjTxj7K/s400/DECLAS_valorenfermedad.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548447335013922" border="0" /></a><span class="fullpost"><span style="font-weight: bold;">¿Así se solucionan las cosas?</span><br />No se solucionan, pero sí consigues objetivarlas un poco más. Muchas veces, el gran problema de personas afectadas con esta enfermedad es que se quedan trabadas por tonterías que en minutos s</span><span class="fullpost">e aclaran. El médico me lo dijo muy claro ya que yo quería conocer exactamente a qué atenerme. Soy enfermo, pero no tonto. Podría quedarme tetrapléjico, ciego, mudo y en cama. </span><span class="fullpost">Pero que lo peor era que lo físico afectara a lo psíquico y entrara en depresión.<br /><span style="font-weight: bold;">Por eso no te detuviste</span><br />Claro. Y por eso, cuando vi que si no hacía algo ya no podría valerme por mí mismo, mi hermano Borja y yo adaptamos mi casa de forma que pudiera controlarlo todo desde la silla, o desde la cama, o desde el ordenador. Así fue como lo que comenzó en esos poco más de 30 metros cuadrados, hoy es ya una empresa –única en España– que construye, adapta y soluciona la vida de miles de discapacitados con problemas similares, peores o iguales al mío. Y lo mejor es que yo puedo hablar a mis clientes de silla a silla…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Habrás visto mucho dolor</span><br />Una vez me llamó una señora pidiéndome una solución para su marido enfermo. Le dije que lo miraría. Pasado poco tiempo, la llamé, pero no estaba. Había ido al funeral de su marido…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">…</span><br />Desde entonces me prometí no desperdiciar ni un segundo de mi vida para ayudar a quien se me acercara. A veces viene un cliente y te pregunta por unas máquinas y al final: “Y tú, ¿qué?”. “¿Qué de qué?”, les digo. “No, ¿que cómo lo llevas?”<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué les dices? ¿Se puede amar el dolor?</span><br />No. Por sí mismo no. El dolor no tiene ningún sentido: el sentido lo tienes que buscar tú. Yo les digo la verdad. Lo que siento y lo que veo. Les digo que estoy atravesando uno de los mejores momentos de mi vida porque sólo ahora he comenzado a intuir un poco el valor tan grande que se esconde detrás de esta enfermedad. Es un misterio el dolor, sí; no nacemos con un manual debajo del brazo en el que se explica: número uno, cómo se lleva; número dos, qué hacer cuando dura más de dos semanas… ¡Qué fácil sería si ya lo supiéramos! Quizá, como Dios nos ha hecho libres, nos deja a nosotros la oportunidad de descubrirlo… “¡Qué Padre más injusto!”, podrías pensar. Pero eso es lo fácil. ¿Por qué no echarte la culpa a ti mismo? En cuanto a inteligencia e intuición, no creo que le falte, a Dios. Quizá te falte a ti; entonces, pregúntate por qué no lo entiendes y te animo a que te acerques a Él a través de los Sacramentos…<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOnHnbOG4fyyZVVrg3r1dS-p-oVDq0kTu2TNK_ujRdpxBz-xy2FDrLNx6_TPYezy-N6F7uoP3zshQ2ltq5BfpgxfTvBLIqxye0nLHWaciFXXX-e5kQE9p5d8xFd9-v20Ol09_4gVxNrAAw/s1600-h/DECLAS_familiaeutan.gif"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 189px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOnHnbOG4fyyZVVrg3r1dS-p-oVDq0kTu2TNK_ujRdpxBz-xy2FDrLNx6_TPYezy-N6F7uoP3zshQ2ltq5BfpgxfTvBLIqxye0nLHWaciFXXX-e5kQE9p5d8xFd9-v20Ol09_4gVxNrAAw/s400/DECLAS_familiaeutan.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5416548938754134226" border="0" /></a><br /><span style="font-weight: bold;">Pero esto es una solución para los que creen…</span><br />¿Qué esperabas que te contara? ¿Que fueras a un grupo de mutua ayuda, donde unirse y quejarse en alto de lo duro que es la sociedad, de lo difícil de nuestra situación…? No. Sólo te puedo decir una cosa: no he estudiado ni por asomo teología, pero que yo sepa no se ha explicado teológicamente por qué se puede vivir con alegría dentro del dolor…; yo, en cambio, lo he conseguido. Y no es broma. En términos de salud, lo he perdido todo. Pero hay una cosa no he perdido jamás: lo que tengo dentro que me da una gran paz; una seguridad de saber que lo que he elegido –por lo que apostado– eso, funciona. Si repaso los años que tengo, no recuerdo nunca haber estado tan bien como ahora. Lo he probado cuando estaba sano y jugaba a fútbol. Cuando estaba con los amigos. Cuando estudiaba y estudiaba mucho… y me funcionaba. Lo sigo usando ahora que estoy enfermo… y justo hoy que me he caído en la calle y me he dado un golpe en la cabeza. Me podría haber hecho daño… pero yo sigo contento. Para mí, lo que estoy viviendo es como un milagro, una caricia de Dios. Puede sonar a risa, a ironía, a locura… no. Esto no lo hace un hombre. Un hombre no es capaz de tener una imaginación tal como para inventar algo tan complejo como todo lo que te estoy contado. No: eso sólo lo sabe y puede hacer Dios.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿No te ha entrado ningún momento de desesperación, una tentación de decir “basta”? ¡También somos de carne y hueso!</span><br />Sí, claro. Muchos. Momentos en que pensaba que Dios se estaba ensañando conmigo y que yo ya había tocado fondo… Recuerdo un cliente que, después de las preguntas “comerciales” pertinentes, me dijo que quería suicidarse. Yo le dije que también lo había pensado alguna vez y comencé a explicarle mi “plan”. Un “plan de suicidio” perfectamente trazado: voy al metro adaptado que tengo cerca de casa, pago, me acerco al andén, me preparo para accionar el joystick de la silla y… ¡Es muy fácil! Pero entonces, cuando ya lo tengo totalmente encantado, le doy la vuelta y reconduzco la conversación: ¿no te parece más bello luchar por la vida?<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Hay gente que dice que la eutanasia es una solución</span><br />¿Quién lo dice? ¿Los enfermos, o los que tienen que aguantar a los enfermos? En cuanto a éstos, si realmente aman al enfermo, no pueden encerrarse sencillamente con su “solución”. Eso es injusto egoísmo. Tienen la obligación de formarse y ver que hay muchas opciones. No se puede zanjar un tema tan importante diciendo simplemente: “buena muerte”. Si has oído, aunque sea de lejos, que alguien da una solución, tienes que descubrir cuál es. Si quieres realmente al enfermo –si lo amas de veras–, tienes que buscar todo lo que puedas…<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Y si es el mismo enfermo quien lo pide?</span><br />En ese caso me pongo más en su lugar. Hay que hablarle de tú a tú. Le diría: “No pienses que eres un trasto inútil, una sanguijuela… no. Todo lo contrario, tío… tienes la oportunidad de poder hacer ver el valor tan grande que esconde el dolor. Es una misión”. Como las COES. Es importante que la gente entienda que una persona con discapacidad no es una persona inservible.<br /><span style="font-weight: bold;">Todo esto, ¿lo descubriste de la noche a la mañana?</span><br />¡No, no! Esto sería con el manual del que te hablaba… A los quince años ni siquiera se me pasarían por la cabeza estas respuestas. Son cosas que he ido madurando, y ahora veo más claras… pero desde entonces, ¡han pasado más de veinte años! El Joaquín Romero de ahora, no tiene nada que ver con el de ese momento. Si quieres es más radical… pero con un corazón que no le cabe dentro.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">¿Qué le dirías a Dios cuando llegues al Cielo?</span><br />Le daría un “gracias” y un besazo. Gracias y un beso muy grande por la vida que me ha dado. Porque además, no hubiera deseado otra vida. Deseo lo que Él ha querido. Diría “chapeau”. Si tuviera un sombrero, me lo quitaría. Me pondría de rodillas –porque entonces sí podría– y le diría: “increíble. Lo has bordado”.<br /><p align="center"><br /><embed src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" menu="false" quality="high" scale="noscale" salign="l" flashvars="mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=100105110019-fc00abecab7342f299a37bb752403fc8&docName=romero_esclerosis&username=jaumefv&loadingInfoText=Un%20discapacitado%20no%20es%20un%20ser%20inservible&et=1262689358128&er=6" style="width:420px;height:280px" name="flashticker" align="middle"></embed></p><br /><br />Info: <a href="http://www.bj-adaptaciones.com/" target="blank">B&J Adaptaciones</a><br /></span></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-32635708758659980022009-11-05T11:51:00.025+01:002009-12-20T20:38:42.397+01:00Eduardo Verástegui en Barcelona (octubre 2009)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvR4byg0I7aMyaXmU9Vw6llxIVsC5QBgMIzqqG8Rt_NaaQRWSYFtrZnJ2u9sAOmv_AWbZZJZ_VqjLoK7vCOav9EStkNu7eYmJxEH2RoRDo7YHs8mg09w1GpKjFiJcj6leQaZjZixnB2Gng/s1600-h/entrevistaUICEV.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 395px; height: 210px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvR4byg0I7aMyaXmU9Vw6llxIVsC5QBgMIzqqG8Rt_NaaQRWSYFtrZnJ2u9sAOmv_AWbZZJZ_VqjLoK7vCOav9EStkNu7eYmJxEH2RoRDo7YHs8mg09w1GpKjFiJcj6leQaZjZixnB2Gng/s400/entrevistaUICEV.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5402842229372923666" /></a><div style="text-align: left;">Mi idea inicial de Rescrito, era publicar cosas que ya hubieran salido en otro lugar y que hubiera publicado yo. Por eso "rescrito": como un "sofrito" de cosas ya "escritas" -por eso lo de una sola "e" en el nombre :)-. Pero pensaba que este vídeo tiene bastante que ver en lo que vengo publicando últimamente: sobre Eduardo Verástegui. Le hice una <a href="http://rescrito.blogspot.com/2009/04/verastegui-el-cine-y-dios.html">entrevista</a>, publiqué <a href="http://rescrito.blogspot.com/2009/07/verasteguir-y-el-libro.html">un libro</a> sobre su particular <i>metanoia</i> y <i>Bella</i> , después vino a la UIC donde le hice otra entrevista... Ahí también tuve parte implicada. Por ello, adjunto dos vídeos bastante interesantes: el resumen de ese 20 de octubre y su estancia, al día siguiente en el colegio Pineda, de L'Hospitalet de Llobregat.</div><span class="summarypost"><br /><a href="http://rescrito.blogspot.com/2009/11/eduardo-verastegui-en-barcelona-octubre.html">Seguir Leyendo... </a><br /></span><br /><br /><span class="fullpost">Este el vídeo resumen de la jornada del 20 de octubre. Hablan Belén Zárate, Vicerrectora de Comunidad Universitaria y Xavier Amat, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la UIC. Finalmente, los mejores momentos de la conferencia.<br /><p align="center"><object width="640" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/gsUUhiZgeOg&hl=es&fs=1&rel=0"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/gsUUhiZgeOg&hl=es&fs=1&rel=0" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="640" height="385"></embed></object></p><br /><div>La jornada del 21 fue un poco lluviosa, pero valió la pena. Las chicas que pudieron estar en la conferencia, escucharon la historia de la conversión de Eduardo Verástegui de primera mano. También habló de castidad, noviazgo y de la vida... </div><div><blockquote>El sexo es un regalo de Dios, algo sagrado (…). Por tanto, hasta que no llegue el momento de afirmarse delante del altar, ¿por qué compartir ese regalo con quién puede no acabar siendo la mujer con la que viva hasta la muerte? (...) Vivir la castidad es imposible, pero con la gracia de Dios, todo es posible (…). Reconociendo esa debilidad es como tú vas a encontrar a Dios y vas a lograrlo. No es una necesidad física; es un deseo. Es una necesidad física el comer y el beber, pero no el sexo. Sí se puede vivir la castidad, con Dios”</blockquote></div>Por supuesto, volvió a hacer el canto a las madres que tanto repite: está convencidísimo del papel que tuvo su madre en su conversión:<div><br /><blockquote>Yo creo que no hay nada más poderoso que las oraciones de una madre por sus hijos (…) Por eso, si aquí hay alguna madre, me gustaría decirles que no desesperen si tienen algún hijo que se esté perdiendo; que recen por él o ella</blockquote>Finalmente, Eduardo Verástegui habló otra vez en defensa de la vida. <blockquote>El vientre materno tendría que ser el lugar más seguro donde estar, y hoy es el lugar que más ataques está teniendo… De todo lo que hay en el universo, Dios eligió ese espacio para crear una nueva vida. Yo tengo la esperanza de que el aborto acabe siendo ilegal algún día; en Estados Unidos, en México, en España… ¿Cuándo va a ser ese día? No lo sé, pero eso no me quita las ganas de seguir defendiendo este derecho a la vida</blockquote></div><div><p align="center"><object width="640" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/cJjrDM9hVco&hl=es&fs=1&rel=0"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/cJjrDM9hVco&hl=es&fs=1&rel=0" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="640" height="385"></embed></object></p>Finalmente, firmó unos cuantos libros...</div><div><br /></div><div>Después pudo estar disfrutando de una visita de la Sagrada Familia de Gaudí. Le pareció impresionante.</div></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0