tag:blogger.com,1999:blog-30488834832054397862024-03-05T10:22:21.955+01:00RescritoDe artículos, entrevistas y otras "rescrituras"jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-77795272881871621092013-04-09T17:56:00.002+02:002013-04-09T18:00:47.311+02:00Sophia Aguirre: «Tal como están las cosas, España no se puede sostener»<div style="text-align: center;"><a href="http://www.flickr.com/photos/jaumefv/5696943452/" target="blank" title="Felicità (Pisa) por jaumefv, en Flickr"><img alt="Felicità (Pisa)" height="246" src="http://farm3.staticflickr.com/2748/5696943452_4f7af9cf84.jpg" width="500" /></a></div><br />
Esta entrevista la hice para <i>Newsuic </i>un día de mayo de 2007. Han corrido, ya, más de cinco años. No sé qué me diría esta profesora doctora en Economía por al Universidad de Notre Dame y que actualmente trabaja en la Universidad Católica de América; me da que diría lo mismo. A mí, por lo menos, releyéndola, me ha parecido que –me gustaría equivocarme, pero creo que no– aún mantiene su vigencia, un lustro después.<br />
<br />
Ella me pareció una mujer de armas tomar. Supongo que, con lo que debe lidiar todos los días, falta le hace. Me hizo mucha gracia lo que me contestó cuando yo, un poco provocativamente, le dije que estaba siendo machista. Me respondió en inglés, que entendí perfectamente. “ya lo siento, pero el hombre no tiene lo que hay que tener para hacer todo lo que sabe hacer una mujer para mantener una casa”. Así fue...<br />
<br />
<span class="summarypost"> <a href="http://rescrito.blogspot.com.es/2013/04/sophia-aguirre-tal-como-estan-las-cosas.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
<br />
<span class="fullpost"><b>Durante el congreso sobre la familia organizado en la <a href="http://www.uic.es/" target="_blank">UIC</a>, alguien contó de una familia en Estados Unidos que tenía 18 hijos. La madre los educaba en casa y el padre decidió reorientar su trabajo, para tenerlo ahí mismo. Total, una casa con veinte personas, escuela y negocio… ¡todo en uno! Y esto, dicen, es cada vez más común en ese país. De hecho, ahí el futuro de la demografía es más halagüeño que el de Europa. Por lo menos es lo que se deduce del documental <i>Demographic winter: the decline of the human family</i>. En él, Sophia Aguirre, de origen argentino, afincada en Estados Unidos, ha participado activamente. “En Europa, dice, hoy no existe el relevo generacional necesario para mantener el futuro”. El índice está en 1,3 hijos por mujer, muy por debajo del 2,1 necesario para que exista tal relevo; y se estima que para el 2030, el viejo continente tendrá un déficit de 20 millones de trabajadores...</b><br />
<br />
<b>Sí, bien. Todo esto dice eldocumental, pero, ¿no le parece un poco catastrófco y pesimista?</b><br />
<br />
<b><span style="color: #cc0000; font-size: large;"> Puede ser pesimista, pero es lo que es. Los datos hablan por sí solos</span></b> y, desde el punto de vista financiero, es muy grave lo que está pasando. En la última mitad del siglo pasado, los índices de natalidad han descendido en el mundo un 50%. No es lo mismo en el norte de África, o en Asia, regiones donde no se ha notado tanto este descenso, pero visto en global, es grave. Concretamente, Europa, hoy por hoy, está sobreviviendo por la inmigración.<br />
<br />
<b>Bueno, la historia del continente ha ido cambiando…</b><br />
<br />
Sí, Europa será musulmana, y ya está. De hecho, algunos ya hablan de una especie de reconquista silenciosa. Es verdad que la población está aumentando, pero gracias a que la gente muere más tarde y también a la inmigración. Y eso, no durará toda la vida.<br />
<br />
<b>Quizá toda la inmigración está más en el centro de Europa que en España, ¿no?</b><br />
<br />
Te invito a ver las estadísticas. <b><span style="color: #cc0000; font-size: large;">En España, las nacionalidades inmigrantes más presentes son la marroquí y la rumana. Sólo en tercer lugar están los latinos, con Ecuador</span></b>. Y piensa que, de todos estos, son los musulmanes los que tienen más hijos. En países como Inglaterra la inmigración es más “productiva”: se pone a trabajar y mejora la economía general. Pero aquí, muchas veces no: la productividad baja y el coste público aumenta porque los que gobiernan son socialistas… y todo lo que tiene carga social, hay que tenerlo en cuenta.<br />
<br />
<b>¿Cómo ve, entonces, el futuro de España?</b><br />
<br />
<span style="color: #990000; font-size: large;"><b>Tal como están las cosas y parece que seguirán, España no se puede sostener</b></span>. Tienen un problema muy serio, y más por esa importancia que se da a todo lo que sea social. En Estados Unidos, te lo pagas tú. Aquí, es el gobierno el que tiene que pagar, y va a ser éste el que pague la “semanada”, no los padres; y llegará un momento en que tendrá que pagar mucho más que lo que tiene por falta de quien trabaje, y no podrá. Entonces dirán que ya recibirán inversiones del extranjero; ¡pero el extranjero estará en la misma situación! Esto lo ven todos los economistas serios y realmente es un problema.<br />
<br />
<b>… ¿que a veces, algunos, no parece que quieran ver?</b><br />
<br />
Efectivamente. <b><span style="color: #cc0000; font-size: large;">El político ve a corto plazo; piensa en el mañana, no en lo venidero. Usa parches</span></b>. Es más fácil hacer política de parches que pensar en algo lejano. Es lo que ha pasado en China: en 2015 la población que trabaja comenzará a decrecer y, ¿quién va a inmigrar a ese país?<br />
<br />
<b>Parece lógico, entonces, que los gobiernos tendrían que dar prioridad a las políticas que fomenten familias con más hijos, digo yo.</b><br />
<br />
Claro. Pero el tema es que hay intereses que mueven muchísimo dinero. Yo lo llamo un “matrimonio a tres bandas”: los políticos (que legislan), las farmacéuticas (que mueven el dinero), y las feministas (la ideología). Hace ocho o nueve años hice un estudio sobre los países que más promovían el control de la natalidad. ¿Sabes cuáles eran?<br />
<br />
<b>…</b><br />
<br />
<b><span style="color: #cc0000; font-size: large;">Inglaterra, Suiza, Suecia…: los que más fármacos producen en este sentido</span></b>. En la conferencia de El Cairo de 1994, por ejemplo, se decidió destinar, en quince años, 77 mil millones de dólares en preservativos; que no es tanto, pero… cuando ves que sólo es para nueve compañías, las cosas cambian.<br />
<b><br />
</b> <b>¿Y por qué en Estados Unidos los datos son tan distintos? </b><br />
<br />
Porque el americano es muy práctico. Estados Unidos tiene una natalidad al alza y una pirámide de población no invertida. Ahora tenemos que sobrevivir al<i> baby boom</i>, eso es verdad, y también es un problema, pero la pirámide es saludable, lo contrario de Europa. <span style="color: #cc0000; font-size: large;"><b>Los estadounidenses tenemos un problema que es el alto índice de divorcios (más que matrimonios)</b></span>; pero tampoco es práctico –es muy caro, crea depresiones en los hijos…–, por lo que, cada vez más, se están realizando más políticas para mantener los matrimonios.<br />
<br />
<b>Parece que Hollywood va hacia otro lado </b><br />
<br />
¡Pero eso no es América! Ten en cuenta que la mayoría no es New York, no es Washington…; la mayoría son granjeros, que no compran todo esto. Donde influye más es aquí, en Europa. Aunque <b><span style="color: #cc0000; font-size: large;">peor es lo que lleva España al mundo latino: está torturando América latina</span></b>, exportando toda esta ideología contra la familia.<br />
<br />
<b>Y, ¿cree que ha influido mucho, en la construcción de las familias, el acceso de la mujer en el mundo laboral?</b><br />
<br />
Sí. Lo que te encuentras es que <b><span style="color: #cc0000; font-size: large;">la mujer sigue poniendo en la casa entre 30 y 40 horas semanales, que se suman a las horas de trabajo</span></b>. Esto son muchas más horas, más estrés… ¿cómo van a venir los hijos, así? Es un problema estructural: la dinámica familiar ha cambiado y pensamos en cada uno por separado, pero no solucionamos el problema de los tres (padre, madre, hijo). En Estados Unidos esto está cambiando. La mujer llega a los treinta y ya no quiere trabajar más porque quieren ser madres. Pero, además, como ya están entrenadas, se quedan en casa, y trabajan desde ahí: hacen <i>consulting</i>, se ponen de acuerdo entre varias… A las empresas les sale más barato, ellas tienen la flexibilidad que quieren, y los ingresos vienen del marido. Esto es estar pensando en la familia; de lo contrario, todos están histéricos.<br />
<br />
<b>Aquí, esto suena a machismo políticamente incorrecto… </b><br />
<br />
¡No es machismo! Es un hecho: aunque las feministas digan que sí, a la hora de la verdad, el hombre no sabe mantener una casa.<i> I’m sorry! You don’t have what it takes!</i><br />
<br />
<iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.70635838150289" data-auto-height="false" frameborder="0" height="800" id="doc_26880" scrolling="no" src="http://www.scribd.com/embeds/77008668/content?start_page=1&view_mode=scroll&access_key=key-28j5qzvi3maz7za6sa2s" width="600"></iframe><br />
<br />
</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0Barcelona, España41.3850639 2.173403499999949441.1944764 1.8506799999999495 41.5756514 2.4961269999999494tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-17858673096474062832012-01-03T11:47:00.001+01:002012-02-16T10:46:31.866+01:00«Bicicleta, cuchara, manzana...»: la vida en tres palabras<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7Ah56wpUxz7IZZKjGOjRktE9P0d1aBmIACV_D2PI1MSWhBl6sQlYSTwrGHvLQohKU5jJuI_A4pMo3EkQaI4GpE0HlQC4Rgcpu55s9gRYwQYrRWwBqBuqwt8WK0UqdjMKj7whUUi2hjjtl/s400/GELLA+ALEJANDRO_ALZHEIMER_newuic_30_ent.jpg" width="400" /></div>
Yo también viví el Alzheimer bastante de cerca: tuve un abuelo que falleció por esta enfermedad. Y lo viví. Tenía, entonces, pocos años, pero me daba perfecta cuenta de la gravedad de este problema cerebral. El año 2011 que acabamos de dejar ha sido el año del Alzheimer: algo aún muy misterioso y difícil de entender y algunos personajes conocidos han impulsado fuertemente la investigación en ella: el ex-president de la Generalitat de Catalunya, <b>Pasqual Maragall</b> u otro presidente, de fuerza mayor: <b>Ronald Reagan</b>.<br />
<br />
Por ello, para conmemorar este año especial, quise entrevistar a uno de los investigadores sobre esta enfermedad de la UIC. <b>Alejandro Gella</b>, muy cortésmente, me recibió en su laboratorio; y ahí, hablamos un buen rato. También del documental <i>Bicicleta, cuchara, manzana </i>(2010), sobre esta enfermedad en Maragall.<br />
<br />
<span class="summarypost"><a href="http://rescrito.blogspot.com/2012/01/bicicleta-cuchara-manzana-la-vida-en.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
<br />
<div>
<span class="fullpost"><b>
“Bicicleta, cuchara, manzana”…: tres palabras. Tan sólo tres palabras que pueden marcar una vida. Son muy sencillas, pero no todo el mundo las puede recordar. Hoy, son muy famosas gracias al documental sobre Pascual Maragall, que así empieza: “¿me las puedes repetir?” “No; no me acuerdo”… Son los síntomas del Alzheimer. Una enfermedad sobre la que tuve la oportunidad de hablar con el Dr. Alejandro Gella, investigador de la Facultad de Medicina y Ciencias de Salud de la UIC </b><br />
<br />
El paciente empieza a no recordar cosas que le acaban de suceder, mientras tiene buena memoria para las cosas más antiguas. Lo de las tres palabras es una prueba muy usada; cualquiera: libro, manzana, casa…<br />
<b><br /></b>
<b>Pero, ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué dejan de recordar?</b><br />
Es difícil de explicar en pocas palabras. Hay una proteína en el cerebro que se procesa mal y se va acumulando con el paso del tiempo y al ser tóxica va matando las neuronas. Uno ve una manzana y, entonces, nuestro cerebro conecta unas neuronas con otras hasta llegar al concepto de “manzana”. Es como un entramado de redes de informática: las neuronas van donde la “memoria RAM” ha dejado la “manzana”. Y esa proteína –<i>β-amiloide</i>, se llama–, elimina progresivamente esas “redes”; y es muy rápida: en 5 ó 10 años, desde que se diagnostica, puede provocar la muerte<br />
<b><br /></b>
<b>¿Por los efectos secundarios, o propiamente por el Alzheimer?</b><br />
Esta proteína va atrofiando el cerebro, lo va contrayendo; hasta el punto que una persona que ha tenido esta enfermedad tiene un volumen cerebral mucho más pequeño que el de una persona sana. Esta atrofia se produce especialmente en dos zonas del cerebro que conocemos como hipocampo y corteza, implicadas en procesos cognitivos y en la memoria.<br />
<b><br /></b>
<b>¿Podemos compararlo con el SIDA, en cuanto a número de personas afectadas?</b><br />
La enfermedad de Alzheimer es peor: es la número 1. Actualmente, en Europa hay 10 millones de afectados y, si seguimos así, se calculan unos 18 dentro de cuarenta años. La cifra a nivel mundial se va doblando cada diez años… En España hay unos 600 mil pacientes diagnosticados con Alzheimer.<br />
<b><br /></b>
<b>Y no podemos hacer nada</b><br />
No, de momento: hoy no hay nada para curar a un enfermo de Alzheimer. Hasta ahora, los fármacos sólo son capaces de retrasar un poco el deterioro cognitivo, y nada más…<br />
<b><br /></b>
<b>De todas formas, ¿se podría llegar a detener o a retrasar?</b><br />
Yo creo que sí seremos capaces de curarla en el futuro: detectándola a tiempo y sabiendo dónde actuar, qué agentes atacar o reparar. Al menos pienso que podremos llegar a detenerlo hasta el punto de que la vejez sea tal que no tenga el impacto socioeconómico actual. El problema es que seguimos sin encontrar indicadores que nos digan que esa persona va a desarrollarla con el tiempo. Cuando se descubre ya es demasiado tarde. Pero en eso estamos.<br />
<b><br /></b>
<b>En algunos medios hablan de algunas “vacunas”, y que para el 2018…</b><br />
¡Ojalá sea cierto! Por ahora, creo que son “disparos al aire”. Las investigaciones llevan mucho tiempo: más de 10 años puede durar un proceso desde que se descubre algo, se sintetiza, se hacen pruebas in vitro, después en animales… Si alguien descubriera un fármaco hoy, hasta el 2025 no podría emplearse en humanos.<br />
<b><br /></b>
<b>Pero supongo que cada vez serán más los que la investigan, ¿no?</b><br />
Sí. Poco a poco somos más conscientes de la gravedad y se va inyectando más dinero, tanto público como privado. Pero aún sigue siendo la patología que más costes origina, y en la que menos se invierte. <br />
<b><br /></b>
<b>Y cuanto mayor es la esperanza de vida…</b><br />
Efectivamente, mayor es la probabilidad de padecerlo. No es lo mismo que la demencia senil pero, en el fondo, a la larga todos tenemos muchas posibilidades de padecer Alzheimer…; aunque puedes morir mayor sin tenerlo, lógicamente. En una persona con Alzheimer, digamos que el proceso degenerativo natural de la vejez, se acelera.<br />
<b><br /></b>
<b>¿Cuál es tu experiencia personal, en este mundo?</b><br />
A mis abuelos les conocí con esta enfermedad… Fue muy duro convivir con ella. Perder los recuerdos, vivencias, olvidarte de tus hijos, nietos…; pero procuro separar las emociones, lo personal, con la investigación, que es muy fría, muy impersonal… De todos modos, uno tiene ganas de encontrar algo que cure; algo que les ayude. Sería una gran satisfacción poder ir y decirle: “mira, este fármaco va a curarte…”<br />
<b><br /></b>
<b>Al final, sólo nos queda ese trato más íntimo</b><br />
Sí. Lowenthal y Haven desarrollaron la llamada “teoría del confidente” que me gusta mucho. El confidente alivia al anciano del temor de enfrentarse a lo desconocido y le da su mano. Es una mano firme, dulce… El ser positivo, el estar bien acompañado y tener una calidad de vida, la familia, la dieta mediterránea…: son factores “ambientales” que influyen mucho en retrasar la aparición de la enfermedad. Hay una frase mítica de Maragall que es muy significativa en este sentido: “en ningún sitio está escrito –decía el <i>president</i>– que esta enfermedad sea invencible”. Por eso creó la fundación en la que está metido ahora; y por eso, también, yo soy muy positivo ante lo que podemos llegar a hacer.
<b><br /></b>
<a href="http://es.scribd.com/doc/77010469/Entrevista-a-Alejandro-Gella-sobre-Alzheimer" style="-x-system-font: none; display: block; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-size-adjust: none; font-size: 14px; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 12px auto 6px auto; text-decoration: underline;" target="blank" title="Entrevista a Alejandro Gella, sobre Alzheimer on Scribd">Entrevista a Alejandro Gella, sobre Alzheimer</a><iframe class="scribd_iframe_embed" data-aspect-ratio="0.828146143437077" data-auto-height="true" frameborder="0" height="600" id="doc_83118" scrolling="no" src="http://www.scribd.com/embeds/77010469/content?start_page=1&view_mode=list&access_key=key-xuezyifxel19ktb2wd2" width="100%"></iframe><script type="text/javascript">
(function() { var scribd = document.createElement("script"); scribd.type = "text/javascript"; scribd.async = true; scribd.src = "http://www.scribd.com/javascripts/embed_code/inject.js"; var s = document.getElementsByTagName("script")[0]; s.parentNode.insertBefore(scribd, s); })();
</script>
</span></div>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-62703988219518225572010-06-23T17:51:00.017+02:002012-01-25T16:01:11.211+01:00¿Quién es el hombre? Mis conversaciones con un viejo profesor<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpjLNupawVgMQt5IYw1E3nzBnkORoCNfaW22SbCqOexUfOdErD5uNrrDek2TOoTNeyI1Z1d7gSHx_FOHWL3B2AyE71SdWEyfigG8TJBJf2sOyww3HSxZcNFO88rknSnF6YcYK8WGYvtv9G/s640/mafalda-veo-veo.jpg" width="640" /></div>
Esta es una entrevista que hice hace ya unos años. Salió publicada en el número doble de agosto-septiembre de 2008, en <i>Mundo Cristiano</i>. Esa fue la versión larga. Otra versión -más corta- salió en <i>Newsuic</i>. Y es que el entrevistado, <b>Francesco d'Agostino</b> -presidente del Comité Nacional Italiano de Bioética-, estuvo en la UIC para el congreso internacional sobre familia y sociedad. Estuve con él un poco más de una hora y, contrariamente a lo que uno se podría imaginar, fue un rato muy entretenido y, sobre todo, muy interesante. Pero bueno, no me enrollo, y os la dejo aquí, según una de las primeras versiones y cómo salió publicada.<br />
<br />
<span class="summarypost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/06/quien-es-el-hombre-mis-conversaciones.html">Seguir Leyendo... </a></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="fullpost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/06/quien-es-el-hombre-mis-conversaciones.html" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtw66AH5nOVTKBAMmPeS980g5GiauNcJswSz_v6JpWg98ynXrzjfYRcatBTiJnB0gRzGaUp3eHHSoklVZNZ-tX62-WlIOytJsTAxyGmC0CB2jBodmaSoUOxEN_NVwym0hMDX10h6uNsg-D/s320/AGOSTINO.jpg" width="320" /></a></span></div>
<span class="fullpost"><b>Francesco d’Agostino (62) es uno de esos profesores que cualquiera hubiera deseado tener en la universidad. Alguien que, con su discurso, te hace pensar, pero que a la vez es consciente de que puede aburrir y es capaz de reírse de sí mismo. El pasado 15 de mayo estuvo en Barcelona, en la Universitat Internacional de Catalunya, para dar la conferencia inaugural del Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad, organizado para celebrar los diez años <span id="goog_1841854034"></span><span id="goog_1841854035"></span>de la institución. “Elementos para una filosofía de la familia”: es de lo que habló. Del hombre y su ser naturalmente familiar, y del papel que tiene el Estado: “no puede calificar como familia algo que no lo es; su obligación es reconocer los roles familiares, y defenderlos”. Profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Roma “Tor Vergata”; profesor visitante en París, Madrid, Buenos Aires, Pamplona…; presidente de la Union Internationale del Juristas Catholiques; miembro de la Pontificia Academia pro Vita y consultor del Pontificiu Consilium pro Familia; miembro, desde su creación en 1990, del Comité Nacional Italiano para la Bioética, del que asumió la presidencia un par de veces y hoy es Presidente Honorario… Autor de varios libros entorno a la bioética, familia y derecho, traducidos a idiomas del mundo entero. Con todo, está lejos de una altanería que podría ser propia de su largo currículo. Habla con claridad y sencillez.</b> <br />
<br />
<b>¿Qué cree usted que está pasando hoy, con la familia?</b><br />
En este momento histórico estamos asistiendo a un conflicto que va a marcar época: <b>la batalla entre una visión individualista del hombre y una visión relacional</b>. Yo estoy convencido de que la auténtica es la relacional, pero la otra es muy funcional, por decirlo de algún modo… y ampliamente extendida en el mundo anglosajón. Precisamente esta visión es la que está atacando la familia, por su clara naturaleza relacional. Es algo muy sutil: no un simple negarla, no. Sobre todo se confunde con formas de relación que lejos están de ser algo familiar.<br />
<br />
<b>¿Por qué este ataque?</b><br />
La familia crea unos vínculos indisolubles que no puede crear cualquier tipo de relación. Tan fuertes que ni siquiera <b>el divorcio puede eliminarlos: sí puede liberar del futuro, pero nunca del pasado</b>. Y eso, para el individualista, es inadmisible. Por eso, no es difícil darse cuenta de que el gran triunfo del individualismo sería la destrucción de la familia.<br />
<br />
<b>¿Por qué dice “sería”…?</b><br />
A lo largo de la historia, la familia ha sufrido deformaciones y violencia de muy diversa índole, y esto es parte del gran misterio del pecado que atraviesa la vida de la humanidad. <b>El mal siempre está ahí, pero nunca podrá falsificar qué es realmente la familia</b>. Es un tema muy importante no sólo por sí mismo: en mi opinión, salvar la relacionalidad (y en este caso, la familiar) es salvar la identidad del hombre y de la mujer de hoy y de siempre. Somos animales familiares; es algo que está en nuestra naturaleza. El hombre es persona porque habla; habla porque alguien le ha enseñado… ¡no puede haber un lenguaje individual!...; son relaciones gratuitas y el prototipo de la gratuidad es precisamente la familia. Por eso, <b>si eliminamos la relacionalidad, perdemos la identidad y una serie de experiencias humanas fundamentales ligadas a esta gratuidad: la experiencia del amor, la belleza, la aceptación de la vida temporal (inicio y fin)</b>…<br />
<br />
<b>Así, también la muerte adquiere su sentido</b><br />
Efectivamente. En cierto modo, toda la familia humana es llamada a la eternidad. Los padres aceptan más la mortalidad porque tienen cerca a los hijos y nietos y se entiende que esta vida se da y sigue adelante precisamente por esta donación. Para el individualista, la muerte lo es todo; lo destruye todo. Es un final. Por eso, <b>luchar por la familia, no significa luchar por un modelo anticuado, tradicional, pasado de moda o “católico”. Significa llevar adelante la batalla de la identidad relacional del hombre</b>, como verdadera y auténtica identidad humana. Por decirlo de otro modo: la lucha por la familia es la lucha por la felicidad; un empeño por garantizar la única y auténtica felicidad que el hombre puede conseguir. Cada uno de nosotros es feliz si puede compartir con los demás su propia felicidad… Y si es eterna, mejor. Basta ver un partido de fútbol, para ver lo que es la felicidad compartida.<br />
<br />
<b>Si esto es tan claro, ¿por qué hemos llegado al punto de negar a menudo estos valores?</b><br />
Por un lado, la cultura moderna occidental está muy influida por la anglosajona, con una fuerte carga individualista. Además, en la economía política de hoy, el mero protagonista es el individuo, no es la comunidad. Existen economías alternativas que niegan el primado del individualismo, pero, desgraciadamente, son minoritarias… aún habiendo dado buenos resultados.<br />
<br />
<b>¿Y la secularización?</b><br />
Sí, yo creo que es una de las causas principales de esta situación: la negación de la religiosidad. Y tiene su lógica: la fe es totalmente relacional. Para el cristiano, la oración más importante está muy lejos de ser individualista: “Padre nuestro”… Podría haber sido “mío”; pero no. Cristo dijo “nuestro”. Significa que yo debo rezar con mis hermanos, en comunidad. De hecho, también el Islam reza así. En la lógica de la fe, la fraternidad es un presupuesto porque hay un Padre común. La secularización es individualista porque niega la existencia de Dios y, negándola, cree simplemente en sí misma –en cada individuo–.<br />
<br />
<b>Ideología de género</b><br />
<br />
<b>¿Cree que hoy existen distintos modelos de familia?</b><br />
Este es el gran tema de la ideología de género: el hombre o la mujer no nacen, “se hacen”… Pero volvemos siempre a lo mismo: <b>es una ideología que tiene su origen en la pretensión individualista que dice: “yo elijo mi identidad”. Esto, biológicamente es absurdo e irreal</b>. <b>Nuestra identidad sexual está presente en todas nuestras células, no sólo en las sexuales</b>. Es cierto que puede haber alguien con alguna anomalía sexual, pero siempre tendrá los cromosomas dominantes. Por eso, desde un punto de vista lógico no puede existir el andrógeno del mito griego, el hermafrodita. Psicológicamente es un signo de narcisismo infantil: el narciso se enamora de su misma imagen reflejada en el agua cristalina del río, y al quererse abrazar, se ahoga. Era la explicación que daba Freud y, en esto, tenía razón. Por eso, los que sostienen esta ideología, sostienen también que, si uno puede elegir su sexo, también puede elegir con quien “emparejarse”, sea o no del mismo sexo.<br />
<br />
<b>Pero, si como usted dice, estamos hablando de algo tan irreal, ¿por qué se promueve desde las altas esferas?</b><br />
Porque es plenamente coherente con el individualismo. Si pudiéramos elegir nuestra sexualidad, seríamos señores de nuestra identidad… No es cierto, pero así lo piensan. <b>El cambio de sexo, por ejemplo, es uno de los fraudes más graves de la mente: un individuo que no se reconoce, que se opera para cambiar de sexo… es un engaño</b>: sigue siendo el que era antes, pero con una operación plástica que no le permite actuar como un hombre o una mujer real. Es un desastre. En este sentido, Zapatero ha tomado una medida inteligente: es algo mental, no es un hecho anatómico; pues basta con darle la “satisfacción anagráfica”, sin operaciones quirúrgicas; es decir, un simple cambio en el documento de identidad. ¡Y ya está!<br />
<br />
<b>Con esto, no se soluciona nada</b><br />
Claro que no. Es una salida al ridículo. La realidad es otra distinta: así como para los animales la sexualidad es un hecho biológico, en el hombre tiene una base biológica, pero tiene, también, la necesidad de una elaboración antropológica. En esto, Freud dio una explicación muy buena, en mi opinión. Él decía que la sexualidad del niño cuando nace se manifiesta indiferenciada y genérica. A medida que va creciendo, se relaciona con el padre, la madre, los hermanos, etc., y va asumiendo su papel de hombre o mujer…<br />
<br />
<b>… y cuando los dos padres son del mismo sexo…</b><br />
<b>Se está experimentando en la piel del niño, y nadie sabe qué le puede suceder</b>. Solo se ve que es algo muy peligroso. <b>Hoy por hoy no existen pruebas definitivas de que la homosexualidad tenga una causa cerebral</b>. Yo creo que la teoría freudiana que explica este hecho es una de las mejores: el niño acaba homosexual por una alteración en las relaciones del triángulo generacional; cuando hay, o en el padre o en la madre una alteración neurótica tal, que entra en un estado de confusión, de miedo sexual que lo lleva a tener miedo del sexo opuesto, y a identificarse con el suyo propio: el otro es peligroso, por misterioso. Eso no significa que sea materialmente necesaria la presencia del padre y de la madre. Es el caso de los huérfanos: una mujer viuda, habla del padre, y tiene que tener un profundo respeto por el sexo contrario de su hijo, para que pueda crecer en un estado de equilibrio.<br />
<br />
<b>De todos modos, se ha quitado la homosexualidad de la lista de patologías</b><br />
Sí, y eso es un problema que se fundamenta sobre una hipocresía. Incluso Freud lo consideraba como una patología desde el punto de vista médico. Pero esto no significa discriminarlo, sino todo lo contrario. Como patología, la homosexualidad tendría unos derechos de atención propios de cualquier otra enfermedad del estilo. Pero esta banalización de lo que realmente es, le quita estos derechos. Y si negamos que sea una patología, ¿por qué no lo negamos, también, para la pedofilia, el sadismo, la necrofilia…? ¿Cuál es la finalidad? ¿El “todo va bien y no hay ninguna patología”? Afirmar esto es muy atrevido.<br />
<br />
<b>Bioética</b><br />
<br />
<b>En el campo de la bioética, ¿cuál será el tema más candente en los próximos años?</b><br />
Lo estamos viendo últimamente en Inglaterra: la posibilidad de hacer lícitos los embriones híbridos, de humanos y animales. La cuestión está en que se quieren conseguir más embriones porque los sobrantes de fecundaciones artificiales no son suficientes. Por eso, comenzaron por fabricarlos. Ofrecían 250 liras esterlinas a mujeres extranjeras que “donaban” óvulos, con los que hacían embriones en probeta. Además, les pagaban todos los gastos de viaje y estancia. ¿No es un poco hipócrita llamar “donación” a algo que pagas? Bueno, el caso es que tampoco era suficiente: pocas mujeres, y muy caro. ¿Qué decidieron? Probar con óvulos de vaca y fecundarlos con esperma humano… Así se consiguen embriones a un coste bajísimo: ¡a qué lógica hemos llegado!<br />
<br />
<b>¿Y qué sale de ahí? </b><br />
Aún no podemos decir qué vendrá: están en los inicios. Algunos dicen que son experimentos condenados al fracaso, porque no viven. Pero el problema está en que aunque fuese un animal con alguna característica humana, la violencia infringida a la humanidad es incalificable. <b>Nos encontramos ante una manipulación radical de la identidad humana</b>. Y aquí no hay una vía intermedia: o la respetamos, o le hacemos violencia; no podemos hacerlo en parte. Este es el gran problema que la humanidad tendrá que afrontar en los próximos años.<br />
<br />
<b>Y todo ello, “porque es más barato”…</b><br />
Los científicos implicados dicen que es un avance para la investigación, pero lo mismo decían los nazis. <b>Hay muchos experimentos que hicieron con los judíos que han dado resultados excepcionales. Lo más atroz es que “gracias” a como encerraban a judíos en cámaras frigoríficas</b> y les bajaban la temperatura lentamente hasta que morían, sabemos todo sobre la muerte por congelación. ¡Asesinando centenares de judíos! Se justificaban diciendo que los judíos no eran humanos mientras que estos científicos ingleses, también parten de la idea que la vida prenatal no es una vida humana auténtica.<br />
<br />
<b>¿No estamos entrando en un terreno en el que discriminamos a seres porque no son como queremos?</b><br />
No sólo eso, sino que las consecuencias de este planteamiento atacan de pleno la esencia de la democracia de que todos somos iguales en dignidad, aunque distintos en funciones. Este, pienso que es el peor futuro que se pueda imaginar para la humanidad, porque la democracia se mantiene haciendo un equilibrio fragilísimo; es una especie de ficción.<br />
<br />
<b>¿Se puede hablar de todos estos temas –bioética, familia, sexualidad…– desde una visión no cristiana? </b><br />
Sí, soy católico, pero esto último lo decía Habermas, que no era precisamente cristiano. Y he hablado también de Freud. Hasta ahora he usado sólo unos parámetros antropológicos, no cristianos. Mejor, digámoslo de otro modo: el individualismo que subyace en todos estos problemas es una herejía cristiana: viene del protestantismo, que busca una relación individual con Dios. Es más, en la tradición oriental confuciana no existe el individualismo. Si bien es cierto que hoy la única fuerza cultural que habla de la antropología es el cristianismo, también lo es que es algo accidental en la historia. Del mismo modo como que durante el Renacimiento, el arte fue protegido por los papas: si no, el Renacimiento hubiera muerto. En este sentido, se puede decir que la antropología ha sido salvada por la Iglesia; pero es una salvación ocasional, no es un nexo necesario, pero históricamente ha sido así.<br />
<br />
<b>¿Cómo ve el futuro?</b><br />
Aquí sí que sólo cabe una respuesta cristiana, porque sólo el cristianismo habla de la esperanza como virtud y más, como virtud teologal. Más allá del cristianismo o de las herejías cristianas, el futuro no existe. También el marxismo es una herejía cristiana: la liberación del proletariado es una forma secularizada del Reino de Dios. Y el Islam, y el judaísmo… Como cristianos tenemos el deber de la esperanza y del pensar que todo lo que sucede, sucede para el bien. <b>Yo creo que, como todas las cosas antropológicamente falsas, caerá por su propio peso</b>. Aunque a veces cae después de mucho sufrimiento, muchas vidas, mucho sacrificio… El ejemplo clásico es el nazismo: es falso objetivamente. Nadie demuestra que un negro, o un judío sea menos que cualquier otra persona… La esperanza nos dice que tarde o temprano todo esto, acabará.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
</span><br />
<div>
<span class="fullpost"><embed align="middle" allowfullscreen="true" flashvars="mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=100623155045-f5e2d3ec2bd44b7dbf664d45bbb1e32a&docName=francesco_agostino&username=jaumefv&loadingInfoText=Entrevista%20al%20profesor%20Francesco%20d'Agostino&et=1277309394962&er=20" menu="false" name="flashticker" quality="high" salign="l" scale="noscale" src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" style="height: 281px; width: 420px;" type="application/x-shockwave-flash"></embed></span><br />
<div style="text-align: left; width: 420px;">
<span class="fullpost"><a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://issuu.com/jaumefv/docs/francesco_agostino?mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true" target="_blank">Open publication</a> - Free <a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://issuu.com/" target="_blank">publishing</a> - <a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://issuu.com/search?q=agostino" target="_blank">More agostino</a></span></div>
</div>
<span class="fullpost"><br />
</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-1123794527541640342010-04-22T12:22:00.016+02:002010-12-12T17:26:50.346+01:00Madre para todo<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5402185495560297634" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGC13jvVnHPYb7GGG-9FxQBNyL1SSmogxyMDEG4wv8vovAo9Dkx3xm-2PMbfLMXvJBVJlJuQjeK0Wig7SfSdiIr08p-wriftC4fd82CjB68EHWIjKlZQ2Q2fYpEKh5jNc5MVXTy8ovTD5B/s400/prova.bmp" style="display: block; height: 164px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: center; width: 400px;" /><br />
<b>Nuria Chinchilla</b> es, fundamentalmente una madre. Una de esas mujeres que sin pelos en la lengua, dice lo que hay que decir y cuando hay que decirlo. Tuvo un maestro, <b>Juan Antonio Pérez López</b>, profesor del IESE que le enseñó a no amedrentarse nunca ante los problemas que se econtraría al querer meterse en un mundo dominado fundamentalmente por los hombres: la empresa. Y lo consiguió. Chinchilla es la primera mujer que tuvo un lugar en el Top10 Management y es toda una eminencia cuando hay que hablar -por el mundo entero- de empresa, mujer, conciliación familiar-laboral... Y esta es la entrevista que le hice en octubre de 2008.<br />
<span class="summarypost"><br />
<a bitly="BITLY_PROCESSED" href="http://rescrito.blogspot.com/2010/04/madre-para-todo.html">Seguir Leyendo...</a><br />
</span><br />
<span class="fullpost"><b>Juan Antonio Pérez López, profesor del IESE Business School fallecido en accidente el año 1996, decía: “Si el S. XXI funciona será porque la mujer tendrá una participación mayor en la vida social”. Nuria Chinchilla, discípula de este profesor, lo corrobora. Con sus palabras –“hasta ahora, el mundo empresarial iba con un ojo tapado, el femenino. Hoy ve la realidad de un modo más completo”–; y con los hechos: profesora del IESE, en Barcelona; licenciada en Derecho; doblemente doctora en Economía y Management; asesora de distintos organismos, públicos y privados, así como de gobiernos tanto regionales como estatal; primera mujer presente en el Top 10 Management; profesora en más de diez escuelas de negocios en el mundo entero, conferenciante, investigadora… Y, sobretodo, madre. Esposa y madre que ha sabido, como ella dice, tener clara una “trayectoria vital en la que integrar, lo mejor posible, trabajo y familia”. De hecho, sus dos grandes áreas de estudio son precisamente la de esta conciliación y trayectorias profesionales. No en vano en la Escuela de Negocios de Standford han escrito un caso sobre ella, en el que la llaman la Juana de Arco de la Conciliación en España… Al recordárselo, simplemente responde, con una sonrisa que no le abandona nunca durante toda la entrevista: “Espero no acabar quemada como ella…”</b></span><br />
<span class="fullpost"><b><br />
</b> <imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrwnkh8KirzGjfdfQIDoyRQvz7VSaWQITK-NarcSz5yQlfDlCJC4kM55w2Nkrst1uziRI2MjAbaVbRftj75yyCPrewReSd6haAacfE_9HWovMFqbsKetfgZ10HNAqrWv09RRoM0sveI3GN/s320/Nuria%20Cinchilla_blog.jpg" width="200" /></imageanchor="1"></span><span class="fullpost"><b>Está claro que la entrada de la mujer en el trabajo ha sido un gran avance, pero algunos achacan la crisis familiar a este hecho.</b><br />
Sí. Trabajar fuera de casa, tal como está pensada la empresa de hoy, es muy difícil. <b>Venimos de un planteamiento decimonónico, donde el punto de vista del individuo es lo que prima, no el de la familia</b>; de una época en la que el hombre trabajaba y la mujer se quedaba en el hogar. Pero esto ya es pasado. No obstante ¿qué ocurre cuando la mujer sale a trabajar y se encuentra con una empresa pensada por hombres y para hombres? Le resulta imposible conciliar trabajo y familia. Entonces, la mujer madre empieza a exigir que tengamos unos tiempos, unas posibilidades; algo que también acaba siendo muy bueno para el hombre: un mundo de trabajo totalmente distinto. Por eso, <b>hay que repensar la empresa, dar un vuelco al modo de entender la sociedad, pero desde el punto de vista de la familia</b>, que es la que nos da capital humano y social, la capacidad de comprometerse, de ser solidarios…<br />
<br />
<b>¿Cuál es la solución, entonces? ¿Rebajar horas?</b><br />
No, no. Se trata de flexibilizar los tiempos. Es la gran revolución pendiente: <b>flexibilizar los tiempos de modo que se pase de un control por presencia, a un control, de verdad, por objetivos</b>. No porque te vean ahí sentado, ante el ordenador, vas a tener futuro en la empresa, sino porque cumples los objetivos: hacer lo que tienes que hacer, bien hecho; desde tu casa, desde la oficina o desde la conchinchina… ¡Hoy existe el don de la ubicuidad!<br />
<br />
<b>Pero no siempre se podrá trabajar desde casa…</b><br />
Es verdad. Hay faenas que tienen que ser desde la empresa. Pero, curiosamente, los trabajos que tienen más problemas de conciliación son los más conciliables en este sentido: los directivos de empresas, que no tienen horas. <b>No hace falta que estemos todos a la misma hora en todas partes</b>. Uno puede ir primero a dejar a los niños al colegio y salir, después, una hora más tarde; o sale una hora antes y sigue después, habiendo hecho los deberes con los niños, en casa… Hay muchas posibilidades de <b>flexibilización</b>, que no cuestan dinero a la empresas, pero sí la voluntad de ser flexibles.<br />
<br />
<b>¿Qué es lo que hacen las empresas?</b><br />
Algunas te dan la posibilidad de llevarte la ropa a la tintorería, al llegar, y te la devuelven al terminar la jornada. Otras, como en Colombia, que trabajan con indígenas, para facilitar el trabajo doméstico, te ponen las lavadoras al entrar en la fábrica y así, en vez de ir al río para hacer la colada, la dejan al entrar y se la llevan al salir. La inventiva es muy grande.<br />
<br />
<b>Es un cambio de mentalidad muy potente</b><br />
Sí, es un gran cambio, y ese es mi programa de vida: por eso estoy metida aquí, para intentar variar este modo de pensar. Además, <b>es una evolución necesaria, si realmente queremos sobrevivir y no cargarnos el Planeta Tierra</b>. Hemos tardado cincuenta años en ver que no podemos matar el medioambiente y lo debemos conservar para generaciones futuras, con leyes, sanciones… Pero estamos viviendo una nueva contaminación mucho más grave, sobretodo porque no nos damos cuenta: la sociedad está montada entorno a un egocentrismo individualista que para nada nos hace más felices. <b>Somos más esclavos y menos humanos</b>. Y es muy grave, también, porque estamos dando en la base que es la familia.<br />
<br />
<b>¿Tan grave es?</b><br />
Mira, <b>la única humanofactoría que existe es la familia. Si no la apoyamos, estamos impidiendo el desarrollo de una sociedad más productiva</b>, más humana y, en el fondo, más feliz. Desde el punto de vista de la ecología humana, la empresa que dice que no quiere madres, lo que está haciendo es atacarse a sí misma. Y es que la gran discriminación de hoy no es por ser mujer, sino por la maternidad, potencial o actual. Cuando, en realidad, es un tema de convencimiento porque un padre y una madre están desarrollando una gran cantidad de competencias nuevas que son muy positivas para la empresa: trabajo en equipo, empatías… al escucharse mutuamente, aguantando al niño que llora. ¡Ojalá tengamos muchos padres y madres en nuestras empresas!<br />
<br />
<b>Sigue siendo muy difícil la conciliación…</b><br />
Y no digo que no. Hay que saber elegir bien: con quién te casas, dónde vives y a dónde vas a trabajar. Eso significa conocerse y tener un proyecto de vida claro. Si te casas, tener clara tu “<b>misión familiar</b>”: ser felices y hacerlo extensivo en los hijos; así, cuando les exiges, sabes que lo haces porque quieres el bien para ellos. Y con el marido: mi trabajo es parte de su misión, y viceversa; el estudio de mi hija, también es parte de la misma misión. Así, en esta trayectoria vital una integra lo mejor que pueda su trabajo. El tema es: <b>tú, tu marido, los hijos… y cuánto tiempo necesitan de verdad</b>. Tiempo y energías. Y si no existe ese norte, el norte será el que me venga dado y no seremos dueños de nosotros mismos, en definitiva.<br />
<br />
<b>Pero, por parte del empresario, no parece que sea tan fácil: cada vez que una madre tiene un niño, son cuatro meses de baja maternal; y ahora, dos semanas el padre… Alguien tendrá que sustituirlos, ¿no?</b><br />
Yo pienso que <b>si se alargara la baja de maternidad o paternidad, como en otros países, sería mejor</b>. Aquí, con cuatro meses, la empresa no puede buscar a otra persona: cuando ha aprendido lo que tiene que hacer, se va. En cambio, lo que sí ocurre es que los compañeros de trabajo acaban realizando los trabajos de la madre o del padre en cuestión y esto es injusto; además de que, como se quede otra vez embarazada, acabarán diciendo que es una egoísta. Si fuera una baja de, por ejemplo, un año, sí que daría tiempo a la persona sustituta; y, a la vez, la empresa va creando una “cantera” de gente polivalente, preparada para distintos puestos.<br />
<br />
<b>¿Esto es lo que usted llama Empresa Familiarmente Responsable (EFR)?</b><br />
Sí, es parte de lo mucho que representa ser una EFR. Empresas que ayudan a que sea posible esta conciliación a través de sistemas como los que veíamos antes. Desgraciadamente, hoy a menudo se ve la familia como un coste, y no como un recurso. En cambio, una EFR ve la familia como un nuevo <i>stake holder</i> de la empresa. Es decir, un nuevo grupo de interés –como los son los proveedores, los clientes, los empleados, etc. – que impacta por algún motivo, en la compañía. Y hay que tenerlo en cuenta.<br />
<br />
<b>¿Cuántas empresas son, hoy, EFR?</b><br />
La EFR es una certificación que creamos aquí, en el IESE, y la cedimos a la Fundación + Familia, con la idea de que la extendiera por toda España: y ya son unas cien compañías las que la tienen. También fuera de este país: México, Colombia… Primero llamábamos a estas empresas <i>family friendly</i>, pero pensamos que no era suficiente con ser “amigables”, era necesaria una responsabilidad.<br />
<br />
<b>¿Cuál es el papel de los gobiernos en todo esto?</b><br />
Llevamos tiempo trabajando para que apliquen desgravaciones fiscales a las EFR, que las apoyen… O, todavía mejor, porque no cuesta nada al erario público, que haya más puntos en concurso público para las empresas que cumplen unos mínimos de flexibilidad y son EFR. De momento, por puntos…; <b>mi sueño es que ser una EFR sea una condición <i>sine qua non</i> para poder abrir o poder seguir con una empresa</b>; como ya lo es hoy la certificación de calidad ISO. ¿Por qué no una y sí la otra, cuando la familia es tan importante y de ella dependemos tanto?<br />
<br />
<b>¿Y un Ministerio de Familia?</b><br />
Sí, ya lo dijo el Premio Nobel de Economía del año 92, Gary Becker: <b>el mejor ministerio de asuntos sociales es la familia, porque es la que previene todo lo que luego llega a un ministerio social</b>: drogadicciones, gente incapacitada para trabajar… Todos los problemas que tienen los asuntos sociales, en gran medida son a causa de que la familia está desestructurada y no ha sido capaz de cumplir su función. Por tanto, Ministerio de Familia significa prevenir, porque sería el ojo de los consejos de ministros, el punto de vista de las familias. Uno más, pero muy importante. Algunos países, como Alemania ya lo tienen.<br />
<br />
<b>En España está el Ministerio de Igualdad, que es algo parecido, ¿no?</b><br />
El Ministerio de Igualdad podría ser interesante, si realmente lo entendiéramos como igualdad de oportunidades, trabajando sobre las diferencias, la complementariedad; no lo que pretenden: una igualdad desde el punto de vista natural. Eso no es real.<br />
<br />
<b>¿Cree que es una solución el decir “mitad hombres, mitad mujeres”?</b><br />
No. <b>El poner cuotas es un error</b>. Lo que hay que hacer es analizar por qué ha habido un fallo y actuar para corregirlo. Por eso, tenemos que ser conscientes de que, sin querer, llevamos un “filtro” que nos lleva a contratar a nuestros iguales. Es lo que llamamos el “techo de cristal”: el que han puesto siempre los hombres a las mujeres para seleccionar y promocionar.<br />
<br />
<b>¿Existe realmente una desigualdad?</b><br />
Sí, claro. Es un problema que tiene una base real. Esta nueva ley es una revisión de la ley de conciliación del 99. Algunas cosas creo que son equivocadas, pero otras eran necesarias: las contrataciones, los salarios… Aquí había injusticias grandísimas: si eras mujer, eras “limpiadora”; si hombre, “peón de mantenimiento”… y podrías estar haciendo lo mismo. De todos modos, yo pienso que el mejor modo de vivir la igualdad de oportunidades es el que se vive en la familia, donde realmente queremos a las personas por lo que son, sean cuáles sean sus capacidades, defectos, etc. Hay que aceptar que todos somos únicos e irrepetibles.<br />
<br />
<b>No parece que se vea tan claro…</b><br />
El gran problema que tenemos son las ideologías, y <b>la ideología es justamente lo que tenemos que eliminar porque no deja pensar</b>. Hay que hablar de realidades, no de ideologías. Yo creo que ya está pasado hablar de izquierdas o de derechas. ¡También es algo del S. XIX! Y si no, mira Estados Unidos. Estamos hablando de quién tira adelante temas que son de este nuevo siglo y nadie puede olvidarse de la familia, porque es lo único que tiene futuro. Todo lo demás es yermo, no futuro.<br />
<br />
<b>Se habla de nuevos modelos de familia</b><br />
<b>Llamar “matrimonio” a una unión homosexual, es contradictorio etimológicamente: mater – munus significa “el oficio de madre”: ser capaces de procrear…, y dos personas del mismo sexo, no procrean nada</b>. La ideología de género es el último cartucho de la lucha de clases de Marx y Engels, ligada al lobby homosexual. Es una lucha que acaba yendo contra el mismo hombre y la mujer. No es verdad que las mujeres tengamos que liberarnos de la maternidad. La maternidad no nos esclaviza, sino que nos da mayor seguridad; te pone unos “muros de contención” para que no choques. El género es único, el humano y los dos sexos somos complementarios. Por eso colaborando, somos mejores. Incluso las empresas “mixtas” tienen unos resultados un 30% mejores que las que son sólo hombres o sólo mujeres. Y esto no lo va a cambiar el Estado con cuatro leyes.<br />
<br />
<b>¿Quién es, entonces, el agente de cambio?</b><br />
Somos cada uno de nosotros. <b>El Estado lo que tiene que hacer es no entrometerse más en cosas que son de la familia, de la persona, de la escuela…</b> Cuanto más se entrometa, más se está extralimitando. El gobierno –cada gobierno– tiene que hacer lo que se hace en las democracias modernas: unas leyes marco y, después, no un “laissez faire, laissez passer”, sino un “dejar a cada uno la responsabilidad que tiene”. Y punto. La finalidad de educar no es del Estado sino de los padres. Es un hambre de poder que siempre ha tenido todo estado… y nuestra democracia, donde sólo puedes votar listas cerradas, ha permitido que sea cada vez más así. Hay que ser valientes y pasar de lo que llaman “políticamente correcto”, porque así no se vive; se malvive.<br />
<br />
<b>La faena que queda por hacer, aún es mucha. Usted, ¿consigue poner en práctica esta conciliación?</b><br />
Si te soy sincera, nunca pensé en que me iba a meter en todos estos “bollos”. Mi marido me ha apoyado mucho en todo esto. Él es empresario, y nos fuimos a vivir al lado de mi madre: quería tener alguien cerca y con quien confiar. Pensábamos que no íbamos a tener hijos, pero al final llegó una niña, hace dieciocho años. Y aquí estaba toda la familia: marido, hija, yo, abuela… Todo lo material delegable, lo delegaba. Por supuesto, ahí no incluía las relaciones personales. Los viajes que tenía que hacer, si podía, los hacía en verano e íbamos los tres (con la “excusa”, mi hija ha aprendido cinco idiomas)… <b>¿Y qué habría pasado si hubiera tenido más hijos? Yo no lo puedo saber. Pero seguramente habría ido más lenta en mis investigaciones… Quizá por eso precisamente, Dios sólo me ha dado una</b><br />
<br />
<b>Nuevo feminismo</b><br />
<br />
<b>¿Es usted feminista?</b><br />
Me considero femenina. Lo otro, son otra vez ideologías. Soy femenina porque soy mujer, y encantada de la vida… <b>¿Es esto feminismo? No me gustan los “-ismos”, pero si me tuviera que definir, hablaría de lo que Janne Haaland Matlary, ex Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores noruega, ha dado en llamar “neofeminismo”</b>: no es una lucha contra, sino una lucha con: con los demás, con los hombres, con las familias… Una lucha contra una misma para, con los que me rodean, avanzar. Es una corresponsabilidad, y es mucho más agradable, porque no vas sola.<br />
<br />
<embed align="middle" allowfullscreen="true" flashvars="mode=embed&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Flight%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=090417093207-e09bed9f52b94aba84afbe1630296434&docName=nuria_chinchilla&username=jaumefv&loadingInfoText=Entrevista%20a%20Nuria%20Chinchilla&et=1272634241858&er=55" menu="false" name="flashticker" quality="high" salign="l" scale="noscale" src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" style="height: 280px; width: 420px;" type="application/x-shockwave-flash"></embed><br />
</span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com0Barcelona, España41.387917 2.169918741.2591285 1.9364592000000003 41.5167055 2.4033782tag:blogger.com,1999:blog-3048883483205439786.post-25181477230654116362010-01-15T14:22:00.026+01:002012-10-09T16:25:14.136+02:00Más de 30 años detrás del Muro de Berlín<div style="text-align: center;">
<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5427329101758243938" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLe8qwgYls3y0Whkry8QtZv6nvOuemAnstIhyFoBhyphenhyphen3IogIFmEsF_GCFF8PqjZKOS3bxlJz2v1mMSvWA8cEAB0fIFc4W1HQRAz4Qmrdz5SS6eith1Mf4tJZyruLA59A45hjlh-CTRkel39/s400/muro-berlin.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 154px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></div>
<div>
<b>Dieter Wendland</b> no es uno de esos hombres cuyo nombre produzca millones de búsquedas en google... pero es un hombre que vivió una época que le hace distinto... por lo menos, con una carga de experiencia que no tiene cualquiera. Y como él, hay muchos otros: <b>alemanes que un día, al despertarse, quedaron encerrados por unas paredes</b> -un inmenso muro- custodiadas por perros, soldados armados, alambrada... Era el Muro de Berlín y Wendland tenía entonces unos 12 años. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div>
Hoy diseñador de prestigio y fotógrafo, el pasado mes de noviembre, contó su experiencia en la <a href="http://www.uic.es/" target="blank">UIC</a>. Estuvo más de una hora, con su mujer (que también vivió en Berlín del Este todos esos años), y no se hizo nada largo. Todo lo contrario... De hecho, después yo seguí hablando con él. De ahí surgió, esta entrevista. Por suerte, tenía al profesor Banús que me iba traduciendo perfectamente del alemán: ¡cuánto me gustaría poder entenderlo y hablarlo!</div>
<span class="summarypost"><br />
<a href="http://rescrito.blogspot.com/2010/01/mas-de-30-anos-detras-del-muro-de.html">Seguir Leyendo... </a><br />
</span><br />
<span class="fullpost"><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5427330710671010738" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga49bgEga80m4eIQh0Luxk_tgdri9rH2j7dVX9LmdhpbSRnZaZfITA_iU6e_ZjlHqgLvQKFogB1kTPlSXtoZ26dlCsvMTv48m47vXP80f6-r4XTpSzL9Yy8a0MmxOuZQs9az-lnxBULx0z/s400/BERLIN_11_blog.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: left; height: 400px; margin: 0 10px 10px 0; width: 183px;" /></span></span><br />
<div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">“Imagina que, de repente –de la noche al día–, aparecen las Ramblas partidas en dos. De un lado, la gente mira sorprendida, pero hace vida normal; del otro, el mundo</span></span></div>
<div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">está encerrado. Separados por un gran muro con alambres, perros de caza, hombres armados y… quien intente cruzarlo, es automáticamente fusilado”. Así describe Dieter Wendland lo que vivió la noche del 13 de agosto de 1961. Tendría entonces 12 ó 13 años y su familia quedaba dividida por una barrera infranqueable. Él, con sus padres y dos hermanos, en el este; y al otro lado, un hermano. Fueron casi 40 años vividos sin ningún tipo de libertad. Wendland estuvo en la UIC con su mujer en un acto conmemorativo de los 20 años de la caída del muro. Ahí contó su experiencia.</span></span></div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><br />
</span></span><br />
<div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span">Vivir en Berlín Oriental era una situación asfixiante. Si no fuera por el apoyo de los amigos y familia, hubiera sido imposible aguantarlo. Mi hermano fue condenado a prisión dos años y medio por –según decían– “calumnias al estado”. Era un asunto completamente ficticio. Siempre nos quedábamos en casa porque sabías que fuera había enemigos; alguien que te espiaba. Incluso entre los más allegados podía haber gente que informara.</span></span></div>
<span class="fullpost"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><br />
<div>
<b>¿Qué tipo de información pasaban?</b></div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">De todo. Desde conversaciones que teníamos por teléfono o por la calle, a cosas tan surrealistas como lo que leímos en los documentos que tenían los servicios secretos sobre mi mujer: “ha colgado ropa a secar en el balcón”. ¡Absurdo!…; pero era así.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Eran plenamente conscientes de esta situación?</b></div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sabíamos que nos espiaban, pero no teníamos ni idea de las dimensiones a las que llegaba ese espionaje. Cuando lo supimos, nos asustamos mucho y, en parte, nos entristeció. En mi documentación, en lo que existe de mí, se ve que había diecisiete personas informando sobre mi vida. Y mientras yo lo leía, a mi lado había una persona leyendo su información y llorando. En los textos se proponían medidas que había que tomar contra las personas. Cosas como “entrar en la vida íntima de las personas y disolverlas”. ¡Qué significaba eso de “disolver”? Incluso el lenguaje que se utilizaba nos asustó mucho.</span></div>
<br />
<div>
<b>No es para menos…</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Entre los años 53 y 61 hubo tres millones de personas que consiguieron pasar de la parte oriental de Berlín a la occidental para, luego, huir o emigrar –como se lo quiera llamar– a la RFA. Muchos más lo intentaron sin éxito: en coche, con escaleras, vehículos voladores de todo tipo… Unos, fusilados; a otros se les implantaba unos castigos draconianos; “violadores de las fronteras”, se les llamaba. La pésima situación económica llevó a las negociaciones con la Alemania Occidental: petróleo, carbón… Además, desde esa Alemania se intentaba sacar a los encarcelados injustamente, pagando por ellos entre 20 y 120 mil marcos alemanes [un marco alemán de entonces costaba unas 80 pesetas]. Ni siquiera el gran crédito de mil millones, otorgado por occidente en 1981, sirvió para recuperar la situación económica.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Y por qué no hacían nada?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Piensa que eso no era como Barcelona, donde puedes levantarte cada mañana e ir a tomar un café con tus amigos y pasear por donde quieras… Viviendas vacías, faltaban médicos: la vida social se iba deteriorando poco a poco. No se podía organizar nada con sentido y los que realmente eran capaces de asumir riesgos, intentaban irse o tenían dinero para pagar la salida al gobierno… </span></div>
<br />
<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5427337123209522786" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXyxwUR1ZMlGn21a-jBTDn63iqYC2emvjYA7OGFaosf7NCheaonqmbRZE_VBW905vXAZGrKHzpNVI1WFBnwNTA8oZIb_DZnTaCNGoXRTV3BYdZBY6eua0coXChv7CNcArJXgBqix8Y36pH/s400/BERLIN_7_blog.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 141px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /><div>
<b>La situación era cada vez más insostenible, ¿no?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">A finales de los 70, principios de los 80 muchos buscaron espacios de diálogo dentro de comunidades protestantes, en las iglesias. Se animaban y buscábamos motivos por los que luchar y vivir.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Qué hacía el gobierno?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Honecker, el jefe de estado de la RDA, estaba convencidísimo de que íbamos por el buen camino hacia el socialismo y que, por lo tanto, todo pasaba por ahí. Pero, el país estaba cada vez peor y el pueblo quería vivir en paz. Todos los años, el 8 de enero había manifestaciones oficiales en recuerdo de Rosa Luxemburg. En 1988, aparecieron unos manifestantes que, al margen de la oficialidad, llevaban una pancarta citando a Luxemburg: "la libertad solo existe si realmente es libertad para el que piensa de otra manera".</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Eso fue la gota que colmó el vaso?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><divz><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sí. Ese año fue la revuelta de Tiananmen, y aquí el gobierno hablaba de la “solución china” como lo correcto. Teníamos mucho miedo. Después Hungría abría las puertas hacia Austria, con lo que un éxodo de alemanes salía hacia la RFA por ahí. Cuando Honecker cerró las fronteras, cerca de cinco mil personas se refugiaron en la embajada de la Alemania Occidental, en Praga. Por si fuera poco, en esos momentos se celebraban los 40 años de la constitución del país y todo el mundo retransmitía en directo lo que pasaba: miles de personas comenzaron a manifestarse en torno al lugar donde se estaba conmemorando el aniversario. Hubo más de mil detenciones, muchas de ellas, personas que no tenían nada que ver, pero que estaban ahí. Fueron maltratadas: se vio cómo pegaban –con toda la intención–, al estómago de una mujer embarazada; trataron a las personas como animales…</span></divz><br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800;"><br />
</span></div>
<div>
<b>Y entonces…</b></div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Entonces sucede lo que todo el mundo conoce del 9 de noviembre de 1989. Por un malentendido sobre quién era el responsable de autorizar que alguien viajara, en un momento determinado, a occidente, se comenzó a reunir mucha gente frente a los pasos fronterizos. Miles de personas que exigían pasar porque –decían– “el gobierno de este país ha declarado que podemos viajar donde queramos”.</span></div>
<br />
<div>
<b>¿Así? ¿Sin más?</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Hay que imaginarse la situación: puestos fronterizos cerrados; el muro; el alambre de espino; la vigilancia… Y varios centenares de personas que se acercan. Los guardias no sabían nada de lo que les decían, y al teléfono, nadie respondía. Ningún responsable. Miles de personas: cada vez más. ¿Qué hacer? O disparar y provocar una sangría, o abrir.</span></div>
<br />
<div>
<b>No hubo sangría</b></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span><div>
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Cruzamos la frontera, en medio de una masa de gente absolutamente eufórica que veía que nadie impedía la salida. Una auténtica locura. La única pregunta que nos hacíamos era: “¿por qué ha durado 40 años? ¿Por qué no habíamos venido antes a decir que nos dejaran pasar?”.</span></div>
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><a href="http://www.scribd.com/document_downloads/25303593?extension=pdf" title="descargar entrevista en pdf">Entrevista a Dieter Wendland</a></span><br />
<div align="center">
<embed align="middle" allowfullscreen="true" flashvars="mode=embed&viewMode=presentation&layout=http%3A%2F%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Fdark%2Flayout.xml&showFlipBtn=true&documentId=100116171347-7d0dac06ec294fd5ad40492b0eefcf86&docName=berlin_wendland&username=jaumefv&loadingInfoText=Entrevista%20sobre%20el%20Muro%20de%20Berl%C3%ADn&et=1263662183558&er=36" menu="false" name="flashticker" quality="high" salign="l" scale="noscale" src="http://static.issuu.com/webembed/viewers/style1/v1/IssuuViewer.swf" style="height: 424px; width: 300px;" type="application/x-shockwave-flash"></embed></div>
<br />
</span></span>jaumefvhttp://www.blogger.com/profile/08949372826306153910noreply@blogger.com1